Capítulo 12

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Alberto había llevado a Luca hacia un bote y comenzó a remar mientras el menor observaba todo el paisaje, volteo a ver a la menor que los miraba recargada en el poste del muelle, el más alto le había pedido que se quedara ya que quería que fuera especial para el chico.

¡Hey Lia! -La llamo mientras tomaba a una bolsa y se la lanzó con una sonrisa.

¿Eh? -La chica la atrapó y observó su interior, estaba llena de manzanas y su mirada se iluminó, realmente le gustaban y que se las haya regalado lo apreciaba, aunque lo miró dudosa de su procedencia.

¿Que? Las compre ¿si?-Rio divertido levantando las manos y sonriendo de lado, siguió remando regresando su vista al frente.

Al menos la mayoría-Expresó sin voltear y con una sonrisa asustando a la joven quien ya le había dado un mordisco. Se quedó observando la bolsa y después al chico con la mitad de la manzana en la boca.

¿A donde quieres ir? -Luca volteo a verlo con una sonrisa y una ceja alzada, todo había sido increíble y que tuviera una sorpresa más para él, le entusiasmaba.

Oye, el mejor día de tu vida, te mereces el mejor asiento-Smuca había trepado por la espalda del mayor y lo miraba desconfiando, en eso Alberto puso su mano enfrente dándole a entender que se subiera, lo guió hasta un pequeño poste del bote.

Estaban muy lejos del muelle y claramente se veía todo el reino, la luz había descendido y todo estaba en completa oscuridad, la luz de la luna iluminaba toda el agua haciendo reflejos en ella, las estrellas comenzaban a salir adornando el cielo despejado.

Ambos chicos estaban recargados a un lado del bote mirando el reino y el cielo, en la espera de las linternas. El menor suspiro bajando la mirada observando el agua, su expresión cambió a una neutral.

¿Te sucede algo? -Alberto volteo a verlo algo preocupado por aquel suspiro y la mirada del ojimiel.

Estoy muy asustado-Su cejas se curvearon haciendo que en su expresión se le notará la preocupación, todos los sentimientos negativos viajaban por todo su cuerpo.

¿A sí? -Algo confundido soltó un ligera sonrisa, él había visto muchas veces aquellas linternas y para alguien como Luca, seria muy nuevo todo aquello.

He pasado 18 años soñando con lo que hay tras la ventana-No dejaba de ver un punto inexistente del agua, movió su cabeza ligeramente hacia un lado sin atreverse a mirar al moreno.

Solo esperando, adivinando que sentiría cuando las luces se alzaran en el cielo-Levantó la vista observando el cielo oscuro y la sombra del reino, su mirada de preocupación y emoción se combinaban en una mueca.

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Enredados [Luberto Au] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora