Durante las siguientes seis semanas Heejin había conseguido el número de Hyunjin por lo tanto había aprovechado aquello para conversar más seguido por chat, incluso habían hecho tres llamadas en dónde se entretuvieron contando sobre experiencias vergonzosas o de vez en cuando jugando algún videojuego que recomendaba la rubia. Hasta que finalmente, se llenó de valor para pedirle una cita a Hyunjin y aunque pareciera estúpido le sorprendió que la pelinegra haya aceptado ir con ella; ahora mismo se encontraba camino a su hogar pero antes se detuvo en un parque cercano a comprar un pequeño ramo de flores que sabía eran las favoritas de su enamorada.
"Estoy siendo muy cursi, iugh." Pensó para sí misma sintiendo que se desconocía pues era la primera vez en años que actuaba de aquella forma tan interesada hacia algún ligue pues los que fueron más recientes habían sido solamente para tener sexo y coqueteos en broma pero aquella cabellera negra, ojos oscuros y expresiones faciales adorables que le recordaban a un gatito estaban sacando aquella parte de sí misma que creyó haber guardado muy bien. Pero no le molestó para su propia sorpresa, estaba disfrutando de las sonrisas de oreja a oreja que le regalaba la contraria por cada detalle que le dedicaba; lo disfrutaba más de lo esperado.
Talvez se estaba enamorando de Hyunjin y le daba miedo.
Llegó finalmente a la casa de la pelinegra, se preparó mentalmente y sopló sobre su palma para asegurarse de que su aliento estuviera fresco y agradable; tras un largo suspiro tocó el timbre de la puerta con sus manos ya un poco temblorosas pero sosteniendo con firmeza el ramo de flores.
La puerta fue abierta unos largos segundos luego, sonriendo ampliamente al ver a la contraria tan atractiva cómo siempre con ese brillo labial que la hacían querer besarla todo el tiempo. Pronto notó la presencia de alguien más ahí, en el piso más exactamente de cuclillas y aunque le resultó raro solo hizo una reverencia manteniendo su aspecto educado.
Era irónico que ahora estuviera actuando así cuando hace tiempo estuvo echa un desastre junto con Hyunjin en el acto íntimo.
"Así que tú eres la cita de mi amiga..."
"Jeon Heejin, un gusto."
"Son Hyejoo. Escucha, antes que nada quiero advertirte que si te atreves a romper el corazón de Kim soy capaz de castrar-"
"¡Hyejoo!, sólo cierra la boca y ya quítate de ahí que pareces perro."
La pelirroja bufó levantándose para sacudir su camiseta holgada y subir las escaleras a su lado, dejando al fin en soledad a las dos.
"Lo siento por eso, siempre es así de rara."
"No hay problema, me causó gracia en realidad. Pero bueno, esto es para tí obviamente."
Hyunjin tomó los tulipanes amarillos con una sonrisa radiante y un sentimiento cálido en su pecho; con timidez se acercó un poco a Heejin para dejar un beso en la comisura de sus labios pero sin tocar éstos realmente.
"Oh... creí que estabas por comerme la boca."
"¡Oye!, tampoco soy una ninfómana..."
"Tus gritos decían lo contrario."
"Cállate y sube el carro de una buena vez."
Heejin rió con ternura por haber hecho sonrojar una vez más a Hyunjin, siguiéndole el paso hasta subir de nuevo al vehículo y colocar su cinturón de seguridad. La mayor condujo siguiendo las instrucciones de su GPS mientras que Heejin se mantuvo mordiendo su labio inferior con nervios, estando indecisa sobre si llevar a cabo el plan que tenía o esperar hasta más tarde.
"¿Todo bien? te vez rara."
"Si, solo... estoy pensando en algo."
La mayor alzó una de sus cejas aún sin abandonar esa idea de que algo curioso había en Heejin pero no quiso verse insistente ni nada de eso así que sólo se mantuvo manejando hasta que en el segundo semáforo rojo escuchó a la rubia carraspear y de inmediato sus pupilas se encontraron con el rostro boca abajo de la contraria.
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𝗴𝘆𝗺 - 𝟮𝗷𝗶𝗻
Fanfictioncontenido sexual explícito de lesbianas. Jeon Heejin & Kim Hyunjin: 𝘃𝗲𝗿𝘀á𝘁𝗶𝗹𝗲𝘀.