☆ t𝘄o ☆

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Hyunjin continuaba estirando sus piernas durante aproximadamente 15 minutos, tomando descansos cortos para hidratarse. Comenzaba a sudar por el cansancio cuando los ejercicios aumentaban de dificultad hasta soltar jadeos de dolor inconscientemente, todo aquello bajo la atenta mirada de Heejin a sus espaldas.

La rubia fingía no mirarla, pero tampoco se le daba mucho eso de disimular así que cuando duró más tiempo de lo estimado mirando el cuerpo de Kim y ésta lo notó, aprovechó el notable nerviosismo tras morder sus propios labios. Dejó las pesas que había estado levantando y sacudió sus manos acercándose hacia la pelinegra sin despegar su mirada en ningún segundo.

Desde que descubrió que ponía nerviosa fácilmente a Hyunjin se había convertido en una de sus actividades favoritas, además era bastante atractiva con un físico digno de admirar.

-¿Necesitas ayuda, Kim? -preguntó a sus espaldas tomándose la libertad y atrevimiento de colocar su mano encima de su hombro.-

La mencionada pareció encogerse en su lugar unos instantes, mirando por el reflejo del enorme espejo frente suyo a su mejor amiga sacando su celular apuntando en dirección a ellas; la iba matar si se enteraba que se burlaba de ella tomándole fotos.

-Eh... bueno es que se me complica hacer un ejercicio de estiramiento pero no quisiera molestarte talvez tienes más cosas por hacer.

Jeon negó con la cabeza, tomó otro tapete color fucsia colocándolo unos centímetros a lado del de Hyunjin. Verificó la hora en el reloj sobre su muñeca, sonriendo al notar que faltaban pocos minutos para cerrar el gimnasio y aquello le favorecía de acuerdo a sus planes.

-Está bien, no es molestia y después de todo es mi trabajo cómo entrenadora.

Hyunjin asintió preparándose mentalmente para no cometer alguna otra estupidez y no quedar en ridículo frente a tremenda mujer.

-Bueno dime ¿en cuál quieres que te ayude?.

-En el de abrir las piernas, la verdad no soy tan flexible.

-Nah, sólo cuestión de saber relajar tus musculos y hacerlo poco a poco. ¿Tienes puesto el gel muscular?

-No tengo, creí que no sería necesario.

-Claro que lo es porque así evitas lesiones.

Hyunjin asintió algo ida por encontrar tan fascinante el simple hecho de que Heejin le estuviera explicando algo tan simple, pero en sus propias palabras era romántico que compartiera con ella sus conocimientos de forma tan amable y con su voz grave que ciertamente le gustaba mucho.

-Puedes usar del mío si gustas

-Muchas gracias -estaba por tomar el frasco, pero Jeon lo había abierto primero colocando el gel transparente en los cuatro dedos de su mano derecha. Hyunjin pasó saliva repentinamente tensa por haber interpretado esa acción de otra forma, peor con la mirada extraña y fija de la rubia sobre sus ojos.- ¿Vas a...?

-Abre las piernas.

Mierda, mierda y más mierda. Se había sonrojado inevitablemente y pudo hasta sentir sus orejas calientes, pero no podían culparla si cualquier persona pudo haber interpretado aquellas palabras de la misma forma en que ella lo hizo...¿cierto?.
Pasó saliva obedeciendo con algo de torpeza, le daba tanta vergüenza y encima con el hecho de que había más compañeras suyas al rededor aunque ninguna parecía estar realmente concentrada en lo que sucedía, pues todas hacían lo suyo y otras mientrss escuchaban música, a excepción de Hyejoo que sabiendo los sentimientos de su mejor amiga hacia la instructora miraba todo de vez en cuando con una sonrisa ladina.

-¿Así está bien..?

Heejin tomó sus tobillos para abrir más sus piernas, relamiendo sus labios tras pensar en las varias cosas que podía hacer teniendo a la linda pelinegra en esa posición delante suyo. Pero debía controlarse, había gente al rededor y no sabía si a la más baja le resultaría buena idea.

Frotó sus manos entre sí y sin más comenzó a acariciar delicadamente la piel blanquecina de Hyunjin, satisfecha por lo suave que ésta era.

-Se siente caliente. -confesó Kim, mordiendo sus labios sin estar segura de que la tensión sexual fuera mutua o si era simple idea suya. Pensó también que aquello talvez lo hacía con otras chicas del gimnasio o principiantes, no le gustaba la idea pero tampoco podía quejarse.-

-Es normal, significa que está estimulando cómo debería.

Su cabeza estaba hecha un lío de pensamientos indecentes. Es que ya no sabía si Jeon estaba usando esas palabras a propósito y el hecho de que acercara sus dedos hacia su entrepierna apretando con algo de fuerza justamente ahí empeoraba todo; sin mencionar que los sexys músculos en sus brazos se marcaban cada que los doblaba y ahora tenía miedo de mojar sus bragas tan sólo por aquello.

-Bien, creo que ya podemos continuar.

Se levantó estirándose un poco por haber estado tanto tiempo agachada.

-Ahora si, intenta abrir tus piernas por completo hasta formar una línea recta con ellas.

Kim obedeció suspirando hondo mientras usaba fuerza sobre sus dedos para sostenerse de suelo y evitar caerse. Cuando creyó que lo había conseguido sonrió hacia Heejin, quien le devolvió la sonrisa algo divertida.

-Intenta poner tu espalda recta para poder hacerlo mejor, vamos no es tan difícil linda.

Aquel apodo la tomó por sorpresa, haciendo que perdiera el equilibrio y cayera boca abajo sobre el tapete.

Heejin abrió sus ojos con sorpresa y se acercó rápidamente para tomarla por la cintura y enderezarla. Sintió su espalda recargándose contra su pecho y la respiración agitada de la contraria. Su rostro se había alzado para mirar a Jeon, sus ojos se encontraron y el agarre de la rubia sobre la cintura ajena se intensificó.

-¿Estás bien?

Hyunjin sólo pudo asentir sin realmente haber escuchado la pregunta, estaba más concentrada en asimilar lo que estaba sucediendo.

Jeon reaccionó primero, carraspeando para soltarla cuando Hyunjin juntó de nuevo sus piernas. Ambas algo avergonzadas miraron hacia los lados, notando que todas estaban caminando hacia el área de duchas y vestuarios. Heejin miró de nuevo su reloj, sorprendida por lo rápido que pasó el tiempo.

-Parece que ya es hora de cerrar.

Se levantó ayudando a la pelinegra tomándola de la mano. Sacudió su ropa y la vió hacer una reverencia agradeciendo después.

-Bueno, supongo que ya debo irme.

Kim tomó su bolso del casillero guardando su botella ahora vacía para apresurarse hacia la salida, pero Heejin la detuvo tocando su hombro.

-Olvidé decirte, mañana también habrá entrenamiento por si gustas venir.

-¿A la misma hora?

-Sip.

-Bien, entonces acá estaré.

Sin más se fue luego de compartir sonrisas torpes, Hyunjin apenas subió a su auto dejó caer su cabeza con algo de fuerza sobre el volante causando que el claxon sonara haciéndola saltar del susto.

-Ay dios soy tan torpe.

Suspiró pesado colocando las llaves para arrancar de una vez por todas, sin saber que Jeon estaba en la salida riendo de ella tras haberla visto asustarse. Tampoco sabiendo que Heejin estaba sintiéndose atraída por ella, más que los días anteriores.

𝗴𝘆𝗺 - 𝟮𝗷𝗶𝗻 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora