2.- Luce como un sueño...

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(Pov: Albedo)

Me encontraba haciendo una practica en mi pequeño campamento en espinadragon, sucrose no estaba conmigo esta vez, puesto que se encontraba realizando un encargo en mondstadt, me concentré lo más que pude en el experimento, que constaba en crear un slime concentrando energía elemental, intenté centrar mi atención lo más que pude, cuando de repente...

Había creado el slime dendro, pero algo había salido mal...

Por qué está deforme?! Antes los había hecho y no salían de esta manera, por qué éste salió así?!
Analicé a la pequeña criatura, mientras intentaba encontrar lo que había fallado, mientras lo hacía, la pequeña criatura se acercó a mi en busca de una fuente de calor (puesto que no estaba acostumbrado al clima de espinadragon)
Pasaron unos minutos y el pequeño slime no se despegaba de mi ropa, analicé su apariencia, era más pequeño que un slime dendro común y al parecer, tenía los ojos más grandes, no pude evitar pensar que se veía tierno, supongo que lo conservare por un tiempo, pero en esta montaña no durará mucho tiempo.

Decidí bajar de la montaña en dirección a mondstadt con el pequeño slime, puesto que se estaba haciendo de noche y tenía que regresar por klee, espero que esa niña no haya causado muchos problemas hoy...
Llegué al edificio de los caballeros de favonius y encontré a la pequeña klee jugando alegremente con kaeya, supongo que Jean y Lisa no pudieron cuidarla hoy y dejaron a Kaeya a cargo, cuándo klee se dio cuenta de mi presencia, se acercó a mi rápidamente y me abrazó, correspondi su abrazo mientras le agradecía a kaeya por cuidarla.

(Narrador omnisciente)

Albedo se separó de la niña y se acercó a kaeya.

Albedo: muchas gracias por haber cuidado de klee, le debo una, capitán. -dijo el rubio con serenidad-
Kaeya: no hace falta tanta cordialidad, somos amigos, no es así? De igual forma, no fue nada, después de todo, no podía dejar a esta pequeña criaturita sola -respondió el moreno mientras daba algunas palmadas en la cabeza de la menor-

Aunque el rubio no quiera admitirlo, las palabras del moreno le dolieron, puesto que quería ser algo más que su amigo.

El alquimista salió del edificio junto a su pequeña hermana, quien estaba entretenida jugando con el pequeño slime dendro que había creado hace unas horas mientras el rubio le preguntaba sobre su día, cuando finalmente llegaron a su casa, el rubio fue a arropar a su hermana, cuando la menor finalmente se durmió, el alquimista fue a su propia habitación y volvió a pensar en el problema del slime dendro, puesto que no había llegado a una conclusión, fueron tantas las preguntas que llegaron a su cabeza que cayó rendido en su escritorio, abrumado por tantas preguntas, apoyó su cabeza en la mesa de madera y se quedó dormido.

(Pov: kaeya)

Salí del edificio de los caballeros de favonius en dirección a la taberna, no puedo dejar de pensar en aquel alquimista, quizá Rosaria tiene razón, me he enamorado de él, pero no puedo permitirme enamorarme, no cuando soy alguien en quien no puede confiar, no merezco su atención y no quiero enamorarme...

Pero no puedo evitar pensar en que él luce como un sueño...

Entré a la taberna y para mi buena suerte, solo se encontraba venti, así que me acerqué a charlar tranquilamente con él mientras esperábamos nuestras bebidas.

(Narrador omnisciente)

Habían pasado unas horas, el capitán y el bardo se encontraban completamente borrachos, el bardo un poco más que el capitán, puesto que ya había bebido un poco antes de que el moreno llegara, ahora ambos se encontraban riendo de cualquier estupidez que dijera el otro.

Venti: y entonces, Morax me tiró un meteorito solo porque le dije que su hijo estaba guapo, puedes creerlo?! -dijo el bardo y ambos estallaron en carcajadas-
Kaeya: enserio?! -preguntó el moreno entre carcajadas-
Venti: así es -dijo el bardo entre risas-
Kaeya: albedo una vez me mandó a volar por decirle un piropo -dijo el capitán entre risas-
Venti: no me lo creo -respondió el bardo y ambos volvieron a estallar en carcajadas-
Kaeya: tengo que admitir que me encanta, me parece tan atractivo... -dijo el moreno, pensando en el rubio y sonrojandose por la imagen que reflejaba su mente-
Venti: es atractivo, pero no es mi tipo, aunque voy a admitir que harían una pareja única, los opuestos se atraen -dijo el bardo mientras bebía una copa de vino-
Kaeya: tú crees? -pregunto el moreno-
Venti: así es, solo te hace falta confianza en ti mismo, y algo me dice que Albedo también está enamorado de ti -respondió el bardo-
Kaeya: por qué piensas eso?
Venti: debes estar ciego, amigo, solo hay que notar la forma en que te mira, sus ojos siempre están carentes de alguna emoción, pero cuando te ve, puedo notar un brillo peculiar en sus ojos, como si te deseara -explicó el bardo-

Kaeya se quedó en silencio luego de escuchar la declaración, albedo corresponde sus sentimientos? Por qué? El moreno no podía dejar de pensar en ello, no quería hacerle daño, le dolía pensar que Albedo podría sospechar muchas cosas de él y que lo viera con desconfianza, no se perdonaría si algo le pasara al alquimista por su culpa y no pudiera protegerlo...

Le dolía saber que se había enamorado y no podía hacer nada para cambiar sus sentimientos, y también le dolía el pensar que el rubio le correspondía, él no quería dañar a su amado.
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920 palabras

Hola, que les pareció el capitulo de hoy?? Sinceramente, me gustó el resultado, y por fin, pude hacerlo un poco más largo
En fin, muchas gracias por leer la historia, se les quiere muxo, sin más que decir, hasta la próxima

ᴏɴʟʏ ʏᴏᴜ [ᴋᴀᴇʙᴇᴅᴏ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora