Escucho que suena el despertador «mierda no sentí haber dormido nada, que cansado me siento» pienso y trato de pararme pero el sueño me domina, así que permanezco unos minutos en la cama tratando de activar mis sentidos y tener la voluntad de pararme. Luego de diez minutos logro hacerlo y voy directo a la ducha, una buena forma de despertar.
Pensamientos congelados salen a la luz para jugar conmigo, pensamientos del pasado, producto de traumas de mi niñez y que los años no borra. Es como si los guardará en algún rincón de mi mente para luego salir sin consentimiento.
Después de sentirme mal salgo de la ducha y escojo la ropa más nueva que tengo para ser usada durante el viaje, suelo comprar ropa negra y blanca pero esta vez usaré un pantalón azul, franela gris con rosas rojas, un suéter negro para no perder la costumbre y mis zapatos, unas Balenciaga.
Me acuesto de nuevo y cojo el teléfono para revisarlo notando que tengo varios mensajes.
“Olvidé decirte que no lleves mucha ropa, allá compraremos mucho mejor de la que tenemos. Procura llevar un bolso pequeño y lo necesario en el. "No le respondo y voy directo a buscar un bolso y ordenar todo de nuevo solo llevando lo mejor y necesario.
—aún queda media hora, ¿que debería hacer?—habló conmigo mismo en voz baja y decido volver a mi cama. Miró el techo durante cinco minutos para luego volver a quedarme dormido y un pequeño sueño me sucumbe.
—¿hola? —me dice una chica de estatura pequeña y tatuajes en sus brazos. No noto descifrar bien su rostro, solo se que me sentía feliz. En paz.
—vamonos de aquí, seamos felices—vuelve hablarme mientras toma de mi mano.
—¿para donde vamos?—le pregunto
—A cualquier lado que no sea este lugar.noto una sonrisa de oreja a oreja y puedo escuchar que se ríe. Se acerca a mi y pone su rostro justo en mi pecho, su estatura no la dejaba llegar hacia mí rostro. Me mira a los ojos y sus manos rodean mi cuello haciendo presión para que bajara mi rostro hasta el suyo, mientras me dejó llevar por el momento al instante de darnos un beso cierro mis ojos mientras me acerco....
—¡mierda! ¿Donde esta?.
—donde esta quien pendejo, ya Carlos esta esperandote. No querías despertar así que tuve que tirarte agua—se ríe mientras me explica lo que balbuceaba.
—uhhhh bésame—y se echa a reír en mi cara, pongo mis ojos en blanco y decido ignorarlo. Me seco la cara y voy a buscar a Carlos en el camino jeremías me da un pequeño golpe y mira a Carlos contandole lo ocurrido.
—lo hubieses visto Carlos, andaba todo excitado con una mujer imaginaria—se cuajan de la risa los dos haciendo gran escándalo. Que bueno que solo vivimos con David, mi hermano mayor.
—no tenías que tirarme agua en el rostro—digo.—no despertabas, tenía que recurrir a algo.
cambio el tema y decido preguntar —¿listos para partir?
—Por supuesto nos están esperando a una cuadra, iremos todo el viaje en auto.
—¿que estamos esperando?—decido despedirme de mi hermano dándonos un abrazo.
—no te olvides de mi si te haces millonario—sonríe—claro que no— respondo. He dejado dormir a mi hermano mayor, al fin y al cabo no sabe que me marcho.
Carlos se despide de jeremías y salimos de casa, mientras caminamos volteo y veo que esta parado en la puerta y se vuelve a despedir alzando su brazo y moviendolo de lado a lado. Solo asiento la cabeza y decido voltearme.
La nostalgia se apodera de mi y siento necesidad de llorar, logró con tenerlas pero mis ojos delatan pequeñas fibras de lágrimas así que espero que el camine adelante para secarme.
Llegamos hasta el coche y abren la puerta rápidamente y nos dicen:
—vamos rápido que estamos atrasados.
Carlos se monta en la parte trasera y se corre a un lado para luego montarme yo. Cierran la puerta y veo lo grande que es por dentro además de que huele bien. Nos miramos Carlos y yo y el auto arranca y desaparece rápidamente de nuestra zona.
ESTÁS LEYENDO
This is my story
Novela JuvenilEsta historia contiene sexo, violencia y lectura referente al alcohol, drogas, corrupción etc. Esta lectura es escrita para personas mayores de edad. Autor: Alejandro Díaz Título: This is my story El mundo cada día va cambiando, al igual que mi vida...