Me encontraba en el parque de siempre reflexionando sobre todo lo ocurrido esta semana, con un cigarrillo en la mano, sentada en la banca del parque a la hora habitual del almuerzo, simplemente me limitaba a mirar para el cielo, después de todo esta semana fue bastante anormal, ya que aunque siempre estaba tratando de solucionar todos los problemas que se me presentaban tanto en la vida laboral como personal, estaba en el punto de estancamiento y no mentiré también de quiebre, después de todo este era el ultima día en el que podía fumar en este parque con la seguridad de que aun tendría ingresos el lunes. Así que con un fuerte suspiro repetía en mi mente una y otra vez el rumor que me conto mi compañero de trabajo Alex, si era cierto estaba acabada.No se cuánto tiempo me tomara en conseguir otro trabajo, así que, en un movimiento rápido, sacaba otro cigarrillo de mi bolso mientras botaba la colilla en la botella vacía de gaseosa.-esto definitivamente apesta. – me quede mirando durante un par de segundos el cigarrillo todavía apagado, desviando mi mirada automáticamente a la caja casi completa de estos. Reflexionando sobre que hacer. – ahora si esta será la última caja que fumare. – nuevamente esa promesa vacía salía de mis labios, después de todo no era nada sencillo y las pocas veces que logre resistirme a la tentación. El síndrome de abstinencia me dejaba vuelta nada en ansiedad. Así que ya ni me lo creía.Después de fumarme el cigarrillo que tenia en la mano, decidí enfrentar mi destino y no solo volver a mi trabajo. Si no ir directamente a la cabeza de la serpiente para aceptar mi destino. En un rápido movimiento llena de ansiedad golpee la puerta de mi jefe.-¡Siga! -escuche el grito detrás de la puerta, así que cuidadosamente la abrí entrando lentamente cerrándola con cuidado detrás de mí.-Escuche que quería hablar conmigo jefe.-definitivamente en esta empresa no se puede comentar nada sin que los rumores corran rápidamente. -dijo en un tono de molestia viéndose aparentemente enfadado, comenzando a sobar su sien. -efectivamente Karina, hay algo importante de lo que tenemos que hablar y necesito que me aclares una duda, antes que nada.-si claro jefe, dígame cual es la duda. – no podía mover ningún musculo, estaba parada frente a el con la puerta cerrada a mis espaldas y honestamente tenia miedo de la pregunta, ya que dependiendo de cual fuera podría significar que estoy desempleada o seguiré atrapada en esta empresa. Que, aunque no me gusta, obtengo lo necesario para sobrevivir y darme uno que otros gustos como mis cigarrillos y de otro tema que es secreto mío. Solo espero que no me pregunten sobre ello. Ya que hace poco decidí venir al trabajo arriesgadamente con uno de ellos.- ¿es cierto Karina que usted es una mujer transgénero? -en ese momento me recorrió un escalofrió por el cuerpo. Normalmente no lo niego, después de todo esta es quien soy yo. Pero la mirada seria de Andrés junto con la tensión en el aire me dio muy mala espina. Aunque por otro lado estoy contenta de que no fuera sobre mi pequeño secretito culposo, ya que si fuera así. Sabría que estaría acabada socialmente.- Si lo soy y no tengo el porque negarlo. -dije con una firmeza y seguridad que hasta a mi misma me sorprendió, pero ya estaba cansada de situaciones similares.-Entiendo y no hay problema con eso. -evidentemente mentía, se notaba en su cara que había muchísimos problemas y más el hecho de que constantemente le había rechazado sus insinuaciones. – tendré que hablar esto con los cargos altos, después de todo como sabes esta compañía es muy creyente de la biblia y al dueño de la compañía siempre se ha negado a aceptar a gente de la comunidad lgbt para evitar problemas. -evidentemente mentía esa molestia en el rostro lo delataba y sabia que si me quedaba ahora sería un problema constante para mí.-vayamos al grano Andrés, se cómo son las cosas y se que esto no les molesta a los dueños de la compañía, si no ha usted. -estaba molesta, después de todo este patán me mentía a la cara aun sabiendo que era alguien muy evidente al cual termine de leer a su casi totalidad a las semanas de su llegada.-siempre pero siempre le respondo a la empresa cumpliendo metas y usted mejor que nadie conoce la calidad de mi trabajo, pero se que el ambiente será muy incomodo y molesto para ambos. -me miraba atónito, no podía creer que la mujer que siempre estaba sentada tratando de hacer el mejor trabajo posible de forma sumisa, fuera alguien que tuviera tanto carácter. – no crea que no conozco su plan, enterrarme en trabajo y papeleo hasta que quiera renunciar y así evitar demandas. No es la primera vez que me pasa, así que lleguemos a un acuerdo.En eso me senté frente a él, lo desafíe de frente y sabía que había unas cosas cubiertas por hay por las cuales podría haber sido echada de la empresa desde hace meses. Pero, así como hice mis cosas