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— ¿Bueno? ¿Señor Jung? — Hoseok trataba de no dejar caer las hojas que había sacado copias para el contador mientras escuchaba por el móvil sostenido entre su cabeza y su hombro.
— Si el habla — respondió tratando de que nada terminara en el suelo.
— Solo deseamos saber el motivo de que su hijo no asistiera hoy a la escuela — al escuchar eso sus manos perdieron un poco de fuerza.
Dejó los papeles sobre el escritorio y sostuvo mejor el móvil.
— ¿De qué está hablando? Por la mañana deje a Kook frente al colegio como cada mañana — trataba de relajarse y no liberar hormonas que delataran su obvia preocupación.
— La maestra de Kook nos reportó que el niño no llegó hoy, deseamos saber el motivo para justificar la falta, de lo contrario podría perder la beca. ¿Esta seguro que lo dejo? — el omega trato de respirar, no podían darse el lujo de perder aquella beca.
La colegiatura era muy costosa, ni comiendo sólo arroz diario podría juntar para pagarla.
— Si lo deje, pero antes de entrar me dijo que se sentía mal, le dolía el estómago y tenía algo de fiebre, mañana llevaré el comprobante para justificar la falta, gracias — colgó con rapidez la llamada.
Paso sus manos por su rostro y cabello, sintiendo como los nervios de que algo le pudiese pasar a su hijo comenzaban a invadir su cuerpo.
— ¿Estas bien? — preguntó Jimin, un amigo omega al igual que él.
— Kook no entró al colegio — habló rápidamente tratando de pensar dónde pudiera estar su hijo.
Era la primera vez que pasaba por ello, incluso nunca imagino tener que vivirlo, Kook era un niño muy responsable, que hasta ahora creía que no sería capaz de algo como ello.
— ¿Por qué no le llamas? Hace un año le regalaste ese móvil para este tipo de situaciones — comentó Jimin tratando de ayudar.
Hoseok asintió y sacó el móvil, llamando pero no tenía éxito, podía escuchar los tonos de llamada, para después escuchar la contestadora.
— Dejame intentarlo — Jimin sacó su móvil, pero obteniendo el mismo resultado —. ¿Llamamos a la policía? — sugirió Jimin.
— No, si se enteran que un omega que vive solo perdió a su hijo pueden quitarmelo, justificando que no soy capaz de cuidarlo yo solo — explicó tratando de tomar aire.
— Lo has cuidado bien durante doce años.
— Les va a importar muy poco lo que he hecho durante doce años para fijarse solo en el ahora, eso es el hecho de que no sé donde está Kook — se puso de pie para marcharse.
— ¿A donde vas? — preguntó siguiéndolo.
— Le pediré el día al señor Kim, necesito ir a buscarlo — se alejo para llegar a la oficina de su jefe.
