Cap.8

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P.O.V katniss:
Llegamos a la estación,no suelto en ningún momento la mano de peeta,se que para él debe ser incomodo,pero no quiero soltarlo,subimos al tren,si tuviera que describirlo con la primera palabra que me viniera a la cabeza en ese momento sería:lujoso,candelabros de cristal,mesas hechas con madera exótica,sillones y comida que se ve demasiado perfecta para ser real.

-voy a buscar a su mentor,¡seguro esta en el vagón bar!-exclamó Effie haciendo una mueca de enfado.

Salió del vagón hablando entre dientes,peeta se giró hacia mí,abrió una y otra vez la boca como si no supiera que decir realmente,pero al final hablo.

-¿has hablado con el?-me pregunto peeta con un tono nervioso.

-unas cuantas veces.-le dije yo rápidamente.

-¿en serio?-me preguntó con un tono inquisitivo.

-va muy seguido al quemador,tú sabes a comprar...-deje la frase sin completar para hacer una seña con mis manos fingiendo estar tomando de una botella.

Peeta rió un poco y miro sus manos con nerviosismo,no sabía qué hacer en estos momentos.

-yo...-dijo el intentando terminar la frase,pero me interrumpió el sonido de la puerta del vagón abriéndose de golpe,la voz de haymitch me causo extrañamente un sentimiento muy viejo y conocido,nostalgia.

-¡hola!,¿donde esta el hielo?-nos pregunta casi gritando,sentí el impulso de cubrir mis oídos pero no lo hice.

-no lo se.-dijo peeta un poco confundido.

-¡muy bien!-dijo azotando la tapa de la cazuela metálica,que al parecer estaba vacía.

-y,¿cuando empezamos?-preguntó peeta sin perder ese tono nervioso que ha tenido todo el tiempo.

-¿que cosa?-preguntó haymitch mirándolo con el ceño fruncido.-¿quieren que los ayude a aceptar su muerte inminente?-nos preguntó soltando una carcajada,Peeta pareció enfadarse,aunque no estaba muy segura,esas cejas tan pequeñas y rubias que tiene se fruncieron mostrando lo enfadado y en desacuerdo que estaba.

-eres nuestro mentor,se supone que debes darnos consejos y conseguir patrocinadores.-dijo peeta colocando sus manos sobre su frente como si tratara de no perder el control,pero en ningún momento dejo de mantenerle la mirada a haymitch.

-muy bien,¿quieres un consejo?,sigan con vida.-eso logró explotar a peeta de una manera extraordinaria,jamás creí que una persona se pudiera poner tan roja.

-¡ya es suficiente!-exclamó Peeta levantándose pero Haymitch le puso un pie en el pecho,provocando que al hacer un movimiento tan brusco el whisky de su vaso se derramara en el pantalón de Haymitch.

-me hiciste manchar mi pantalón nuevo.-dijo Haymitch,se levantó y camino unos cuantos pasos hacia la puerta del vagón,pero al estar a punto de cruzar la puerta vomito,para después caer desmayado sobre su vomito.

Mi boca se abrió formando una gran "O",de asombro,sentía que la comida se me saldría por mi nariz de las horribles ganas que tengo de vomitar.

Pero no lo hice,en cambio me heche a reír junto con peeta,¿demasiado cruel?,peeta se levantó y movió un poco a haymitch colocándolo contra la pared para que no durmiera sobre su vomito.

-Peeta no servirá de nada,dejalo.-le dije tranquilamente tratando de concentrarme en sus ojos.

-supongo,nada va hacer que nos volvamos agradables frente a él,¿no?-me preguntó riendo un poco,sus mejillas enrojecieron y un recuerdo vago vino a mi mente,él sosteniendo a un bebé,sonreía y mostraba sus muy blancos dientes,recuerdo haberle dicho,"que tiernos se ven mis dos bebes",sus mejillas enrojecieron de igual manera que en este momento.

-gracioso.-le dije riendo,él me miró dulcemente,penetrando dentro de mí con esos ojos tan azules,en mi estómago se formó un nudo que incluso dolió.

