Una extraña amistad

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El destino es raro, cuando menos te lo esperas aparece alguien que te cambia la vida, en mi caso fue una hermosa demonio con cara de ángel que me engaño y me arrastro con ella a sus juegos y pasatiempos, nos conocimos un día como cualquier otro hace más de tres meses y sin saberlo usaría su caótica magia no solo para tentarme y cautivarme con solo un par de mensajes en un par de días, antes no estaba segura si repetiría el conocerla pero con el paso del tiempo me he dado cuenta que fue un cambio para mi vida y muchísima veces me ha dicho que yo también le cambie la vida que soy su fuerza y le devolví la energía para hacer muchas cosas.Hace tres meses empezamos a hablar y vi que Irma tenia un gusto demasiado particular, me llamaba la atención, pero nunca creí que llegaría a compartir lo mismo que ella, pero con el paso del tiempo el comienzo de salidas esporádicas. Por fin llego el día cuando me invito a su casa y sin pensarlo dos veces acepte y ese mismo viernes llegue allá mismo, sabia que su intención era ponerme en pañales como ella y el tratarme como una bebé ya que, a pesar de su nombre tan tosco y fuerte, ella era muy dulce, maternal, muchas veces era muy infantil en publico al punto que parece una niña pequeña constantemente y eso simplemente me gusto y empezó a tentarme en unirme a sus gustos tan peculiares. Ese mismo día que llegue a su casa me recibió sin pudor alguno con su pañal rosado con conejitos en el frente, una blusa infantil de color rosa pastel y su cabello recién tinturado, definitivamente esta mujer es una adicta al rosado lo bueno es que lo admite sin miedo.Después de mirarla atónita ella me arrastro a su casa, tenia un banquete listo preparado tanto de sal como de dulce encontrando comida de diferentes países; chilaquiles, ceviche, provoleta, patacones entre muchas otras comidas. Ese primer día fue realmente grato y me divertí demasiado pero sin saberlo había caído en su trampa al haber comido tanto y aceptado el usar pañales junto a ella, fue algo que realmente no esperaba que me gustara experimentar pero entre caprichos, cariño, juegos y bromas disfrute mucho el volver a sentirme como bebé hasta que mi principal temor de aquel día empezaba a hacerse realidad, tanta comida y una traviesa demonio al lado mío fue la combinación caótica para un juego de forcejeo tonto que termino con mi pañal lleno e inmediatamente el desagradable olor saliendo de mí, pero en el instante antes de ponerme casi ponerme a llorar de la vergüenza por aquella situación, sentí unos cálidos brazos rodeando mi cuerpo y una dulce voz diciendo suave y maternalmente.-Muy bien hecho lunita, fuiste una muy buena niña para mami y por eso mismo serás premiada por hacer algo tan infantil. -dijo Irma en un tono realmente suave mientras me recostaba con dulzura y mucho cuidado empezó a limpiarme y cambiarme el pañal para que no fuera una experiencia tan incomoda.Después de ese día tratábamos de hacerlo cada fin de semana variando la rutina, pero siempre terminando ambas con un cambio de pañal antes de dormir y ella acurrucándome de manera protectora mientras caíamos dormidas en su cama y en los días siguientes eran los días más tranquilos y a veces hasta no atrevíamos en salir a hacer nuestras compras con un pañal debajo de nuestra falda, realmente era demasiado agradable estar así muy seguido, me sentía tranquila a su alrededor y contenta por sentir ese cariño maternal, era algo que me quitaba la angustia en los momentos en los que me dominaba, los meses pasaron y cada vez salíamos y frecuentábamos más seguido volviéndonos una especie de amigas íntimas al punto al que llegamos el día de hoy donde literalmente los cambios de pañales eran retrasados por mero gusto y berrinche de ambas por un par de horas para seguir manteniendo estos días de pereza.-Lunita en serio ya necesitas un cambio, no seas berrinchuda y solo déjate poner otro pañal. -decía por quinta vez Irma suspirando algo cansada ya que cada vez estaba mucho más malcriada y mañosa con ella, así que esto se le volvió un reto que solo lo hacia por gusto para molestarla.-pero Irma!!! No han pasado 10 minutos... -decía en un tono berrinchudo mientras ya me movía incomoda en mi pañal siendo esta la señal que ella necesitaba para cargarme y acostarme para empezar a cambiarme. -pero mami!!! Estaba viendo bob esponja.- ahorita lo sigues viendo solo déjate cambiar por tu bien ya te estabas rozando por ser terca. -decía mientras me limpiaba con toda la ternura y con mucho cuidado y antes de lo pensado estaba sentada en un pañal limpio mientras Irma me daba una galleta y biberón como de costumbre después del cambio. – te tengo demasiado malcriada, pero no negare que es lo que justamente buscaba.-tampoco estoy tan malcriada exageras mucho últimamente. -decía mientras mi boca se llenaba de boronas por la galleta sin importancia, mi madurez con Irma desaparecía instantáneamente me había vuelto en una bebé en todo el sentido de la palabra junto a ella.después de esta usual mañana, si ya era usual entre las dos el ser así con la otra nos dirigimos a almorzar a un restaurante, hecho que termino catastrófico para ella al terminar de comer por una broma que le jugué en el biberón del desayuno llenando todo el camino de un silencio incomodo, una mujer adulta sonrojada mientras su pañal apestaba y yo sonriendo burlonamente.-te has vuelto una imbécil ¿lo sabes? -decía en un tono tan poco audible y sonrojada que se veía preciosa pero solo se me escapo una risita.-esa es mi venganza de la semana pasada mami. -le dije tratando de parecer tierna e inocente para salvarme de cualquier regaño y castigo.-después hablaremos de eso, de momento quiero saber que opinas de la idea que hablamos en el restaurante, aquella sobre la de vivir juntas ahorita que empezaras tu carrera.Siendo honesta me encantaba y seria buena escusa para divertirme seguido después de días pesados en la universidad junto a alguien que ha llegado a ser parte de mi vida.-toca revisar no podemos ser aceleradas, debemos buscar apartamentos, pensar en los gastos de la alimentación y ni hablar de los servicios públicos.-por lo mismo es una oportunidad para ambas, nos ahorramos costos de vivienda y de manutención, fácilmente puedo cocinar para las dos fácilmente y lo sabes. Piénsalo solo eso pequeña, seria divertido tener a mi bebé bajo el mismo techo¬llegamos a la casa e inmediato cambie el pañal de Irma, este siempre era el momento donde se me mostraba vulnerable y muy avergonzada, no era aquella mujer maternal era otra bebé como yo, termine el cambio del pañal y decidimos mirar una película en el sofá, era grande y cómodo, pero aun así ambas nos envolvíamos con la misma mantita mientras tomábamos biberón acurrucada una con la otra, esa idea de vivir juntas era maravillosa y pensaba aceptarla, solo necesitaba un poco de estabilidad. Pero no puedo esperar a vivir el resto de mis días universitarios como la bebé de la casa que es consentida cada noche como merezco.

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