💥 08.- MI Katsuki 🐾

2.2K 197 21
                                    

Kirishima gruñó por los intensos rayos de sol que entraban por la ventana abierta y, a regañadientes, abrió los ojos.

Y, al hacerlo, sintió que su mandíbula se desencajaba ante tal escena.

Acurrucado en su pecho, ya no estaba aquel lindo gatito de pelaje rubio cenizo de la noche anterior.

¡No, señor!

Estaba Bakugo, quien había vuelto a la normalidad y, se encontraba totalmente desnudo, hecho un ovillo, con el rostro hundido en el pecho del pelirrojo.

-¡¡B-B-B-BA... BAKU....!!– el rostro de Kirishima estaba casi tan rojo como su cabello y, por los nervios, no era capaz de articular bien las palabras.

Bakugo gruñó molesto, frotando su rostro contra el pecho del pelirrojo.

-Cállate, pelos de punk…– ordenó.

Parecía no darse cuenta que había vuelto a la normalidad.

Kirishima lo tomó por los hombros y lo separó un poco de su cuerpo. Bakugo abrió los ojos, aún medio adormilado.

-¡¡¡VOLVISTE A LA NORMALIDAD, BAKUGO!!!– gritó Kirishima con alegría.

Bakugo abrió los ojos al máximo, mirando sus manos. ¡No eran patas!

Bakugo sonrió y, si su orgullo se lo permitiera, seguro se habría puesto a llorar ahí mismo.

Pero no lo hizo.

-¡Estoy tan feliz, Bakubro!

Kirishima abrazó a su amigo, sintiendo una inmensa felicidad en el pecho, dejando salir unas cuantas lágrimas de sus ojos.

¡Su amigo había vuelto!

Bakugo correspondió el abrazo, ocultando su rostro sonrojado en el cuello del pelirrojo.

Todo parecía perfecto, pero…

… como una flash, Kirishima recordó que Bakugo se encontraba desnudo y trató de separarse, pero el chico explosivo se lo impidió, apretando más el abrazo.

-¡B-Bakugo, e-estás desnudo…!– tartamudeó Kirishima, nervioso.

Bakugo sonrió y pegó sus labios al oído de Kirishima.

-Cuando era un gato también estaba desnudo y, aún así, me acariciabas por todos lados, ¿por qué te avergüenzas ahora, tiburoncito?– susurró con una voz sensual.

-¡E-Eso era diferente!– trató de defenderse el pelirrojo.

-Yo no veo la diferencia.

Bakugo ronroneó en el oído de Kirishima, haciendo que éste se estremeciera.

-B-Bakugo, no creo que…

Bakugo se separó de Kirishima y cubrió su desnudez con las sábanas. Y un silencio incómodo se hizo presente en la habitación.

Ambos querían decir algo, pero no sabían cómo empezar, hasta que…

-O-Oye, Bakugo… sobre lo de ayer…– comenzó Kirishima, nervioso, evitando ver a su amigo. –¿P-Podrías olvidar lo que dije?– sonrió con tristeza.

-¡¿Ah?!¡¿Qué diablos dices, idiota?!– exclamó Bakugo entre enojado y decepcionado.

-Yo… no debí confesarte mis sentimientos mientras estabas bajo el efecto de aquel Don, ¡no fue de hombres!– se disculpó, apretando los puños sobre sus rodillas.

Bakugo lo miró en silencio, sintiendo su pecho contraerse por las palabras de Kirishima.

-No quiero que me odies y te alejes de mí, pero… no sería correcto obligarte a corresponder mi amor, así que…– Kirishima sonrió sin fuerzas, mirando a Bakugo. –…sigamos siendo amigos, ¿si, Bakubro?

Ore no chiisai NEKO -俺のちさいい猫-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora