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Todos pasan con carpetas en sus manos, caras serias y ropa formal. Dan un corto 'buenos días' a los presentes y siguen su paso hasta sus puestos. El trabajo que Kan le dio era de asistente personal del moreno, no sabía si en realidad necesitaba uno, pero Vegas dijo que le venía bien. Está sentando, haciendo nada mientras ve a Vegas trabajar en su computadora, sin prestarle atención. Pete muerde su labio inferior, juega con sus manos y mira al piso, está muy aburrido. Su mochila está a su lado, la toma y revisa si tiene algo con que entretenerse.

Por suerte, aún hay un par de hileras dentro. Empezaría nuevas pulseras para Venice, ya que se las habían cortado todas. Inicio haciendo un nudo al extremo, después trenzándola firmemente. Quería que le quedara bien, así que era mejor hacerla como se debe.

—¿Tienes calor? Puedes prender el aire o el ventilador —Vegas le propone, con la vista en la pantalla del ordenador. 

—Gracias —deja la pulsera. 

Se para a buscar el control del aire acondicionado. Cierra la puerta para que el aire se mantuviera dentro. Lo prende y pronto siente la frescura que éste le brinda. Vuelve a su lugar, tomando la pulsera apenas comenzada.

- Ayer Jack me habló en la noche, dijo que su hermanito se parece a su mamá y que extraña a Venice. También propuso hacerle una pequeña bienvenida para cuando esté de vuelta.

- Suena bien - no dice más, tampoco parece emocionado por la idea.

Las cejas de Vegas se juntan, Pete ha estado actuando así desde que lo dejó con Kan. Supone que hay algo más que no le ha dicho. No quiere desconfiar de él, pero con esa actitud no lo puede evitar. A veces se ponía nervioso, otras no prestaba mucha atención a lo que Vegas le decía. Ha tratado de darle un par de besos pero el castaño sólo voltea el rostro.

- Bebé, ¿estás bien?

- ¿Ah? Excelente, como siempre. Mira, le estoy haciendo nuevas pulseras a Venice, ¿quieres una? Puedo hacerle a Jack unas y- 

—No, Pete. Estamos bien pero gracias. Sólo quiero saber como estás, desde lo de mi papá estás raro, si no estás cómodo con el trabajo...

Pete traga saliva audiblemente. El beso que tuvo con Kan ha estado rondando por su cabeza desde ese día. Se siente culpable. Quiere decirle a a Vegas pero no sabe como. Tiene miedo de que se moleste y deje de confiar en él.

—¿Te dijo o hizo algo? —apoya los codos sobre su escritorio de cristal.

Niega con la cabeza, su cabello se mueve lentamente de un lado a otro por su frente.

—Yo-Vegas no quiero que te molestes... 

—Me molesta que no me digas que pasa. 

Tiene razón. Se supone que están dentro de algún tipo de relación, y lo que debería abundar es la confianza y comunicación, sean o no una pareja formal.

—Cuando... cuando me dijo todo eso me sentía mal... no sabía que decir o hacer —murmura por lo bajo—. No sé como sucedió o en que momento él-él me besó.

La mirada de Vegas se torna dolida, toma un respiro y pregunta:

- ¿Seguiste el beso? - está esperanzado de que Pete le diga que no, que se apartó e incluso le dio una bofetada o algo.

Pero Pete no contesta, baja la cabeza y Vegas pudo ver como una lágrima cae por sus ojos. Se para de la silla giratoria y da una vuelta por su oficina a pasos morosos. Toma entre sus dedos su cabello y lo peina un poco en un acto de nervios. Queda de espaldas a Pete, al otro lado de la habitación, llena de aire sus pulmones, dejándolo salir pausado.

Bracelets ~ VegasPeteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora