¡No en la nariz! ¡No en la nariz! ¡No en la nariz! -Gritaba preocupado el moreno al ver que iba a ser golpeado, lo menos que quería era terminar con la nariz como en sus carteles, seguía moviéndose e intentando escapar. En eso el ojimiel soltó su cabello haciendo que la rama cayera y golpeara en la cabeza al hombre del garfio.
¡Bajenlo! ¿Oyeron? -Grito molesto y cansado el menor mirando como todos lo veían sorprendidos y el hombre giro su cabeza furioso hacia el adolescente.
Argh, escuchen, no se donde estoy saben y quiero que él me lleve a ver las linternas porque he pasado mi vida esperando verlas algún día-Comenzó a hablar rápido siendo difícil entender, busco su sarten y lo agarro mirándolos nuevamente, señaló con este a Marine y después hizo ademanes con sus manos.
¡Tengan compasión! -Su cara mostraba frustración y cierto enojo, sus ademanes eran más grandes y se aferro a su sarten juntando sus manos en su pecho.
¿Ninguno tuvo un sueño alguna vez?-Levemente señaló a los ladrones mirándolos con tristeza y cansancio, por un momento había olvidado el miedo que desde un principio sintió.
El rufián con el garfio agarro su hacha y suspiro, los demás rufianes miraban asombrados, uno de ellos agarro a Marine y de su camisa lo colgó sobre uno de los ganchos que había en la pared, también miraba sorprendido, el ladrón comenzó a caminar hacia Luca quien se pegaba más a la barra y se intentaba proteger con su sarten, miraba asustado al hombre que estaba a escasos centímetros de él y con el hacha.
Yo, algún día, soñé-Habló mirando a la nada con una expresión melancolica, movió su hacha lanzando la hacía un musico sentando en un banco y con un acordeón, también llevaba una cadena en su tobillo. El menor levantó el sarten cerrando los ojos asustado.
El joven del banco se asustó al ver el hacha chocar en el pilar de madera y arriba de su cabeza, comenzó a tocar el acordeón mientras temblaba temeroso. Marine observó aquello con una ceja alzada e incredulidad.
Soy maloso, pavoroso-El hombre se había alejado unos centímetros del ojimiel y comenzó a cantar haciendo una expresión seria.
Mi gesto es horroroso-Señaló su rostro haciendo una cara fea, asustando un poco al menor que se cubrió con su sarten.
Mis manos no están del todo limpias-Se alejo mostrando la figura de un hombre marcada en el suelo, dando a entender que había cometido varios delitos, Luca miró el suelo sorprendido y se alejo de aquella figura un poco.
Pero aunque me vea vil, con mi garfio y mi perfil-Camino hacia el escenario del lugar, donde un hombre alto y robusto con un enorme bigote y unas cejas que tapaban sus ojos estaba sentando, lo empujó haciendo que volteara a verlo.
Un reflector lo enfocó y puso un pie arriba del escenario y señaló su garfio, el adolescente lo miraba curioso mientras lo seguía.
Yo siempre quise ser un gran pianista-Se subió por completo en el escenario y comenzó a tocar el enorme piano que ahí había, el músico lo miró sonriendo y Luca se asombro al verlo.
En el escenario, interpretando a Mozart- Se sento mientras seguía cantando, seguía tocando notas para complementar la canción que tocaba el musico.
Tecleando firme y sin parar-Tocó fuertemente las teclas para después con su garfio tocar todas y sacar volando las teclas, Luca a su lado se cubrió con el sarten para evitar que lo golpearan mientras sonreía emocionado.
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Enredados [Luberto Au]
أدب الهواةMarine Monster, el más buscado y encantador bandido del reino, se esconde en una misteriosa torre y allí se encuentra con Luca, un apuesto y avispado adolescente con un secreto pero poderoso don, que vive encerrado allí desde hace años. Ambos sellan...