-¿en serio?-me preguntó sonriendo tímidamente,sin tener el valor suficiente para mirarme mientras hacía la pregunta.

-en serio.-lo abrace por qué necesitaba sus brazos,poder llenarme de su dulce aroma,pero también lo hice por tratar de esconder mi incomodidad en su camisa.

Era extraño abrazarlo así por qué si,yo no soy así,me separe de el rápidamente,haciendo que el movimiento pareciera un poco brusco,le sonreí para que no pensara nada extraño.

Nos cambiamos de vagón ya que quería tener un lugar en privado donde pudiéramos hablar,nos contamos chistes y reímos durante horas,Peeta tenía un gran sentido del humor,se burlaba incluso de si mismo,es de ese tipo de personas que de tan solo hablar unos minutos con ellas te das cuenta de lo único y original que es.

Llego la hora de la cena,pero ni Peeta ni yo teníamos apetito,terminamos por entrar a mi habitación y sentarnos a hablar hasta que fue de madrugada.

-Peeta,¿podrías dormir aquí?-le pregunte haciendo un puchero,él me miró unos segundos y parpadeo varias veces como si no se creyera lo que le pregunte hace solo segundos.

-claro.-me respondió tartamudeando y enrojeciendo fuertemente.

Se recostó en el sofá que había a unos escasos metros de mi cama,hubiera querido que durmiera conmigo,pero eso era demasiado pedir.

No se por que pero dormir cerca de él hace que me sienta segura,espanta a las pesadillas.

No sé en que momento caí dormida,pero estoy segura de algo:

"Hace años que no dormía tan bien."

Mi vista se dirigió a la derecha donde se encontraba Peeta con sus ojos cerrados y su rostro tranquilo,parece un bebé cuando duerme,sus pequeñas y rubias cejas se relajan,su barbilla partida,sus largas y gruesas pestañas.

¿En qué momento de la noche llegué aquí?

-Peeta.-lo llamo en un susurro,sin embargo no tengo la intención de despertarlo.

Me levante del sofá con cuidado para no despertarlo y me fui a un vagón que tenía grandes ventanas y sofás lujosos,al cual me gustaría llamar "el ventanal" ,ya que prácticamente todo lo que lo recubre es cristal,me quede observando todo durante unos minutos,tal vez pudieron ser horas.

Después de eso me dirigí a desayunar,donde me encontré a Haymitch y Peeta hablando,la mirada de Peeta se dirigió a mí mientras me mostró sus blancos dientes,se paró y me ofreció su silla,yo me negué intento tomar otra silla pero él era tan insistente que termine por ceder.

Me acerco la silla a la mesa y me sonrió incluso con más alegría que la primera vez,me estaba comenzando a asustar un poco su gran sonrisa.

-y,¿qué estaban haciendo?-le pregunte a ambos que parecían haber dejado el tema de lado.

-estaba dándome consejos.-me dijo Peeta sumergiendo un trozo de bollo de queso en una taza para después metérselo a la boca.-prueba esto,lo llaman chocolate.-dijo acercándome una taza con el humeante liquido dentro,tome un sorbo y lo saboree cerrando los ojos.

-genial.-dije yo mirando a Haymitch cuestionándolo con la mirada.-vamos,yo también quiero escuchar.-dije tomando un trozo del mismo bollo de queso de Peeta mientras lo sumergía en el chocolate de Peeta,él me miró y sonrió tímidamente yo le regerese la sonrisa lo mejor que pude.

-no vayan a la cornucopia,será un baño de sangre,salgan lo mas rapido posible de ahí,busquen escondite,los árboles son buena opción,no coman ninguna planta a menos que estén cienporciento seguros que no es venenosa.-así se pasan los días,nos da consejos,como todo lo que me ponen enfrente,mientras trató de retener el mayor número posible de todos los consejos que me da.

Tal vez tras un persona tan destrozada como él haya mucha sabiduría escondida.

➳¿Y si nada hubiera pasado?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora