Paul estaba lo suficientemente distraído mirando mis lunares, como para notar los grandes brazos de Sam tomándolo por la espalda.
Con un agarre fuerte, sereno y casi como si se tratará de un cuidador a un depredador salvaje en un trance.
Al tomarlo rápidamente lo levanto del suelo. Más en ningún momento lo separó directamente de mí.
Fue como si quisiera posicionarlo nuevamente en sus dos pies, y no de rodillas en el estacionamiento como se encontraba.
Aprovechando el desconcierto de la situación, decidí suspirar y dejar notar mi cansancio de 12 horas de vuelo, incluido el vuelo escala.
Sam me miró, como si quisiera repetir sus palabras anteriores.
Así que tome mi única maleta pequeña que aún tenía en mis manos y subí al auto.
Me coloque en la parte de atrás, justo en detrás del conductor.
El señor Paul, como si se moviera por inercia, le arrebató mis maletas a Sam, las colocó en el asiento del copiloto en lugar de la maletera, lo cual fue extraño.
Y se colocó así mismo en la parte de atrás a mi costado.
Mirando a Sam, insistiendo que este ingresé a la gran camioneta.
Paul me miraba todo el rostro, analizandome, mirándome de una forma que nunca había visto antes en otros ojos.
Se acercó, agarrando el cinturón de mi asiento, abrochandolo, de forma rápida. Una vez sus manos estaban cerca mío, me acomodo la chompa que se me había subido un poco al subir al auto. Me acomodo los lentes y me quito la mochila pequeña de mi regazo.
--Gracias señor Paul, es muy amable.
Sus ojos no rompían ningún contacto visual, cuando vio como movía mis manos.
Vio un pequeño papel arrugado en mi mano derecha y me lo quito con suavidad, siempre siendo atento.
--Oh sí, es la dirección del pequeño apartamento que rente por 11 meses, también está la dirección de la cafetería en la cual trabajaré.
--Tu te tienes que quedar en la reserva, no puedes estar lejos de la manada, ni mucho menos lejos de mí.-- Sam, conduce de una vez.-- Manifestó Paul
--Ann escucha, recuerda no utilizar tus habilidades hasta que estemos en el lado correcto del bosque. Si los vampiros te huelen, sería más que peligroso-- dicto Sam.
--Sam explícame cómo funciona su olor y sus habilidades otra vez.--Hablo el Beta
--Su especie posee un tipo de escudo con referencia a su olor, se adapta y acopla al olor más cercano que pueda encontrar. Por ejemplo, ahora huele como humana. Cuando esté con nosotros olerá como metamorfa, y si se junta con algún frío-
--Eso no pasará nunca- dicta Paul.
Paul se veía como un adulto muy serio pero no dejaba de mostrarse accesible hacia mí.
--Es exactamente como dice el señor Sam, sin embargo, el escudo se rompe una vez que activo mis habilidades y muestro mis ojos violetas. Una vez activa, supuestamente tengo un olor característico, un olor grisha.
--Ojos violeta?-- menciona Paul sonriendo de costado.
--Asi como ustedes se convierten en lobos, o a los vampiros les aparece colmillos, a los grisha les cambian el color de ojos, en mi caso violeta.
--Me gusta ese color.
No puedo evitar sonreír por como me mira y lo delicado de sus palabras.
--Señor Sam, podría llevarme a mi departamento por favor?
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Más allá de los humanos - Paul lahote
FantascienzaHace exactamente un año Ann empieza a tener un sueño. Ese sueño era muy pequeño e inusual. Ann suele no comprender todo lo que la rodea, e intenta estar bien con aquello. Pero no puede evitar sentir curiosidad. Así que empezó a estudiar ese pequeño...