Todo comenzó con esa muerte.
Tres chicos comienzan a ser acosados mediante mensajes, después de la muerte de Emma Musk todo se derrumbó.
Ellos tres pensaron que eran los únicos que estaban siendo vigilados por esa persona, sin embargo Lucía Willia...
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—— NARRADOR OMNISCIENTE.
— Mierda, eso se ve muy feo. — opinó Tristan al ver la herida de la chica.
Liz solo lo miró y negó, cubrió nuevamente su herida.
— ¿Ya no te duele? — preguntó Brady.
— No seas idiota, es obvio que aún le duele. — contestó Miguel. — Solo ha pasado una semana.
— En realidad, casi no duele. — habló Liz. — Está sanando bien, por lo que me dijo el doctor.
— Y tu padre. ¿Qué dijo él?
— En realidad ni se preocupó tanto, solo le expliqué que caí sobre vidrios y ya. — hizo una mueca al explicar. — Eso es todo.
— Bien. — Brady miró la hora de su reloj y se paró de la cama en donde estaba sentado. — Debo irme, mamá me quiere para la cena ya que mis primos van a venir. — rodó los ojos.
— ¿Por qué la cara? — Tristan sonrió en modo de burla.
— Por qué son castrosos.
— Brady, tus primos solo tienen 10 años, son niños aún. — Miguel lo miró desde el sillón en donde estaba sentado.
— ¿Y? Yo a esa edad comía el resistol, no andaba molestando a mis primos mayores. — tomó su mochila y la colgó en su hombro. — Da igual, me voy. No me extrañen. — mandó un beso y salió.
— Supongo que yo también debo irme. — Tristan se puso su gorro y agarró sus suéter.
— ¿Y tú por qué, también tienes primos castrosos que cuidar?
— No. — hizo una pose como si estuviera haciendo memoria. — Creo que no, pero no quiero hacer mal tercio, así que me voy. — caminó hacia la puerta y antes de salir se giró nuevamente hacia ellos. — Cuídense y que ningún loco los acose.
