Como formar un grupo extraordinario

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Lucy no estaba completamente a gusto, teniendo que compartir su almuerzo con Damian Wayne. Solo, era raro ver chicos nuevos en la escuela secundaria. Todos se conocían, desde los más populares hasta los que evitaban las fiestas.
Ellos (excepto Lucy) no conocían muy bien a Damian y lo evitaban.
Quizás dado a que el pobre chico no sabía como mezclarse, o su tendencia a ser muy insufrible.
Por ejemplo. La hora de la comida, Damian comía solo.

—Lo digo en serio—murmuró su mejor amigo—. Como puede no afectarle estar tan solo.

—Parte de su rara personalidad

Recordaba muy bien la conversación que se dio en la habitación de Damian. La rara sensación de vulnerabilidad que hubo en esos ojos verdes antes de que su expresión se endureciera.
A su parecer, Damian tenía cara de  estreñido.

—Oh, me recuerda mis primeros dias aquí. ¿No podemos comer con él?.

—Hablas de que vayamos a su mesa por voluntad propia— sintió algo raro en el estomago— No sé, todos se darían cuenta.

—¿Y desde cuando importa? Él tiene más contacto contigo de lo que alguna vez ha tenido con Sandy, y sabes que esa chica es muy persistente.

Lucy hizo un ruido desagradable. Sandy era la lider de porristas y no se llevaban tan bien que digamos. Además, sus compañeros de clases molestaban mucho con que ellas tenían que ser mejores amigas.
La graciosa popular se burló, negandose a esa posibilidad y Lucy   tampoco hizo mucho por mostrarse amable.

—Me sorprende que la ignore. Le doy un punto a su favor.

Andrew puso mala cara.

—¿Que pensarías si te dijera que podríamos ser un gran equipo?

Lucy dejó de lado su ensalada de vegetales.

—Estamos perfectamente bien los dos— le dijo en voz baja— ¿Qué? ¿Te empezó a caer bien el niño millonario?

Andrew le dio una mirada muy significativa.

—¿Soy ese tipo de persona?

Lucy se desinfló contra el asiento.

—No. Y no estoy de acuerdo con esto— se puso de pie con dificultad— Pero, vamos con Damian Wayne.

Era muy poco probable que se preocupara por el niño millonario. Solo existía un 10 porciento, pero eso, agregado a las palabras de su mejor amigo, la empujaban con su bandeja con comida y la interminable charla de Andrew sobre posibles temas de conversación. A plantarse delante de Damian.

Eh... Si mamá. Mi novio es Damian WayneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora