El zorro y el dragón

Campanas de boda

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Tienen algo de sexo en este capítulo, es después de la parte donde LWJ recoge a WWX.

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Wei Wuxian levantó la cabeza.

Su visión estaba teñida de rojo, pero el velo que cubría su cabeza no era lo suficientemente grueso como para impedirle ver a su marido volviendo de su propio arco. Su marido. Ahora estaban casados. Lan Zhan se ve bien de rojo. Su pareja, por el resto de su vida. Bueno, no compañero todavía. Pero más tarde. Esta noche.

Lan Zhan lo miró, suavemente. Lan Zhan. Príncipe heredero Lan Wangji. Hanguang-jun. Le gustaba cómo sonaba el título en su lengua. Lo había recibido en su cumpleaños de la mayoría de edad hacía unas semanas. Le quedaba bien. Hanguang-jun era sin duda la luz de su vida. Wei Wuxian también recibiría pronto un título. No es que le importara no tenerlo, pero era una costumbre de la familia real. No quería obtener uno en su matrimonio, como la mayoría. Los títulos omega solían estar relacionados con sus compañeros o con sus atributos físicos, pero a él no le sentaba bien. Lan Zhan estaba de acuerdo con él. Su difunta madre era conocida solo por su belleza cuando era mucho más que eso, una belleza que la enjaulaba. Ahora hablaban de ese tipo de cosas. El miedo de Lan Zhan a convertirse en su padre. El zorro sabía que nunca sería así. Se alegró de que no hubiera más secretos entre ellos. Conseguiría su título con el tiempo, cuando demostrara su valía, como todos los demás alfas tontos. Lo conseguiría por sus habilidades y su trabajo o, si no era posible, al menos por lo insufrible que podía llegar a ser. Lan Zhan había sonreído con cariño al decir aquello. Con o sin título, ahora formaba parte de la familia real, lo cual era muy extraño.

Apretó la mano del dragón. Sus muñecas estaban unidas por la cinta de la frente de Lan Zhan, que le instaba a levantarse. Nunca había esperado que tanta gente observara su boda. No prestaba atención al ruido, teniendo un marido tan guapo al que mirar, pero todavía lo llegaba el zumbido de fondo de cientos de voces. El tío de Lan Zhan estaba azotando en silencio.

Hizo que Jiang Yanli representara a su familia en la ceremonia de vertido del té que se celebraba de forma más privada. Lan Zhan y su familia habían insistido en que no había problema y que hiciera lo que le hiciera sentir más cómodo. Madam Yu no se había quejado ni una sola vez. No había hablado mucho con ella, en realidad, no después del compromiso.

Había vuelto a una sala del trono, ahora vacía, solo ocupada por los Jiang y la familia Lan. Madam Yu aparentemente estaba tratando de convencer al Emperador de lo valioso que él era para la familia y cómo sería una gran pérdida para los Jiang dejar ir a su primer discípulo y lo difícil que sería reemplazarlo y cómo su hijo ciertamente lo extrañaría terriblemente. Lan Zhan gruñó un poco ante la última parte. Tal vez a toda la parte. Eso le hizo girar la cabeza para mirarles y abrir una enorme sonrisa nerviosa.

"Ah. ¡Lo encontraste! ¡Lo siento mucho su Alteza! Esto no volverá a pasar". Ella asintió repetidas veces, agarrándolo del brazo y acercándolo a sí misma como si fuera a abrazarlo. La fuerza de sus manos en los brazos de él y la ira en su mirada contaban otra historia. "No sé qué..."

Se interrumpió cuando el dragón se lo quitó de encima, mientras ella permanecía de pie, sin habla, bajo la atenta mirada de Lan. Wei Ying tuvo la sensación, con la forma en que Lan Zhan la miraba, de que quería que volviera a su forma de zorro para que él se lo llevara, sin más, pero por muy graciosa que probablemente fuera la cara de Madam Yu, también estaba demasiado indignada. Ya tenía una reputación de novia corredora angustiada. No necesitaba otra tan pronto.

"Lo que mi esposa quiere decir, es que solo queremos lo mejor para A-Xian". Jiang Fengmian también sonrió. "Él es muy importante para nuestra familia."