Todo comenzó con esa muerte.
Tres chicos comienzan a ser acosados mediante mensajes, después de la muerte de Emma Musk todo se derrumbó.
Ellos tres pensaron que eran los únicos que estaban siendo vigilados por esa persona, sin embargo Lucía Willia...
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—— LIZ WILLIAMS.
La tensión entre Miguel y yo era notoria, ahora ambos vivíamos en la misma casa y aunque no quisiera tenía que aguantarme.
Hace unos días había ido a mi anterior casa, en donde vivía junto a Mason y sus padres, quería ver si podía recuperar algo de toda mi investigación sin embargo no había nada, todo estaba hecho cenizas, todo estaba destruido. Mason constantemente me iba a visitar a la casa de Miguel pero la casa de Miguel y la de Monse quedaba un poco lejos por lo tanto era difícil vernos seguido.
— ¿Hay jugo? — pregunté a Miguel quien estaba en el sillón con su celular.
— Chécalo, ahí tienes el refri. — me contestó hostil.
Preferí no decir nada más y averiguarlo por mi misma, había empezado a acostumbrarme a sus malas contestaciones al igual que aprendí a vivir con la culpa de que ellos me odiaran por lo que hice, fingir mi muerte no había sido fácil tanto para mi como para ellos, así que ya no había nada más que hacer, solo aprender de mis errores.
— ¿Qué vamos a comer? — él llegó a la cocina y me miró mientras tomaba un vaso de jugo.
— No lo sé. — miré hacia otro lado y seguí con lo mío.
— ¿Por qué no me miras?
— Por qué no quiero, verte me dan ganas de vomitar. — si, no estaba siendo para nada educada pero ya me había cansado de aguantar sus malos tratos.
— Eres una mal educada, te dejo vivir en mi casa luego de lo qué pasó y así me tratas. — se cruzó de brazos y no me dejó salir de la cocina.
— ¿Mal educada? — le dije claramente ofendida. — Todos estos días he tratado de ser respetuosa contigo pero lo único que recibo de ti son tus malas contestaciones y tus malos tratos. — hablé más fuerte cada vez que me iba acercando más a él. — Te pregunto algo y siempre me contestas hóstil pero cuando yo te contesto de la misma forma en la que tú lo haces soy una mal educada.
Guardó silencio, entendí que la pelea ahí había terminado así que choque su hombro con el mío y salí de la cocina para subir a mi habitación.
Las cosas iban de mal en peor, el plan que tenía iba bien pero no tener a Mason a mi lado ayudándome a pulir los detalles del plan era aún más difícil y sabía que no contaba con Miguel para esto.
Me quedé toda la tarde encerrada en mi habitación tratando de recuperar toda la información que tenía, mis dedos tecleaban rápidamente las letras de la computadora y varias páginas de informaciones me aparecían, misteriosamente no había ninguna con la información no vista.
