El Hielo se derrite

Ataque de pánico

Zane había congelado por completo al criminal.

Zane se ve reflejado en el hielo, en frente de él está el emperador de hielo.

Todo se vuelve un caos en la batalla.

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Ser ninja significa un trabajo de tiempo completo, mantener la paz es una actividad complicada.

Aunque vivir en paz y armonía por la eternidad era una utopía. Sin embrago, Zane no niega que esos lapsos de paz eran placenteros.

Zane debía cumplir con su deber, tendría que ser de utilidad para su equipo.

—Chicos nos dividiremos, hay que atrapar a los fugitivos ¿entendido? —comunicó Lloyd.

—Entendido —gritaron todos.

Zane se dirigió a la izquierda junto con Nya, eso estaba bien, sus elementos congeniaban perfectamente.

Esperaba que no lo echara a perder, le daría los datos y apoyo necesario a su compañera.

—¡Vamos, Zane, acabemos con estos infelices! —apoyó Nya.

—Los he localizado, si vamos con cuidado lograremos sorprenderlos —informó Zane haciéndole señas hacia donde ir.

Tenía que ser útil.

Siendo sincero, poseía nervios. Desde que estuvo en ese reino no ha estado en combate, Ninjago había estado tranquilo al menos para los demás, Zane no lo sentía así. Pero esos eran sus problemas no el de sus amigos.

Ahora debía ser competente, sin fallar.

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Junto con Nya habían acorralado a los fugitivos, eran 5 en total justo como Zane había previsto.

—Nya —llamó Zane señalando el hidrante a su lado.

—¡Perfecto, gracias, amigo! —Nya manipuló el agua que fluía por él, atrapando a los criminales.

Zane congeló el agua de su compañera, quedando con las piernas y manos sin poder moverlas.

—Eso fue sencillo —comentó Nya sonriendo—. Informemos a los demás.

—Concuerdo. Me comuni —Zane observó a los fugitivos atrapados, solo eran 4—. Nya falta...

—¡Zane atrás! —gritó Nya.

Zane volteó enseguida, el sujeto estaba por atacarlo. Zane solo actuó a su programación, rápido y eficaz.

Nya se tranquilizó al ver al quinto criminal congelado, pero borró la sonrisa de inmediato.

El criminal estaba congelado completamente, Zane no se había movido después de defenderse.

—¿Zane?

Zane había congelado por completo al criminal.

Zane se ve reflejado en el hielo, en frente de él está el emperador de hielo.

¿Cómo era eso?

Zane retrocedió, soltó sus armas asustado mirando sus manos, no había ningún bastón. Volvió a ver el criminal congelado y en el reflejo veía al emperador de hielo, Zane era el emperador de hielo.

No. No. No.

Él no puede estar en ese lugar, ahí no puede estar. Está en Ninjago, está en Ninjago, en casa.

¿No es así?

Él era Zane, no el emperador de hielo.

La temperatura había bajado.

Se llevó las manos a su cabeza, no hay caso ¿o sí?

No hay bastón.

No hay emperador de hielo.

¿Entonces por qué lo está viendo?

No. No. No.

¿Dónde está?

¿Dónde se encuentra?

Estaba en Ninjago, con Nya.

Oh, no. ¿No había congelado a Nya?

Zane no veía nada, solo había hielo.

No. No. No.

—¡Zane, Zane, Zane!

¿Habían llamado?

—¡Zane necesito que te calmes! —era una voz gruesa, le era familiar.

Zane dio vueltas por el lugar, pero no veía nada, no encontraba la voz ni a Nya.

¿Qué hizo? ¿Qué le hizo a Nya?

—¡Imposible, se ve perdido!

—¡Está generando hielo en todas partes, tenemos que detenerlo! —gritó Nya alterada. Su amigo se veía tan mal.

—Kai, intenta descongelar cerca de Zane para poder calmarlo —pidió Lloyd preparándose para ir hacia el nindroide.

—¡Lo intentaré pero que sea rápido! —exclamó el ninja rojo.

Kai empezó a derretir parte del hielo, Lloyd se escabulló llegando a Zane con ayuda del elemento de Kai.

—¡Zane, estoy aquí! —Lloyd llamó tomando los hombros del mayor.

Zane enfocó su vista en el ninja verde, lo reconoció, pero se apartó de una con temor.

—¡N-no, vete te haré daño! —Zane empezó a retroceder con Lloyd siguiéndolo.

—No me iré —Lloyd lo sujeto con firmeza, vio la mirada preocupada de Zane y lo abrazo.

No se lo ocurría otra cosa. Zane se veía tan roto por dentro y solo quería tenerlo de vuelta.

—Sé que no lo harás, porque somos una familia. Porque eres Zane, eres nuestro hermano —habló Lloyd apretando a Zane—. Eres Zane, no alguien más.

La temperatura empezó a nivelarse en un estado normal.

—Lo siento mucho —empezó a decir Zane repetidas veces.

Lloyd siguió abrazándolo.

—Perjudiqué la misión.

—No, no lo hiciste —Lloyd esperaba que esas palabras llegaran a Zane.

Los criminales habían sido capturados, no había fallos.

Zane quiere creer en las palabras de su líder y hermano.

Aunque sean una bonita mentira.