buenas, siempre traté de dar los mejores resultados. Así como la adrenalina corría por mis venas y mi cabeza, mi mente maquinaba un montón de posibilidades sobre que podía suceder después de esto.Fueron horas de negociación, al comienzo no quería ceder, pero al final y al cabo logramos un acuerdo donde yo obtenía un buen monto de indemnización al renunciar y el lograba su cometido que era que yo me fuera de la empresa. Así que al finalizar el acuerdo le hice firmar un documento donde se comprometía a darme la cantidad de dinero acordada a nombre de la empresa y a cambio yo le firmé mi carta de renuncia.No era la hora de salida, pero ya estaba hecho, ya no podía hacer nada y logre comprender lentamente todo lo que acababa de pasar y acababa de hacer y caer en cuenta que, aunque ahora soy desempleada, por lo menos logre obtener algo más de dinero, pero no podía dejar de pensar que nuevamente tuve problemas por lo mismo. Esta transfobia me estaba matando lentamente y no estaba segura de que un trabajo nuevo cambiara todo. Así que solo me limite a fumar antes de subirme a mi carro para dirigirme a la casa.Me encontraba conduciendo aun pensando en todo lo sucedido del día, no quería otro problema nuevamente como el de ahorita, pero tampoco quería estar sin trabajo y honestamente no tenia ni idea sobre que hacer. Así que a mitad de camino decidí parar en un supermercado y comprar la comida de esta noche junto a una botella de vino y unas latas de cerveza.Igualmente, ya saldré regañada por lo que paso, unas botellas no harán nada diferente. -dije para mí misma en voz alta. Así que solamente me dirigí a pagar la botella y las latas para seguir al local de pizzas de siempre y pedir una pizza mediana para dos personas.Después de las pequeñas compras me dirigí nuevamente a la casa, no demorándome mucho gracias al hecho de que Sali temprano. Así que con mucho cuidado entre al apartamento encontré a mi novia abriendo el paquete que yo había ordenado.-Amor ya llego tu pedido especial. -dijo en un tono dulcemente natural y con una sonrisa amorosa que desapareció en pocos segundos al caer en cuenta que volví a casa temprano y nuevamente había comprado vino y cerveza. - ¿ahora que paso Karina? -estaba algo molesta ya que no le gustaba que utilizara eso como un escape a mi ansiedad y problemas, ella no le molestaba que tomara, le molestaba que utilizara esos temas tan adictivos para desahogarme. -traje pizza Li, no te molestes ¿sí? -dije mientras dejaba todo en la mesa y me dirigí a abrazarla amorosamente para que se le pasara el enojo, lo único que no me esperaba era que al abrazarla me rompiera a llorar.- ¿Amor que pasa? -ahora si voltio a verme preocupada me conocía tan bien que sabía que había llegado a mi limite al no poder llorar. - ¿acaso te descubrieron en pañales el día que te dije que fueras así a la oficina? -dijo en un tono lleno de remordimiento y asustada, el cual traté de calmar inmediatamente al negar con mi cabeza.-Karina mi vida dime que te pasa por favor. – la culpabilidad se había ido de su voz, pero no su preocupación, nunca me había visto así de mal. Así que en un movimiento rápido me acomodo en sus brazos y lentamente me llevo hasta el sofá donde me hizo recostarme en ella.-estoy cansada Lina estoy cansada que siempre sea lo mismo con mis jefes, estoy cansada que siempre tenga que renunciar cuando después de coquetearme se enteran de que soy transgénero. -la veía llena de frustración, no podía controlar mi llanto estaba cansada de siempre lo mismo y sin darme cuenta en que momento Lina se fue de mi lado, eso solo me hizo sentir peor, me hizo sentir más vulnerable de lo que me sentía hasta que sentí un chupón en la boca.-Kari amor, se que no es algo sencillo se como has sufrido y aunque no puedo vivirlo en carne propia siempre estaré contigo, normalmente nos rotamos el rol de mommy y bebé, pero hoy necesitas tu el dejar salir todo corazón. -acariciando suavemente mis mejillas limpiando mis lágrimas, y empezando llenar el biberón con vino rosado.-comamos pizza, tomemos lo que trajiste y te dejare fumar solo por hoy ya pensaremos que hacer juntas como siempre. -dijo nuevamente Lina apretando mi mano mientras me recostaba en el sofá. -y ya que hoy serás tu la bebé, debo asegurarme de que no mojes nada al tenerte sin pañal. -recostándome hábilmente mientras me quitaba la ropa sabiendo que no pondría resistencia, llegando a tener un pañal abultado con conejitos antes de si quiera darme cuenta.-listo la reina ya esta preparada para una noche de mimos donde se olvidará de todo lo malo que paso hoy. -con más tranquilidad ya en mi mente decidí acomodarme junto a ella quitándome el chupón y justo en el momento donde iba a coger un pedazo de pizza recibí un manotazo que no me dejo cogerla.-¡Amor!-ahahh, nada de amor. las bebes no comen solas. -cogiendo un pedazo de pizza y dándole un mordisco antes de darme en la boca otro mordisco, mientras ágilmente tomaba dos cervezas y abriéndolas en un momento.- estaba pensando cariño de que montemos un negocio ambas, así dejaras de sufrir lo mismo de siempre y cuando yo me gradué el otro semestre tendría de una vez trabajo fijo. -dijo mientras me daba la pizza en la boca con cuidado y mucho amor. También comiendo del mismo pedazo que yo con una sonrisa.- ¿pero de que sería el negocio Li? -comiendo con cuidado mientras también tomaba de mi cerveza, ya totalmente relajada mientras sacaba un cigarrillo para fumar.- no estoy segura, pero eres experta en muchas cosas. ¿Se te olvida la joyería que creas cuando te sientes estresada? O ¿los maquillajes que aprendiste a hacerle a los demás? – levantándose a la ventana para abrirla antes de volver conmigo para seguir comiendo pizza juntas.- puede ser, podríamos es intentarlo, aunque será difícil al inicio, ¿estas seguras de querer hacer eso conmigo? -dije mientras cogía un cigarrillo y lo prendía rápidamente. -tengo miedo Lina, no es algo que veo tan sencillo.- estoy dispuesta a vivir lo que sea contigo, te conozco desde hace 6 años y desde entonces me he vivido lo inimaginable en todos los sentidos, quiero hacer todo lo que sea posible contigo. -dijo dándome un beso cuidadoso a pesar de que tenia el sabor de cigarrillo en la boca, cosa la cual ella detestaba lo cual lo hizo más significativo.-sabes que Lina tienes razón, también quiero todo solo contigo y ya entendí que es lo que debo de hacer. -levantandome en un movimiento rápido junto con el cigarrillo y la caja entera, apagando este antes de meterlo a la caja y sin miedo alguno saliendo rápidamente al shut de basura que estaba a mitad del pasillo de nuestro piso. Inmediatamente mente Lina me siguió sorprendida y más por el hecho de que era un momento de impulso donde sin darme cuenta Sali de la casa con solo un pañal abajo y uno muy infantil.Abrí la compuerta del shut votando inmediatamente la caja de cigarrillos sin duda alguna, llevándome una mirada de sorpresa de Lina junto con una sonrisa de oreja a oreja, ya que esto es algo que esperaba desde hace tiempo.-hoy nacerá una nueva Karina. -me atreví a decir sin pensar en medio del pasillo mientras Lina se abalanzo con una sonrisa sobre mi abrazándome con una sonrisa.-pues ya esta en pañales como si fuera una bebé. -dijo burlonamente para romper el momento de seriedad e inmediatamente sonrojarme, no dure ni un segundo más en el pasillo ya que decidí correr rápido al apartamento haciendo puchero.-¿tenías que decir eso en un momento tan serio? -sonrojada hasta el máximo mientras ella se reía cerrando la puerta detrás de ella. -estaba siendo seria y tú, sacas una de tus bromitas, solo espero que cuando me sienta ansiosa me pongas el chupón para calmarme.-siendo seria Karina estoy orgullosa de ti. Estoy contenta de ver este paso tan enorme que estas dispuesta a cometer y más aun después de comprometerte así a dejar el cigarrillo. -tomándome de la mano para acostarme con una sonrisa llena de ternura. -ahora terminemos de comer esto y en vez de desahogarte con esto mi reina, ahora mejor celebremos por la nueva Karina.Seguimos hablando naturalmente disfrutando del momento único que teníamos juntas, así que decidí ir a lavarme los dientes, ya que el sabor a tabaco me estaba ya incomodando y me sabia asqueroso y mientras volvía, ella se sirvió también vino rosado en un biberón.-gracias por todo amor. -dije con una sonrisa después de todo tenia mi biberón casi lleno aun y sabia que esta mujer que tenia a mi lado era única y ahora me sentía más segura de querer casarme con ella. -no he hecho nada, tu eres quien esta mostrando su potencial, yo solo estoy buscando el mío para complementarnos mutuamente. -dijo besándome tiernamente. No se cuantos minutos pasaron desde que fuimos transportadas al país de las maravillas, pero cuando el beso se rompió, ambas tomamos nuestro biberón y brindamos juntas por nuestro nuevo comienzo, las nuevas oportunidades y nuestra relación única. – no se como me tienes tan embobada, hasta el punto de cambiarte tus pañales apestosos. – hay estaba nuevamente mi burlona novia.-¡¡¡LINA!!! No seas así, tu eres incluso quien deja los pañales apestosos más seguidos. -siguiéndole el juego, pero inmediatamente ambas nos empezamos a reír sin control alguno. – no sabes cuanto te amo y lo embobada que también me tienes.Entre juegos, besos, y la botella de vino, terminamos agotadas, así que antes de acostarnos juntas, Lina se puso un pañal igual al mío, nos lavamos los dientes y tomamos buena cantidad de agua, para disminuir la resaca del día siguiente. Metiéndonos juntas a la cama y como siempre me acostaba a su lado recostando mi cabeza en su pecho quedándonos dormidas rápidamente.
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HISTORIAS ABDL
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