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La bañera estaba llena, el agua es completamente helada, el frío recorre con gran velocidad hasta llegar a sus huesos, y él está dentro con la ropa puesta.

Cuando Pete colgó la llamada, Vegas se vistió velozmente para ir por él. Al abrir la puerta, encuentra al castaño tirado en el suelo y sus brazos tienen pequeñas rayas de sangre. Sin pensarlo mucho lo tomó en brazos, lo subió al coche y condujo hasta su casa, nuevamente. Pete parecía no reaccionar a los llamados de Vegas. Al llegar a casa, lo metió a la bañera y prendió el agua helada para hacerlo reaccionar. El castaño chilló pero no salió de la bañera.

Llevan casi media hora así. Pete tiene las rodillas pegadas en su pecho, la barbilla apoyada en ellas y sus manos juegan suavemente con el agua fría. Vegas está sentado en el suelo, un poco mojado por luchar con el castaño. Su espalda está contra la pared.

No la ha preguntado nada, aunque quiere. Mejor espera a que Pete hable primero, cuando se sienta cómodo y seguro.

- Ellos sólo entraron y se pusieron a ver toda la casa. Aywe traté de arreglar lo mejor posible todo, pero fue inútil. El orden fue lo que menos importó - ríe, amargado - ¿Saber que fue lo primero que revisaron? La nevera. No había nada ahí. Sólo una botella de agua a medio beber y leche caducada.

Se muerde el labio para no sollozar, pero no aguanta. El llanto abandona sus labios, se lleva la mano a la boca, tratando de callarse.

- Se lo llevaron. Dijeron que no soy apto para criar a un niño, porque tiene muchas necesidades y la mayor es el alimento. ¿Creen que no lo sé? Joder, no me levanto a las 6 de la mañana para ir a jugar al parque - niega con la cabeza. Con un poco de agua se limpia la cara de lágrimas - Mañana tengo que ir a las oficinas para firmar unas cosas y declarar. No sé que diré. No hay nada más que decir, ellos vieron como vivíamos y eso es suficiente.

- Mañana iremos. Te dije que te ayudaría a traerlo de vuelta y eso haré. Veremos la manera ¿okay?

Pete se encoge de hombre y suspira.

Necesita saber que su hijo está bien ahora. Cuando la señora tomó a su lobito en brazos, se veía asustado y frágil. Pataleaba, lloraba para que lo suelten y lo dejasen con su papá. Pete le decía que todo estaba bien y que pronto volverían a estar juntos. Un señor solo se rió, burlándose de ellos.

Sale de la bañera y Vegas lo seca. Le presta ropa cómoda para que pudiese cambiarse. El bóxer es grande al igual que el suéter. Si a Vegas le quedaba grande, imagínense a Pete. Recuesta al castaño en la cama y dice que volverá pronto, que le preparará algo de comer. Sabe que no ha comido nada en todo el día.

- Pete - le llama cuando vuelve a la habitación con un plato de sopa.

Deja el tazón sobre la mesita de noche. Sacude un poco al castaño y no despierta. Coño. Hace un poco más bruscos los movimientos y nada.

Su cuerpo se siente pesado al cargarlo. Lo acuesta en el asiento trasero del coche y se dirige al hospital más cercano. Ahí lo atienden unas enfermeras, llevándoselo en una camilla. Una muchacha le pidió todos los datos de Pete antes de irse a la sala de espera. Se sienta a un lado de una señora grande, se ve un poco afligida, su rostro denota preocupación.

- ¿Familia del joven Pongsakorn? - un doctor canoso sale de un pasillo con una tabla en sus manos, anotando algo.

Vegas se para y se acerca al hombre.

- Nombre y parentesco con el paciente - el doctor saca la punta de la pluma para comenzar a escribir.

- Vegas Theerapanyakul y eh-eh pareja - dice. No podía decir nada más ¿hermano? No se parecían en nada, y si decía amigo no le darían nunca la información.

Bracelets ~ VegasPeteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora