Mockingbird

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-M-M-Mo...- Musashi trataba de decir alguna palabra pero la falta de oxigeno y sangre se lo impedían.

-No tiene caso que intentes maldecirme o insultarme. Te desmayaras en cuestión de segundos- Griffith se dio hasta el lujo de tratar a Muashi de tonto- Adiós, Musashi Zenin.- Griffith se largo dándole la espalda.

-More... More than words- dijo Musashi con su ultimo aliento.


Horas después Musashi había despertado. Lo logro, invoco a Chansey a tiempo para que lo curara.

-Mgh...- Musashi se puso de pie- ¿Que... Que rayos paso?- entre mas grave era una herida mas tiempo le tomaba a su Shikigami curarla. Un profundo y letal corte al cuello le debió haber tomado horas. 

Al salir del templo, el Zenin vio la ciudad devastada, escombros por doquier, destrucción, civiles muertos, niños que perdieron a sus padres, soldados con heridas letales o permanentes.

El Zenin no procesaba lo que veía, lo comprendía pero, con miedo, trataba de no procesarlo, ¿Era su culpa? No, era culpa de Griffith, pero... El lo había ayudado.

Mientras reflexionaba acerca de todo aquello, caminaba por la arrasada ciudad quedando justo frente a la cascada que la encubría. Fue en ese momento en el cual Musashi se quebró.

-Perdón,...- dijo en voz baja cayendo de rodillas-  ¡¡¡Perdónenme!!! ¡¡¡Por favor, perdónenme!!!- lloro y suplico Musashi lleno de arrepentimiento.


Mientras tanto en otra parte de las tierras Niponas, el ejercito de Griffith escoltaba a Homura hasta el castillo de Moscú. Durante todo el recorrido, Homura estaba completamente maravillada con el mundo. La blanca nieve, la brisa, los pequeños y grandes animales. Todas cosas que solo había escuchado en relatos y cuentos. 

-¿Disfrutando del paisaje, señorita Homura?- pregunto Griffith, quien cabalgaba junto a la chica poseedora de la técnica de los 6 ojos.

-Si... Vera, una toda una vida prisionera en una cómoda prisión me hace maravillarme con cosas que quizá para un Rey como usted son insignificantes.- admitió Homura con algo de vergüenza.

-Je... Para nada. Me parece adorable.- Griffith fingió romanticismo en sus palabras- Prometo que al llegar al Reino de Moscú le enseñare cada paisaje digno de su admiración. 

-Se lo agradezco de todo corazón, Rey Griffith.- dijo Homura con un rubor en sus ojos. 


Al caer la noche, el ejercito Ruso se encontraba festejando la nueva misión exitosa. Los soldados comunes cantaban y bebían en el pario frontal del castillo. Los de mas mas alto rango en la sala de convivios.

-Señorita Homura, ¿Le gusta este vestido? fue hecho por el mejor sastre de todo el reino.- dijo un sirviente tendiéndole un vestuario.

-¡Wow! Es enserio muy bonito- dijo Homura impresionada.

En la sala de convivencias, Griffith, vestido con sus prendas mas elegantes, esperaba a Homura. 

-Amo Griffith, es la primera vez que lo veo en una de estas fiestas- dijo Hades, también muy bien vestido.

-¿Hades? Nunca pensé que tu si las concurrieras- dijo Griffith.

-Hm, a mi esposa, Persefone, le gustan mucho.- dijo Hades a modo de queja- Disculpe mi atrevimiento, pero ¿A que se debe esta excepción?

-Veras, Hades, la razón... Es la señorita Homura- revelo Griffith.

-Eh?! Vaya, nunca me imagine a usted con intenciones de cortejar a una damisela- dijo Hades disimulando sus celos. 

¿El sobrino de Gojo? Chicas de Jujutsu Kaisen x tu (male reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora