capitulo 12. "el incio del caos"

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Encerrada en su habitación cubriéndose el rostro con la almohada la cual absorbía sus lágrimas.

Black había llegado, los padres de ella no preguntaron y solo dejaron al chico pasar para arreglar sus asuntos.

Ignorarla varios días, solo para verlo después con una de las nakano, era algo que no se lo dejaría pasar, aunque él le explico lo sucedido.

-- vamos reynare, ¿al menos puedes escucharme?

Hablaba mientras estaba fuera de la habitación de su novia.

-- ¡cállate y vete con ella!

Respondió mientras estaba tirada en su cama con algunas lágrimas.

-- ¡por favor! Todo esto fue un mal entendido.

Fue ignorado completamente tras decir aquello, los padres de reynare no iban a intervenir, pues sabían muy bien que era algo donde no tenían que meterse.

-- se que hize mal en no decirte nada cuando me fui de casa con los demás, y entiendo que estés enojada conmigo.

Hablaba mientras mantenía la cabeza baja, él, un dios tenía que humillarse ante una humana.

Si fuese el de antes, seguramente no estuviera haciendo todo esto, y ese pensamiento se le cruzó por breves segundos, aunque decidió explicar mejor las cosas.

-- no sé si me perdonaras después de esto, pero... te quiero.

Ese par de palabras hizo que el corazón de la azabache latiera a mil por hora, por un momento penso en abrirle la puerta y abrazarlo, pero no, tenía que explicarle todo para que ella pudiera perdonarle, aunque ya le haya explicado todo varias veces.

-- al menos escucha lo que te voy a decir, perdón por no avisarte que me iría un tiempo, perdón por no avisar cuando estuve de regreso, en verdad lo siento.

Soltó un suspiro de pesadez, ya le estaba fastidiando el hacer esto, tenía pensado en marcharse de una buena vez, pero eso sería algo muy inmaduro para un dios.

Sin más opción se teletransporto al interior de la habitación, ella no se dio cuenta, y para cuando lo hizo, sintió como le abrazaban por la espalda.

-- o-oye su-su-sueltame.

Intentaba salirse de aquel agarre que black le hacía.

-- lo siento.

Le susurró mientras su rostro se frotaba en la espalda de la chica, esta misma dejó de moverse en ese momento.

-- en realidad, lo siento. He sido muy egoísta contigo, no he sido el mejor novio para ti, espero y me perdones.

Siguió confesando y ella se dio la vuelta para verle.

-- te odio, te odio por no decirme nada.

Dijo mientras aún soltaba algunas lágrimas, le odiaba, odiaba esa parte de él, esa parte que no es considerada con los demás.

-- aún así te quiero, pero quiero que me expliques el porqué te desaparesiste de la nada sin avisarme.

Black levanto la mirada, encontrándose con una bella sonrisa, esa sonrisa que siempre le anda cautivando.

-- tuve que hacer algo importante.

Respondió pero eso no convenció a la azabache.

-- se que me ocultas algo, espero y me lo cuentes después.

Con algo de seriedad habló, black solo dio una leve sonrisa para luego acurrucarse en el pecho de la chica.

-- vaya, ¿los problemas se arreglan así de rápido?

Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora