el diario

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Me encontraba organizando la librería que mi padre trato de cuidar por años, la cual tenía una innumerable colección de libros clásicos y modernos, y que por consecuencia ahora eran míos, pero a un costo muy grande para mi alma, el fallecimiento de él. No podía salir de este espacio que era tan sagrado para él, pero a la vez. El quedarme allá adentro solo me hacia más y más daño, después de todo el siempre fue mi héroe y siempre era su pequeña princesa para él.-Como desearía el poder volver a sentirme como su pequeña princesa una última vez. Quisiera poder despedirme de ti como es debido - solo logre decir eso hacia el techo de la biblioteca antes de sentir algo caliente quemándome la espalda mientras unas cuantas lagrimas caían por mi cara, volteándome de inmediato para ver un libro de apariencia infantil. Del tamaño de un diario con un unicornio pintado al frente.Era mi diario cuando era niña, pero ¿porque estaba caliente? aparte se veía totalmente nuevo. Con algo de miedo le quite el seguro que era el cuerno del pequeño unicornio, abriendo este misterioso diario. Llegando de una vez a enfriarse, pero justamente en la pagina en la que lo abrí estaban escritas las palabras que acababa de decir.-¿pero qué es esto? ¿En qué momento? - estaba incrédula por lo que dije y totalmente enfrascada viendo todas las paginas del diario, pero no veía nada más. Este no es mi diario y esto ya me dio miedo. Cuando estaba por dejar el diario en estante logre escuchar aquella voz indistinguible.-Ahora lo es pequeña dino, ahora ese es tu diario aunque es algo especial. Dijo aquella voz algo ronca mientras con mucho cuidado ponía su mano sobre mi cabeza como solía hacerlo.- ¿p-p-papá? Pero ¿cómo? Acabo de estar en el cementerio despidiéndome. Decía entre lagrimas sin poder contenerme volteándome de inmediato para poder verlo frente a frente. ¡¡¡Era el!!! Aunque se veía mucho más joven, se veía como cuando yo tenia 8 años. -¿como? ¿Cómo es que te vez tan joven de paso papi?Acercando lentamente mi mano hasta su rostro para ver si era real, ya cuando lo pude tocar me di cuenta de que mi ropa había cambiado y ahora tenia algo suave y rosado, era como una pijama entereza, pero ¿en qué momento?-Así te vez más adorable mi pequeña manu y estoy acá para cumplir tu deseo corazón. – no podía dejar de llorar y menos cuando me pellizco la mejilla. Esta era mi ultima oportunidad de estar con él, lo sabía y no podía parar de llorar era doloroso, pero a la vez estaba agradecida.-corazón deja de llorar por favor, tengo un par de horas y quiero aprovecharlas para usarla con la mujer de mi alma. – dijo en un tono tan calmado y con esa sonrisa que siempre brillaba cuando estaba triste, así que con todas mis fuerzas calme mis lágrimas, lanzándome encima de el para abrazarlo mientras asentía.-tienes razón papá. – llegando a verlo más claramente y cuando caí en cuenta ya no estábamos en la biblioteca y sentía un familiar sentido de acolchado en mi trasero. -antes de hacer preguntas dino, si tienes un pañal y si ya sabia de ese secreto tuyo. -dijo de una forma tan dulce que hasta me derritió, pero aun así me estaba muriendo de la pena tras esas palabras y justo cuando iba a decir algo me detiene poniéndome un chupón.-vamos a jugar, cada minuto es oro para nosotros. – así que en vez de ponerme a discutir decidí hacerle caso y aprovechar al máximo esta oportunidad tan única en la vida. Sin dudarlo me colgué a el sin querer soltarlo durante un segundo, mientras preparaba la sala de estar para que pudiera jugar augustamente allí.coloreamos, dibujamos, jugamos con plastilina y con aros ulaula, me sentía dichosa. Literalmente estaba siendo una niña pequeña de nuevo y esta última vez era única al ser la ultima con el hombre que más he amado en mi vida. Después de una exhausta tarde de juegos, estaba agotada y me tire en el piso para respirar, notando que necesitaba un cambio de pañal, pero no quería pedírselo a mi papá, así que me quede callada. Después de todo solo estaba mojado.El tiempo paso y decidimos terminar aquel día con un maratón de películas de terror, como hacíamos cada fin de semana durante mi adolescencia. Estaba asustada y más que agradecida de haber tenido un pañal y de tener a mi papá al cual abrazar y apretar cuando siempre aparecía un susto.-no has dejado de ser una miedosa manu. -decía mi papá sonriendo, aligerando un poco más el ambiente y quitarme un poco el susto. -es hora corazón-hora, hora de ¿qué? – no podía ser verdad que ya haya acabado todo el tiempo que tenía para despedirme.-sabes de que mi niña. Dijo apretando mis mejillas con ternura antes de sacar dos pares de alas blancas.No podía parar de llorar, no quería que se fuera, pero era imposible hacer algo. Solo podía llorar y abrazarlo, no podía aceptarlo, No aún.-Manuela corazón mírame una última vez por favor y di aquello que querías decirme antes de que sea muy tarde.-¡¡¡TE AMO!!! ¡¡¡Te amo papá!!! Muchas gracias por enseñarme tantas cosas y criarme, te extrañare como no tienes idea. -mi voz estaba entrecortada mientras las lágrimas caían sin control. No lo podía soltar, esto parecía un sueño, pero el sueño más hermoso que podía haber tenido.-también te amo Manuela, como no tienes ni idea. Aquel diario que te regale tiene algo de magia para conceder varios de tus deseos, lo hice con todo mi amor para ti para que siempre cargues algo de mi a tu lado. -no entendía como hablaba tan calmadamente y con tanto amor, me dolía el saber que esta es nuestra última conversación.-por mi hija mía, vive, sigue viviendo. No dejes que nada ni nadie te frene y busca tu felicidad. También te extrañare como no tienes ni idea. Pero ten en cuenta que siempre estaré a tu lado. – entre más hablaba más sentía el nudo en mi garganta crecer y la presión en mi pecho aumentar. Dolía horriblemente.-Vive hija. Busca tu felicidad eso es lo único que deseo para ti. Por el amor que te levantes como nunca y demuestres de que estas hecha. Tus abuelas te mandaron saludos y están orgullosas de la mujer que eres hoy en día y yo también lo estoy.Las lagrimas no me dejaron decir nada más. El nudo en mi garganta era enorme, y aquel beso de despedida en mi frente me termino de quebrar. Caí totalmente dormida de tanto llorar y cuando desperté, la sala se encontraba en orden. Pero yo aun estaba en aquella pijama rosa de dinosaurio con la cara hinchada. La despedida fue muy dolorosa, pero a la vez, pero pude estar una ultima vez con aquel hombre que siempre dio todo por mí.-prometo papá que seguiré mirando hacia adelante y buscare mi felicidad. Siempre teniéndote presente en mi corazón.

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