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Sus nervios se activan apenas abre la puerta y ve a Kan en su viejo sillón. No sabe como entró, pero está ahí, su cara no denota ninguna expresión, pero sus ojos si. Destellaban un poco de culpa y decepción tal vez. Lleva su usual traje formal, con corbata, zapatos pulidos y saco. Pete se sienta a su lado, cae lentamente.

- Entonces...

- Le conté todo a May

Pete abre los ojos, su boca también lo hace. La garganta se le seca, no sabe que decir.

- Tranquilo. Está molesta conmigo, no contigo. Dijo que era una pena que haya hecho sufrir a un chico tan puro como tú, y un niño increíble como Venice.

- Yo

- Hablé con la jueza y mi abogado. Dijeron que la única manera que Venice vuelva contigo sería que consiguieras un trabajo. No te preocupes por eso, inventaré algo en la oficina y trabajarás ahí.

- ¿Por qué haces esto? - la voz de Pete tiembla y sus ojos le pican.

- Dijeron que de no ser así, yo me tendría que quedar con él. Joder, Pete. No puedo, es mi hijo y-y lo quiero, pero no puedo. Es mucho para mi - acerca su cuerpo al de Pete - Me voy a ir.

- ¿A donde?

- No tengo idea. Pero no quiero estar aquí. No soporto ver a May, Venice... a ti y recordar lo que les hice.

Pete acerca su rostro un poco más... su nariz está tocando la de Kan. Se quiere alejarse pero no puede. Respira hondo, siente el perfume del hombre, trayéndole muchos recuerdos.

- Quiero que cuides de Vegas... de Venice, tu lobito - ríe, relamiéndose los labios - también de Jackson y de May si puedes. Se que es mucho, pero hazlo. ¿Si?

Un sollozo se escapa de los labios de Pete.

- También quiero que sepas que me odio por tratar a Venice como lo hice, pero tenía miedo. Quiero que le digas que estoy orgulloso de él.

Kan acaricia la parte trasera de la cabeza de Pete, rozando el fino cabello de su nuca. Aspiran profundo antes de que el mayor jale al castaño al frente, uniendo sus labios juntos. Pete se asusta bastante, pero no se aleja. Sus besos siguen siendo iguales de toscos, pero no niega que le gustaba. Siempre amó la manera en que Kan era dominante con él.

- Cuídalos a todos - limpia sus labios con la manga de su traje y sale, cerrando la puerta despacio.

Con la boca levemente abierta, Pete solloza. Tiene emociones revueltas dentro de él. Culpa, por haber seguido el beso de Kan. Felicidad, porque su lorito volvería con él.

Sus manos tiemblan cuando marca el número de Vegas. Contesta tres timbres después.

- ¡Pete! 

- ¡Vegas! —su voz se corta un poco por el llanto. 

- ¿Estás bien? ¿Te hizo algo? Estoy yendo por ti. 

- Por favor, ven. Te necesito.

Cuelga rápido. Corre al baño y prende el agua helada de la bañera. Se mete sin importarle su ropa. Comienza a reír fuerte y abiertamente, después su risa va cayendo paulatinamente hasta convertirse en sollozos ahogados por el sonido del agua chocando con la cerámica de la bañera. Abraza sus piernas contra su pecho. La puerta principal se abre, fue fácil porque no tenía llave.

—Jack, entra a la habitación y no salgas hasta que te diga.

Pete escucha a Vegas hablar fuera del baño, también oye como el niño contesta afirmativamente a su padre. La puerta se abre lentamente, el rizado asoma la cabeza, le regala una sonrisa nerviosa. El castaño sonríe entre un lloriqueo.

—¿Estás bien? Se acabó, Pete. Está bien —cierra el agua que pronto se desbordará—. ¿Te molesta si entro?

El ojiazul hace un gesto con la cabeza, negando. Vegas quita su ropa, quedando en la interior. Se sienta frente a Pete, en la misma posición que él. Alarga la mano y pena su cabello castaño y húmedo. Ríe por el gesto. Deja de llorar apenas siente el tacto de Vegas sobre él.

—Se va a ir, no sé a donde. Dijo que ni él sabía. 

—¿Qué pasará con Venice? 

—Habló con la jueza, algo de que necesito un empleo mejor para tenerlo de vuelta. Me lo dará, Vegas. 

—No entiendo a donde se podría ir. ¿Crees que muy lejos? No voy a mentir, después de toda ésta mierda... es mi papá y... 

—Le quieres. Lo sé, Venice también lo hace, y él vivió la peor parte. Yo también amo a papá a pesar de estar en prisión. Vegas sonríe, ama que Pete lo entienda tan bien.

—Papá, sé que dijiste que no saliera hasta que me dijeras, pero hay una araña que me está mirando feo —Jackson habla del otro lado de la puerta.

Ellos ríen un poco. Vegas hace pasar a su hijo. Abre los ojos grandes y se mete a la bañera llena sin pensarlo dos veces.

........................

Venice está frente a ellos pero no puede acercarse hasta que todo estuviera listo. Ha pasado una semana y en esos días no lo ha visto o hablado con él. Dos días después de lo de Kan, le llamaron al celular, avisándole sobre su trabajo. No entendía muy bien su puesto, pero mientras eso le diera dinero y a su lorito de vuelta, estaba bien.

—Antes necesitamos firmar unas cosas, no llevará más de tres días todos los trámites.

—¿Tres días? —Venice pregunta a lo lejos, atento a la plática.

—Falta poco, lorito. Tienes que esperar un poquito más.

Venice tuerce la boca y se queda callado. Juega con sus manos, el castaño sabe que está nervioso. Pete sigue hablando con la señora un poco más, sobre las condiciones que tendrá para estar con Venice.

—Eso es todo por hoy. Mañana necesito que vuelva para checar unos papeles. 

—Claro. 

—Muy bien, ahora ¿Qué tal un abrazo a papá, Venice?

Se para lo más veloz que su pequeño cuerpo le permite. Pete se agacha y recibe a sus bebé. Venice llora muy fuerte y Pete se asusta.

- Hey, bebé. Está bien - le toma el rostro

La carita de Venice está arrugada, roja y húmeda.

- ¡Se murió papá, se murió!

El ceño de Pete se frunce, seca las lágrimas de su hijo con las manos.

- ¡Le dije que iría por la maestra pero no pude, papá! ¡Daniel se murió por mi culpa! - se aferra a la camisa de Pete - ¡Perdón! ¡Perdóname, Daniel! - grita lo más fuerte que puede, tal vez así su amigo le pudiera escuchar donde quiera que esté.

Le consuela diciendo que no fue su culpa, que no tenía la culpa de nada, que eran cosas que pasan y no están en manos de nadie evitarlas. Una señora del orfanato se lleva a Venice aún llorando, gritando el nombre de su papá y Daniel. A Pete se le parece el corazón, pero no puede hacer nada.

Solo tenía que aguantar un poco más.

Bracelets ~ VegasPeteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora