HISTORIAS ABDL

Mi jardín secreto

Lentamente fui abriendo los ojos, me sentía agotada aparte que había pasado algo de frio ya que casi todas mis cobijas y pijamas las había guardado ya, me tomo unos segundos para caer en cuenta de que por fin hoy era el día donde me mudaba totalmente sola, donde empezaría a vivir mi independencia y a la vez tendría el lugar donde pueda ser yo misma sin contenerme. Así que de un brinco Salí de la cama para bañarme y así poder empacar lo poco que me faltaba antes de que llegaran los camiones de mudanza, después de una gloriosa ducha, decidí primero tomar aquella caja especial con la que iba a celebrar el día de hoy cuando entrara a mi nuevo apartamento, así que con rapidez y disimulo la lleve hasta el asiento trasero de mi auto sin poder ocultar mi alegría, pero como sabia antes de poder vivir totalmente feliz, debía dar un ultimo paso definitivo para mí misma.

Después de un par de horas el camión llego y la cita con mis progenitores se acercaba más y más. Así que me metí en mi carro y conduce hasta el café donde los cité. Llegué al sitio indicado y me encontraba nerviosa, después de todo soñaba con este momento desde hace años, tuve que tranquilizarme al entrar y apenas los vi. Me senté con una sonrisa calmada y justo cuando estaba a punto de dejar salir el dolor que me causaron, me di cuenta de que no era necesario. No necesitaba lastimarlos por venganza, no eran malas personas. Así que sin ningún preámbulo les agradecí por todo lo que me dieron y aprendí gracias a ellos y me despedí para siempre. Después de todo nunca sentí que tuviera padres y lo mejor para mi era continuar mi vida soltando ese pasado.

Después de las caras inexpresivas de ellos, llenándose de dudas. Decidí salir rápido del lugar, antes de que estallaran y me hicieran algo o hicieran algún espectáculo en aquel café, con rapidez le quité la sim card a mi celular y la bote sin miedo alguno. Después de todo no quería que me localizaran después.

Ya dentro del carro nuevamente, con una sonrisa imborrable en mi cara, decidí conducir hacia aquella ciudad a la que me mudaba. No era algo tan cerca pero tampoco tan lejos, así que me tomo unas 5 horas en llegar a aquella ciudad. 5 horas de viaje gracias al cual tenia mi libertad y un nuevo comienzo, pero como todo lo bueno tiene unas consecuencias, mi trasero termino cuadrado y adolorido por el viaje. Pero valió la pena el viaje y llegue justo a tiempo a mi nuevo apartamento el cual había venido decorando poco a poco. No tenia muchas cosas ni era muy grande. Pero era mi espacio personal un espacio donde pueda llegar del trabajo a dedicarme tiempo para mí, así que con mucho cuidado subí con mi caja especial para dejarla al lado de mi cama.

Estaba agotada, pero tenia muchas ganas de celebrar como nunca en la vida, así que me di un ligero baño rápido y después de vestirme y maquillarme decidí ir a comer a un lugar que me llamaba la atención. Sabia que estaba exagerando con todo lo que iba a pedir, pero después de todo no todos los días podría darme ese espacio para mí. Llegué al restaurante y con una sonrisa entre y apenas me atendieron pedí la hamburguesa más grande con un combo agrandado. No había comido nada en todo el día. Así que disfrute aquel Festín como si fuera preparado por los mismísimos dioses, pero era demasiado para mí.

Pedí lo que sobro para llevármelo a casa y en el camino vi una pequeña farmacia, así que contenta pegando saltitos entre a esta. Para lograr comprarme un chupón y unas cositas para cuidarme la zona del pañal, no quería irritarme la colita, ahora que podía ser una bebé cada vez que entrara a mi casa. Por lo tanto, decidí pagar después de seleccionar todos los productos que iba a necesitar y usar, llegando a mostrar una sonrisa emocionada y penosa en todo momento, pero que no lograba sacar de mi rostro. Así que apenas subí a mi auto, decidí abrir el chupón y ponérmelo mientras conduzco, para así calmar un poco mi ansiedad y excitación por fin estar como bebé en un largo tiempo.

Después de conducir hasta mi casa, Sali rápidamente de mi carro sin quitarme el chupón, entrando inmediatamente a mi casa, apenas entre cerré la puerta con mucho cuidado y me dirigí a mi habitación a una velocidad que hasta mi me sorprendió. Cuando menos lo pensaba estaba frente a mi caja especial y sin una pizca de paciencia la abrí para sacar uno de los pañales rearz princess para mi y un enterizo de unicornio. No podía contener mi felicidad, ni mis ganas de tener ya el pañal puesto. Así que me coste de inmediato en mi cama acomodando el pañal debajo mío y me quite la ropa. Aplique un poco de talcos y crema ya que temía rozarme, y segundos después termine de ponerme el pañal e inmediatamente me puse el onisie y me hice dos coletas.

Con una sonrisa enorme detrás de mi chupón me acerque al espejo para verme. Me veía divina, ese unicornio en todo mi pecho hacía que mis mejillas dolieran más ya que no podía parar de sonreír. Oficialmente estaba en mi Little space y como siempre que estoy en él, decidí prepararme un biberón y ya con mi biberón listo, deje al lado el biberón mientras ponía el primer capitulo de sakura card captor. Ya iniciando mi serie, decidí terminar mi cena.

No había mejor forma de celebrar para mí, estaba dichosa, me sentía en mi paraíso. Mi propio jardín secreto donde solo yo podía estar. Y aunque mi pancita dolía un poquito por todo lo que comí, no le preste atención. Tenia un pañal después de todo, así que solo decidí masajearme un poco mi pancita antes de empezar a tomar mi biberón con mi otra mano.

Mi maratón continuo sin ninguna distracción estaba envuelta totalmente en la serie gritando junto a sakura y riendo sin parar pero el sueño ya me estaba ganando y ya me conocía, especialmente cuando estaba en mi Little space y sabia que apenas terminara mi biberón, caería dormida totalmente.

Así que, aprovechando esa situación, decidí poner una canción de cuna tranquila para poder dormir, le baje el volumen a la televisión mientras se apagaba y continúe succionando de mi biberón mientras mis ojitos se iban cerrando poco a poco. Llegando a quedar completamente dormida, pero con una sonrisa. Después de todo esta era la primera de miles de noches así de mágicas que podía dedicarme para mi misma.