★ : eight ! 𝘀𝗺𝘂𝘁

1.2K 41 1
                                    

Los labios vaginales de Kim estaban siendo estimulados encima de la delgada y húmeda tela de sus diminutas bragas por la rodilla de su novia, quien estaba encima suyo con su brazo izquierdo a su costado sobre el sofá de la sala de estar, su otro brazo doblado por estar tomando a la mayor del cuello ejerciendo algo de fuerza que hacía delirar a la sumisa ocasionando esos ya conocidos sonidos de placer que emitía solamente cuando su novia estaba tomando control de ella. Una de las piernas de Jeon estaba aún situada sobre el suelo de su departamento para no perder el equilibrio al estar inclinada besando los otros labios de la pelinegra con sus lenguas enrolladas compartiendo aliento, moviéndose sin pudor alguno hasta llegar a sentir hilos de saliva al rededor de sus bocas resultando excitante para ambas mujeres con sus cuerpos ardiendo siendo dominados por la lujuria.

Cuando sintió que unos fluidos se deslizaban por su rodilla sonrió en medio del beso, dejando una mordida cómo castigo por haber tenido ya un orgasmo cuando ni siquiera había comenzado del todo la acción esa noche.

"¿Te permití venirte?"

Hyunjin negó en un tono de voz casi inaudible con sus piernas temblando, pero tampoco pudo resistirse con la deliciosa fricción directamente sobre su clítoris ya hinchado. Un grito salió de su garganta cuando una palmada sobre su sensible vagina fue solicitada repentinamente; le dolió pero más que eso la había excitado de sobremanera y ni siquiera sabía que su cuerpo podría disfrutar de torturas sexuales.

"Sabes que me encanta verte tan mojada por mí, pero gatita habíamos quedado en que no tendrías un orgasmo hasta que yo lo permitiera. Las niñas malas reciben castigos de mami, ¿cierto?."

"Heejin ... ya no-"

Otra palmada sobre su intimidad interrumpió las palabras que tanto le costaron formular sin emitir un jadeo de por medio. El placer la había hecho olvidar que durante el acto a su caprichosa novia no le gustaba ser nombrada así.

"Ahora soy mami, no Heejin, ¿Quedó entendido o debo darte suficientes palmadas en tu húmedo coño hasta que quede bien grabado en tu cabecita?"

"Lo siento mami, pero ya no aguanto más. Necesito tus dedos dentro mío, por favor, gatita quiere ser destrozada por los dedos de mami."

Jeon soltó un gruñido profundo y ronco, su vagina palpitó ante la manera tan sucia en que su novia estaba suplicándole que la follara, el meneo en sus caderas no estaba ayudando en lo absoluto a mantener su principal idea firme.

Así que una idea mejor cruzó por su cabeza, su sonrisa fue evidente señal para Kim de que algo nuevo estaba planeando su adorada rubia.

El cuerpo de la mayor fue tomado entre sus manos, importando un carajo que sus zapatos hayan quedado tirados en el suelo; se dirigió a su habitación en dónde arrojó con fuerza el cuerpo contrario, admirando las pupilas dilatadas y brillosas de Hyunjin quedándose perdida en su mirada unos segundos manteniéndose estática con su mano en la puerta de su armario.

"¿Qué hará mami con gatita?"

Volvió a la realidad tras la suave voz llamándola, sonrió una vez más alzando ambas cejas como respuesta ahora abriendo la puerta de madera rebuscando entre las bolsas que tenía hasta finalmente encontrar el objeto que ahora sería de mucha ayuda. Arrastró el sofá individual rojo desde su escritorio hacia el centro de la habitación, ahora dirigiéndose a Hyunjin con la cuerda de sujeción entre sus manos.

"Mami se va a divertir un rato con el cuerpo de su gatita, porque tu cuerpo me pertenece. ¿Cierto?"

"Soy toda tuya, mami."

Kim no dejaba de sonreír sumamente entusiasmada por lo que estaba a punto de suceder, ahora estaría cumpliendo una de sus más profundas fantasías sexuales junto a la chica que comenzaba a adorar sin haberlo imaginado incluso antes cuando eran simples conocidas o instructora y alumna de gimnasia.

𝗴𝘆𝗺 - 𝟮𝗷𝗶𝗻 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora