El zorro y el dragón

¿Robé todo este capítulo de los comentarios?

Sí.

A la mañana siguiente, Lan Zhan se despierta a las cinco de la mañana, como un loco. Tiene suerte de que sea tan guapo, o Wei Wuxian podría reconsiderar la idea de casarse con una persona que se despierta tan temprano. Comprende que Lan Zhan tiene sus propios asuntos que atender y que probablemente haya desaparecido durante mucho tiempo. El dragón se despide con un virtuoso beso en los labios, que es casi gracioso, pero agradable a su manera.

Esto le da a Wei Wuxian una ventaja de tiempo que normalmente usaría para una buena siesta, pero elige, tristemente, bañarse y restregar todo el olor de Lan Zhan de su piel. No va a engañar a Jiang Cheng por mucho tiempo si siempre está apestando a otro alfa.

En el camino de vuelta al palacio, Nie Huaisang no deja de lanzarle esas evidentes miradas de curiosidad y sabe que no hay forma de huir de su amigo en cuanto Jiang Cheng sale de escena. Sin embargo, el concurso frena los planes del panda rojo, ya que son llamados de la serie de entrevistas de esa mañana nada más cruzar las puertas.

Esta vez, vuelven a reunirse en una sala con otros pretendientes. Wei Ying no puede evitar notar que el número de personas ha disminuido drásticamente desde el principio. Ahora solo quedan unas quince personas, incluidos él y Huaisang. Su She, el bastardo, todavía está allí, para desgracia de todos, pero Wang Lingjiao se ha marchado. Mian Mian les saluda cuando entran. Se alegra de que al menos alguien agradable esté todavía por aquí.

Lan Qiren está en la parte de atrás, esperando hasta que todos estén presentes.

Para la prueba de hoy, quiere comprobar su compatibilidad con el príncipe. Tira de una tela que cubre la larga mesa en la parte delantera de la sala, donde descansa un surtido de múltiples objetos. Les explica que estos objetos son regalos de esponsales elegidos por muchas personas en el palacio y fuera de él, incluido el propio príncipe. Quiere que salgan de la habitación y esperen fuera. Uno a uno deben volver y elegir uno de ellos.

******

Wei Wuxian es la última persona en la línea.

Cuando le toca acercarse a la mesa, está nervioso. Esto es casi cómico, ya que antes había sido frío en casi todas las pruebas. Sabe que -probablemente- solo hay una respuesta correcta frente a él y que es mucho más probable que elija al azar y aun así se equivoque. Incluso si ese no es el caso, elegir la incorrecta a propósito no puede ser tan difícil.

Lan Qiren no dice nada mientras mira las piezas, ya que podría confundirlas, pero el zorro sabe que sus acciones están siendo juzgadas. Tiene todo el tiempo que necesita, le han asegurado. La mezcla de olores es confusa y trata de ver si puede identificar las piezas solo con mirarlas primero.

Allí, en el centro de la mesa, sobre una almohada roja, hay una opulenta corona que parece muy pesada. Se parece más a algo que llevaría un emperador, aunque no cree que sea el estilo del emperador actual. No sería un regalo de esponsales apropiado.

A su derecha, hay uno similar, más ligero en su construcción pero aún más, elaborado en detalles. Lo interesante es el tamaño, algo que haría parecer más alta a la persona que lo usara. No puede dejar de imaginar que este es en realidad un regalo que el emperador hizo para su marido (y quizá no lo apreciara mucho, ya que está aquí). Ambos son probablemente una prueba para ver si se decantaría directamente por los artículos más caros. Elegir uno de ellos sería un acierto si la intención es fallar. Sin embargo, tiene un poco de curiosidad por ver qué otras trampas deben estar escondidas aquí y decide revisar el resto solo por el hecho de hacerlo.

Hay juegos de pendientes, collares y horquillas de oro macizo. Un par de brazaletes de esmeralda brillante, seda delicada, protectores de uñas largas que parecen amenazantes e incluso un cuchillo (este, cree que fue idea de Nie Mingjue. Podría elegirlo, solo porque sería divertido).