i. primer día.

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Aventurarse a una escuela de hadas no es algo de todos los días, ya que Amaris, al igual que —pronto su compañera de habitación— Bloom Peters no es del “Otro Mundo”. Sin embargo, su personalidad la llevó a tomar como decisión rápida acercarse a las primeras personas que vea.
Por donde vea, se notaba la diferencia de grupos, y no solamente porque existieran hadas y especialistas.

—Increíble. Aquí también hay una plástica.

Amaris bromeaba para ella... al menos creyó eso por unos segundos hasta que escuchó una carcajada femenina; provenía de una chica unos centímetros detrás. El cabello era rojo, su chaqueta también.

Bloom.

—¿Viste “Mean Girls”?—Amaris alzó su ceja.
—¡Obviamente!, tengo un amor-odio hacia Regina.
—¿La reina abeja?. Creo que ha todos nos pasó. Pero... oh sea, si la viste, ¿vienes de...?

Bloom no dejó que finalizara su frase, le comentó que provenía de Estados Unidos.

—Oh, wow. Me alegra no ser la única de la “Tierra”... dios mío, es como si estuviera diciendo el diálogo de una película de extraterrestres.
—La situación parece indicada. ¿Tú, de dónde eres?
—Soy de Londres. ¿Cómo llegaste aquí?

La conversación entre las chicas de la Tierra fluía como el río. Pero cuando se preguntaron en como llegar a su habitación, aunque ambas tuvieran la misma, ninguna sabía cómo. Comenzaron a ver para todas las direcciones, sin moverse, la confusión volvía. Pero apareció una nueva persona, y atrás otra. Trataron de sacarles conversaciones a las chicas.

—¿Están pérdidas?—Un chico más grande de altura a ellas, incluso Bloom, les dirigó palabra, se lo notó de manera inmediata como alguien sereno.
—Sky, ¿eres estúpido o simplemente te haces?, obvio que lo están, dos damiselas en apuros, déjame a mí.

Amaris miró a Bloom, ambas pusieron la misma cara al escuchar al chico de cabello castaño y desordenado.

—Sky, pareces un buen chico. Dile a este tipo...
—Riven.

Amaris ignoró su nombre.

—Que no somos damiselas en apuros.
—No, solamente queremos saber donde está nuestra habitación. Se supone que una chica llamada Stella nos ayudaría.
—Bueno, Sky. Yo podía ayudar hasta la parte de estar... llegar a su habitación. Pero, la parte de la perra psicótica es tuya.—Riven le dió una palmada en la espalda al rubio. Amaris rió. Riven desapareció al escuchar el nombre “Stella”

Ni Amaris, ni Bloom entendieron porqué. Pero ninguna preguntó. Bloom continuaba observando a su alrededor, aunque también se la notaba claramente perdida ante la presencia de Sky. Amaris notando esto decidió:

Veré que puedo averiguar.

Bloom no tuvo oportunidad de pedirle que se quedara.

Caminé en busca de nuestra supuesta guía, pero nadie contestaba mis preguntas, así que resignada observé nuevamente el papel de indicaciones, y noté que se acercaba el horario de la gran bienvenida. Y la mejor decisión fue relajarme lejos del caos hacia un lugar más silencioso.
Hasta que apareció una voz familiar.

—¿La damisela en apuros se perdió?

Rodeé mis ojos al darme vuelta en cuanto identifiqué al chico.

—¿Acaso es tu slogan?, ¿no deberías ser un poco más original?, o al menos no anticuado con ese comentario machista.
—¡No, no!, princesa. Yo amo a las mujeres. Pero te veo perdida, y eso es gracioso, pareces una damisela en apuros.

Me acerqué a pasos pronunciados a Riven. Lo miré de arriba a abajo «mh, nada mal...».

—Oh, bueno... si hablamos desde el humor, pareces un idiota de las romcom, ¿eres el badboy que me flechará?

Sí, lo será.

¿Ya imaginando una vida juntos?
—Dije que me flecharías. Pero no que tendríamos una vida juntos. ¿Ya imaginas casándote conmigo?
—¿Quién dijo que nos casaríamos?
—Obviamente ella no, y nadie nunca.—comentó una voz irreconocible. observé en dirección a donde provino, y vi a una chica sosteniendo unas macetas, con un cabello digno de un comercial de pantene.
—¡Ja!, bueno, tiene razón. Hasta luego, Riven.

Por el comentario de la chica, Riven se calló. Pero cuando me despedía encontró algo que decir.

—Y así será, princesa.

Minutos después...

—Buen comentario. Me agradas.
—¿En serio?, ¿tan pronto?, ¡esto es genial!, no suelen decirme eso tan rápido, muchas veces me dicen que mej-
—Ey, ¿por qué te detienes?
—Oh, es que estaba comenzando a hablar mucho. En fin, no interesa. Soy Terra, un gusto, ¿y tú eres?
—Amaris.
—Que bonito nombre. ¿Hacia donde te diriges?
—Oh, estaba buscando la suite Winx.
—¡¿En serio?!, que bueno. ¡También estaré ahí!, ¡vamos!

Al llegar, me volví a encontrar con Bloom, pero también habían otras tres chicas más en la habitación. Aisha, Musa y Stella, sí, la chica que se supone que sería la guía de Bloom y mía. Noté rápidamente porque el apodo de Riven a la rubia, si bien, jamás le diría así, alguien como se ve que es Riven chocaría tanto con ella. Con respecto a Aisha, me agrada que es seria, sin embargo parece muy “correcta” no creo poder divertirme tanto con ella. Pero, después esta Musa, la recuerdo haber visto, me gustaba que estaban todos en el caos, y ella en su mundo con sus audífonos, aunque cuando me dijo porque los utiliza, no me pareció tan cool. Sin embargo, todas teníamos un elemento distinto, y claramente nos diferenciamos en personalidades. Pero esto será divertido.

HAYLOFT | Fate Winx - Riven |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora