Barwoman

690 23 28
                                    


-Entonces, ¿crees que venga tu admiradora de nuevo?

Annie miró a Reiner con gesto molesto, estaban bajando las sillas de las mesas, eran mejores amigos desde la preparatoria y siempre soñaron con abrir un bar, les gustaba la fiesta, convivir y claro, ganar dinero, no había una mejor inversión que tener el mejor bar en una ciudad que no tenía mucho que hacer, además de vez en cuando tenían exposiciones de distintos artistas lo cual hacía el lugar aún más interesante.

-No ha faltado en meses, no se a qué viene tu pregunta. -Respondió. -Es obvio que vendrá.

Había una chica de cabello negro y corto que iba cada jueves, curiosamente el día que le tocaba cerrar el bar a la rubia, en realidad muchas personas iban para verla preparar bebidas con movimientos extravagantes además de que por iniciativa de ella ese día había una promoción en los tragos que cualquiera quería aprovechar.

Volviendo a la "admiradora", siempre dejaba propina genial para Annie, la miraba atentamente, varias veces había platicado con ella y las insinuaciones eran demasiado obvias, pero la rubia se tomaba su negocio con profesionalismo y aunque quería corresponder se limitaba a regalarle un trago de cortesía en cuanto llegaba. Le gustaba mucho la tensión que tenían y el juego por ver las reacciones de la otra, recuerda claramente el día que la chica llegó con un vestido negro que abrazaba su cuerpo en las partes adecuadas, por poco pierde el control preparando una bebida cuando la vio llegar, esa noche su rostro estuvo rojo todo el tiempo y sintió un calor en su entrepierna igual de intenso, las miradas de la azabache eran intensas, le guiñaba el ojo incluso, ese fue el día que comenzó a darle los tragos de cortesía.

-¿Cuánto más iras con este juego? -Dijo Berth entrando con las cajas de cerveza que llegaban cada día.

-Exacto, que tal que se aburre de sólo esperar que la correspondas. -Habló Reiner dándole un sape en la nuca a la rubia.

Annie tomó su brazo haciéndole una llave que hizo a Reiner azotar su cara en la mesa. El chico se río y se impulso hacia atrás apoyando su antebrazo en el cuello de Annie y presionandola con la pared.

-Esto solo demuestra que tienes miedo.

La soltó y se alejo aún con una sonrisa en su cara y negando lentamente.

-No todas las chicas son Hitch, Annie. He hablado con ella y parece ser una buena persona, dale una oportunidad.

-Es un espacio de trabajo, Reiner, no puedo hacer eso somos profesionales.

Una carcajada de Berthold se escuchó desde la cocina.

-Aja, preguntale al sillón de la oficina que tan profesional es tu socio.

-Eh shh. -Dijo Reiner rápidamente.

-Pero ya enserio, Annie, dale una oportunidad. -Dijo el chico más alto.

Annie suspiró, lo que había dicho Reiner era cierto, su experiencia con Hitch había marcado un antes y después en ella, volver a confiar en alguien más no era una opción que le atrajera del todo. Pero la chica si le inspiraba confianza, ese pensamiento rondó por su cabeza hasta unos minutos antes de abrir el bar. Ya estaba acomodando las botellas y los vasos como a ella le gustaba, las primeras horas siempre eran calmadas, preparar algunas bebidas, servir cervezas, platicar con clientes frecuentes. Su "admiradora" llegaba cuando el lugar empezaba a estar más lleno.

Vio llegar a Ymir y Jean molestandose entre ellos como siempre, los habían contratado hace un año y finalmente habían sido los meseros más estables que habían pasado por ese lugar.

-Hey, rubia, pon una mejor cara, hoy viene tu chica, ¿no? -Dijo Ymir.

-¿Por qué todos están muy interesados en eso? -Respondió la mencionada.

One Shots - MikannieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora