Capítulo 6

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Advertencia: El capítulo contiene  escenas +18 

Elaine

Veo  a Matthew salir de la habitación y debo estar loca porque en lugar de pensar en Alexander que está llamando, solo quiero ir con el idiota que acaba de salir por la puerta. Mi cuerpo tiene la estúpida necesidad de sentirlo y es que la intensidad de su mirada, de su toque y de sus besos es algo adictivo.

Sé que voy a condenarme yo misma después de esto. Aún así, prefiero preocuparme luego. Justo ahora prefiero arrepentirme y no quedarme con las ganas.

     --Rossy, dile a Alexander que estoy dormida o inventa cualquier cosa, ahora mismo no puedo hablar con él.

La mujer me sonríe y asiente. No es la primera vez que lo hace. Y tengo el ligero presentimiento de que mi novio no es de su agrado.

     --Y dile a Helen que voy a descansar. Que hoy no voy a cenar y por favor que nadie toque mi puerta. Gracias.

Rossy sale y yo no pierdo más tiempo. No quiero seguir evitando lo que estoy deseando tanto.

Voy directo a su habitación y no me molesto en tocar, solo entro y está de pie hablando por teléfono, me da una mirada de intriga y en un arrebato le quito el teléfono y cuelgo la llamada sin darle tiempo a reaccionar, me cuelgo de su cuello y uno nuestros labios logrando revivir las sensaciones de hace un rato.

     --No quiero hablar con Alexander, ahora mismo prefiero estar aquí.

Me separo para hablar y observo como sonríe al escucharme.

     --Te voy a follar con este jodido vestido que me tiene mal desde que te vi.

Sus besos descienden de mi boca a mi cuello, no son besos suaves, está devorando mi cuello

     --Lo voy a hacer contra esa pared - dice y señala la pared que está a mi espalda - después en la cama, en el baño y en cualquier sitio posible hasta que se me pasen estas ganas de ti, aunque para ser sincero este proceso puede llevar algún tiempo.

Sus palabras parecen ser un estimulante. Mi centro está más que húmedo y la erección que tiene presionada contra mi vientre no ayuda. Siento ese cosquilleo que nunca desaparece cuando él está cerca, incluso se hace presente cuando pienso en él.

     --Matt.

Un jadeo escapa de mis labios cuando dos de sus dedos entran en contacto con mi centro.

      --Muñequita estás muy mojada, me deslizaré muy fácilmente dentro de ti.

Sus palabras sucias me ponen a mil, en este momento soy una zorra por engañar a Alexander. Y sabiendo eso, solo puedo pensar en el hombre que me está tocando como nadie lo había hecho antes, me levanta del piso y mis piernas terminan al rededor de su cintura mientras el camina hasta llegar a la dichosa pared en la que me estampa, me recorre los muslos con las manos y su boca busca la mía nuevamente, sus manos ahora liberan mis pechos del vestido y no duda un segundo en dejar mis labios para prenderse de ellos. Succiona y muerde un poco arrancando más jadeos de mi parte por lo que trato de tapar mi boca.

     --Quita la jodida mano que quiero oír cada gemido mientras te hago mía.

Rompe mis bragas como si fueran de papel y las lanza a algún sitio de la habitación.

Me baja para quitarse la camisa y mis manos descienden por su abdomen tocándolo sin decoro. Cómo quise hacerlo esta mañana al verlo en toalla. Cuando llego al broche de sus pantalones no dudo al momento de soltarlo y bajar la cremallera, Matthew termina lo que yo estaba haciendo y saca su miembro que me hace pasar saliva, es enorme ¿Todo eso va a entrar en mí? No es que el de Alexander sea pequeño, es solo que este es...gigante.

Secreto (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora