ONE SHOTS MULTI RHAENYRA

Aemond Targaryen

Capítulo anterior: Daemon Targaryen

Dato: Aemma murió dando a luz a Rhaenyra, Alicent (es mayor en este One-shot) y Viserys se casaron muchos años antes; por lo tanto, Rhaenyra es mayor que los gemelos Aegon y Aemond por dos años.

La había visto hace algunas horas.

Cuando se enteró de que su madre había pedido ver al tercer hijo de la princesa, ignoro los llamados de Sir Criston y fue a detener a Rhaenyra.

Conocía a la princesa mejor que nadie en el palacio, sabia cuanto desconfiaba ella de su madre (incluso él lo hacía), sabía que ella no dejaría que la reina viera a su hijo sin su presencia.

Y no se confundió.

Aemond detuvo sus rápidos pasos cuando la vio subir a duras penas las escaleras. Incluso a unos cuantos metros de distancia podía oír sus leves quejidos.

Él vio como ella estaba levemente apoyada contra la baranda de las escaleras, una mano sostenía a su hijo y la otra sostenía su vestido, eso le permitió a Aemond ver la sangre que caía por sus piernas.

La preocupación lo invadió y él se movió con intención de ayudarla, pero antes de que llegara a ella, Rhaenyra alzo la mirada.

Sus penetrantes miradas chocaron.

Y él se detuvo.

"No te acerques"

Parecía decir.

Ella lo miro con advertencia y él sabía que no solo era por el hecho de que los vieran juntos; sino también, porque no quería que él ni nadie la considerara débil.

Ella era un dragón, fuerte, orgulloso e indomable; y por ello, sabía que a pesar de todo el dolor que ella debía estar pasando cumpliría cualquier reto que la serpiente verde de su madre le pusiera.

A pesar de no querer, él la dejo seguir sola, sabía que Rhaenyra podía hacerlo.

Pero aun así le preocupaba, no quería dejarla sola, pero él no podía acompañarla.

La ira lo consumió. ¿Dónde estaba el "esposo" de Rhaenyra?

No, él sabía dónde estaba el Velaryon.

Uso los pasadizos secretos y se dirigió a donde sabía que él estaría.

Y no se confundió.

Ni bien ingreso a la habitación de Sir Qarl, lo vio.

Sentado encima del castaño, disfrutando del beso que compartían.

Pero a Aemond no le importo, sin dudarlo lo jalo de la camisa y lo comenzó a arrastrar por donde había venido.

Escucho a ambos hombres gritarle, pero no le importo y siguió, no fue hasta que escucho un ruido muy conocido para él que movió su mano y saco su propia espada.

Ambas espadas chocaron en un fuerte estruendo y Aemond rápidamente maniobro para quitarle la espada.

Pronto Sir Qarl estaba desarmado y con una espada contra el cuello.

-Vuelve a intentar a hacer eso y no dudare en cortarte la garganta-advirtió con ferocidad.

Sir Qarl asintió con cuidado, pero aun así él no quito su espada de su cuello.

¿Tal vez si lo mataba, Laenor dejaría de cometer tantos errores?

-Aemond, baja la espada-pidió el Velaryon aún en el piso.

El nombrado resoplo sin gracia, pero guardo su espada y luego alzo del cuello a Laenor.

-¡Laenor!

Sir Qarl intento acercarse, pero cuando Aemond volteo a verlo de reojo, se detuvo.