Prólogo

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Un par de años atrás

El cielo estaba nublado, amenazaba con llover, los truenos se escuchaban en todo su resplandor pareciera que en cualquier instante se iba a romper a llover sin parar. En la mañana había hecho un bonito día con sol y está tarde no se asomaba nada de sol, solo una fuerte tormenta.

Aquella chica caminaba sin rumbo, unas gruesas lágrimas resbalaban en su cara, su corazón estaba herido y vacío. La sensación del vacío se sentía cada vez más grande. El viento azotaba en su rostro haciendo que su cabello se moviera a todos lados.

Camino por unos minutos más hasta que sintió que caían gotas en su cara, en la calle, en el pasto de las casas y siguió su camino hasta que la lluvia se intensifico. Sus lágrimas se mezclaban con la lluvia, se perdían entre ellas sin notarse. Su cuerpo estaba tan empapado que ni siquiera lo sentía.

Media hora después llego a su casa, sabía a ciencia cierta que nadie se encontraba ahí pues la madre de la chica había mencionado que tendrían un evento y que regresarían noche. Ella no fue por resolver otros asuntos y despedirse de la persona que creía amar, que ahora solo le partió el corazón sin medir las consecuencias.

El guardia de la puerta le abrió y la dejo ingresar, al llegar a la puerta de su casa ingreso dejando huellas de agua. Subió los escalones, fue directo a la habitación de sus padres, buscaba algo que sabía que sus padres tenían. Entro sin dudar al baño y abrió uno de los cajones donde había muchos medicamentos, busco entre ellos hasta dar con lo que quería.

Se fue de ahí, la adolescente se encerró en su recámara puso el pestillo para que nadie molestará. El llanto había cesado en un punto, solo estaba perdida en la nada.

Camino llegando al baño donde coloco aquel bote que llevaba en las manos en el lavabo, después se giro para sacar una cuchilla que guardaba en las gavetas del baño.

Teniendo todo fue directo a la bañera y abrió el grifo para que se empezará a llenar. Sus pensamientos estaban fuera de si, nadie podría controlarlos ni siquiera ella.

Pensó que ya no podría respirar al saber que la dejo, el vacío se intensificaba de alguna forma tenía que borrarlo, tenía que lidiar con la soledad que dejo. Aferrarse a la personas y crear mucho apego a ellas era la causante de está situación ahora.

Se culpo intermediarias veces porque siempre creía que era culpa de ella, cada que se alejaban era porque pensaba que todo era su culpa.

La bañera aún no se llenaba pero así se metió con todo y ropa de por si ya estaba empapada.
Se acomodo hasta quedar sentada en ella mientras el agua le cubría el cuerpo, estaba helada.

Giro la tapa del frasco que llevaba para sacar un puñado de pastillas, las vio sin sentir nada, ella estaba vacía.

Sin pensarlo se metió todas las pastillas que pudo a la boca, trago en seco haciendo que sintiera el sabor del medicamento. Se limpio la boca tratando de borrar el mal sabor, nada le impidió seguir.

Su cuerpo tiritaba del frío.

Alzó su brazo izquierdo para verlo, tomo la cuchilla que sujetaba con la otra mano. La coloco encima de la vena.

Encajo tan profundo el metal hasta que brotó la sangre de su muñeca, lo había hecho. Ya no había vuelta atrás. Levanto su otra mano para hacer el mismo corte.

Le tambaleó la mano, sintió que la vista se le nublaba por las pastillas y ahora el corte que tenía en la muñeca, solo faltaba una. No le tomo mucho tiempo ejecutar la acción.

La bañera estaba por llenarse por completo, la sangre se esparcía revolviéndose con el agua. Se teñía el agua.

La visita le fallaba ya, ya no enfocaba el cuarto de baño. Sintió que poco a poco cerraba los ojos.

Yo también quiero mi final feliz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora