Hybrids [Taejin Au]✓

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Taehyung mordió su labio inferior antes de levantarse a abrir la puerta.

¡¿Cómo mierda lo había encontrado?!

Según Seokjin, por el celular, aunque creía más bien que había movido sus cartas. Seokjin podía ser muy persuasivo cuando quería algo y no se detenía hasta lograrlo. Como ahora.

Pero él no quería verlo. No quería ver a nadie. Mucho menos a su mayor.

Quería hundirse en ese océano de soledad en el que estaba. Quería desaparecer para que nadie lo viese y para que no vean lo lastimado que estaba su corazón en todo ese juego que había iniciado un año antes.

¿Cómo paso?

El solo recuerda que cuando llegó al primer día de ensayo para Young, vio a ese chico tan lindo frente a él, con una sonrisa conversando con el primer menor, Namjoon.

Y mientras él intentaba hacer que su lindo hyung pálido sea más amable con los otros, Seokjin se acercó a ellos y los incluyó en sus charlas y salidas.

Poco a poco fue que su amistad se empezó a hacer más fuerte, hasta después de su debut, hasta ahora. Pero... ¿Que había pasado en ese tiempo?

Taehyung quería saber la respuesta.

¿Por qué justamente su Hyung? ¿Por qué su corazón saltaba como loco ante su presencia? ¿Por qué cuando estaba con él se sentía capaz de afrontar cualquier desafío?

Él sabía la respuesta a las últimas dos preguntas. Pero la primera... No.

Era en estos momentos de debilidad, que Taehyung deseaba jamás haber conocido a Seokjin, porque eso solo lo llevo a la ruina de conocer la belleza y el lado oscuro del primer amor.

Belleza porque Seokjin era por mucho, el chico más lindo del mundo. Su cabello, en ese entonces castaño, cayendo a los lados de su cara, con ese flequillo que lo enloquecía. Su mirada alegre y profunda, transmitiendo miles de emociones. Sus esponjosos y rojizos labios, con los cuales Taehyung tuvo muchas fantasías, haciéndole sentir enfermo por pensar en cosas que se supone hacen las parejas, con su Hyung. Su amabilidad y carisma, buscando siempre la comodidad de los otros miembros por sobre la suya. Su perseverancia para aprender las coreografias y para producir algo que realmente valiera la pena.

Y el lado oscuro, ese que no quería aceptar pero que estaba ahí. Seokjin era manipulador cuando quería. Suave e imponente, delicado y sensual, su tono de voz variaba seguido cuando quería algo. Y eso mismo fue lo que rompió su corazón en un primer momento. La astucia de Seokjin, su capacidad de hacerte creer algo que no era cierto. Su facilidad para cambiar sus gestos y mirada, convirtiéndolo en un excelente actor en cuanto a situaciones incómodas se refería.

Por eso él era así. Dramático y con una dualidad única, que había aprendido del mejor de su círculo social. Pero no contaba con superar al mayor.

— ¡Taehyung, llevo media hora aquí afuera!

Se frustró, esperaba que se fuera en todo ese rato de espera. Pero olvidaba que Seokjin era, por sobre muchas cosas, paciente y persistente cuando lo quería.

— Ya voy, Hyung.

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— ¿Por qué tardaste tanto?

Te miro sin poder evitar pasear mis ojos por todo tu cuerpo. En estos momentos, me odio por ser tan débil ante tu presencia. Y aunque tus palabras son dichas con una sonrisa amable, yo siento que te estás burlando de mí.

— Nada, hyung, solo pensé que se aburriría y se iría.

Aquello provoca que tu cuerpo se tense. Se que fueron palabras muy exactas, un rechazo en su máxima expresión, pero lo que no sé es si verdaderamente te duele o solo estás manipulándome. Y creo que tampoco quiero saber la respuesta.