— Pasa a la primera cita — habló Yoongi por el teléfono del consultorio.
Estaba cubriendo a un amigo, las cosas administrativas podían esperar, prefería estar ahí, atendiendo a los pequeños. Se encontraba de espaldas a la puerta, acomodando los dulces que había llevado para regalarle a los niños cuando se portaban bien.
— Hoseok — murmuró bajo antes de que la puerta fuera abierta.
Sintió el aroma en el pequeño Kook cuando fue a verlo, ahora ahí, Jin tenía razón, el aroma a vainilla y regaliz eran poco comunes e inconfundibles.
Al girarse pudo verlo, ahí estaba con un Kook en brazos, a pesar de tener doce años sin verse, parecía que el tiempo se había detenido.
— Yo esperare a otro doctor — informó el omega deteniendo su andar.
— No me siento bien — habló Kook antes de que Hoseok pudiera huir.
— Hoseok espera — pidió Yoongi sin acercarse.
— No Yoongi — Hoseok se alejo otro poco.
— ¿Yoongi? — Kook levantó su rostro viendo al hombre pálido nuevamente.
Solo esperaba que no dijera nada de su primer encuentro.
— ¿Él es papá? — el menor sonrió.
— No y tampoco será el médico que te atienda — respondió tratando de salir.
— Por dios Hoseok, si no quieres hablar conmigo de todo lo que pasó esta bien, pero déjame revisar a Kook — pidió sin dejar de verlo.
Hoseok suspiró antes de acercarse para que revisara a su hijo.
— ¿Tomaste algo que te pudiera hacer daño? — preguntó Yoongi después de realizar la revisión de rutina.
— Leche entera, mi cuerpo no la digiere bien — mencionó, al tiempo que intercambiaron una sonrisa cómplice.
— Entiendo, te recetare un medicamento que te ayude con los síntomas, es preferible que estés en cama descansando lo que resta del día y mañana, si te sientes mal pueden venir nuevamente y preguntar por mi — Yoongi sonrió caminando al escritorio para redactar la receta.
Hoseok no dejaba de verlo, habían pasado largos años, de tantos lugares, de tantas formas en las que en algún momento se imagino verlo, jamás le pasó por la mente aquella imagen de lo que estaba sucediendo ahora.
— Eso es todo, espero que mejores pronto Kookie — mencionó Yoongi dejando la receta sobre el escritorio y un caramelo que Kook tomó con rapidez.
— Gracias — respondió el pequeño llevando el caramelo a la boca.
El omega agradeció tomando la receta y camino a la salida, antes de salir se giro para ver al alfa.
— Yoongi yo... — no sabía cómo comenzar a hablar.
— Esta bien Hoseok, no quieres hablar conmigo lo entiendo, al igual que lo entendí hace doce años cuando pediste que me alejara de una vez por todas, no te busque como me lo pediste, jamas te obligue a nada, menos ahora te estoy obligando o pidiendo una explicación de por qué tienes un hijo de doce años, solo soy el médico que atendió a su paciente — habló tratando de no sonar tan frío —. Si me permites, la siguiente cita me está esperando — añadió archivando el expediente de Kook.
Hoseok suspiró y tomó de la mano a su hijo para salir de ahí, Yoongi tenía razón en todo lo que había dicho.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
25 años antes
— Jugaremos en el bosque, mientras el lobo no está, lobo lobo ¿estas ahí? — coreaban los niños en el parque.
Yoongi estaba sentado debajo de la resbaladilla, trataba de evitar a esos niños que no le dejaban jugar cómodamente en el lugar.
Pero ningún sitio era perfecto.
— No queremos niños enfermos aquí — habló uno de ellos cuando lo encontró.
— Si, no queremos que nos contagies, es mejor que te vayas de aquí — le siguió otro niño.
El pálido iba a pedir que se detuvieran, que solo deseaba jugar un poco, no les estaba haciendo daño, pero entonces otro niño se interpuso entre él y aquellos niños.
— Es mejor que ustedes se vayan, no queremos ser igual de molestos — pidió aquel niño de forma amable.
— ¿Qué? ¿Eres amigo de este niño? ¿De seguro ya te contagio? No queremos niños enfermos aquí — respondió el niño que parecía ser el líder de ellos tres.
— Si no se van de aquí y dejan de molestarlo haré que coman tierra — el niño se interpuso más,
— Si claro, un niño enfermo como tú — se acercó el contrario un poco.
Hoseok se impuso un poco más.
— Váyanse si no quieren que cumpla mi palabra — tomó un puño de tierra y la acercó a ellos.
— Son unos enfermos — fue lo último que dijeron aquellos niños antes de alejarse.
Yoongi suspiró de alivio, podía seguir ahí escondido, aunque seguramente ya por hoy no irían a molestarlo.
— ¿De verdad harías que comieran tierra? — preguntó Yoongi sin dejar de ver al niño que lo había defendido.
— Si, nadie debe ser molestado — sonrió dejando ver como un corazón se formaba con sus labios —. Soy Jung Hoseok, pero puedes decirme Hoseok o como desees llamarme — se quedo frente a él viendolo.
— Soy Yoongi, Min Yoongi, puedes decirme Yoongi o como desees llamarme — respondió el pálido.
Era la primera vez que mantenía una conversación con uno de los niños del parque.
— Gigi, suena bonito decirte de esa forma, pero vamos a jugar — Hoseok acercó su mano para que Yoongi la tomara.
— Esos niños no son los únicos que me molestan, prefiero estar aquí hasta que vengan por mi — explico sin moverse de su sitio.
Hoseok asintió y tomo asiento a su lado.
— ¿Por qué no vas a jugar? — le preguntó Yoongi volteando a verlo.
— Mi nuevo amigo prefiere estar aquí sentado, así que aquí estaré, me quedaré aquí contigo Gigi — le informo sonriendo.
Yoongi sintió una sensación cálida en su pecho, su madre decía que por su complexión, sería un omega probablemente, esperaba que de ser así encontrará un alfa como Hoseok o que fuera él su alfa.
Le gustaba estar ahí con Hoseok a su lado, respetando su espacio, su forma de ser y su aspecto, en ese momento no lo sabía, pero lo que más le gustaba era Hoseok y al contrario, desde mucho tiempo antes había sentido esa atracción por él.
Las almas destinadas en algún punto logran encontrarse.
