Eh... Si mamá. Mi novio es Damian Wayne

Poder

Él terminó sin ninguna mala pasada. En cambio, yo tuve que soportar el griterío del director, supongo que el poder te pone todo fácil. Pedí disculpas y salí de allí, no quería ver la sonrisa socarrona en el estúpido rostro de Damian.
Las actividades del club me dejaron muerta del cansancio, ser el as del equipo es muy divertido, me llena de estrés al final y la capitana me hecha también la bronca por pelear con alguien tan importante como Wayne. Siendo sincera me da igual lo que piensen acerca de él, no necesito hipócritas junto a mi. Nunca he sido la que quiere quedar bien ante todo, si me hacen mal yo no me dejo, de ninguna forma.
Tengo mucho calor pero camino algunos kilómetros hasta mi casa, para mantenerme en forma. Llegando, saludo a mi hermano menor y a mi madre antes de sentarme a comer.

—Me han llamado

—Se lo merecía mamá.— dije cansada de que me saquen el mismo tema

Ella niega con la cabeza un poco nerviosa.m

—Ha sido Bruce Wayne

Escupo el jugo y la miro buscando respuestas en su postura incómoda.

—Se disculpa por la forma de actuar de su hijo. Que por favor le perdones.... —estruja un paño de cocina sin saber que hacer para disipar sus nervios, me observa sin poder creérselo aún.—¿Le hiciste algo a ese chico?

Veo por el marco de la puerta que Jamie juega a gusto con sus carritos, no le presta atención a esta absurda conversación y chasqueo la lengua antes de responder

—Me llamó "Pequeña puta"

Mi madre tiene los nudillos blancos de tanto apretar el paño. Demonios, le he molestado los nervios otra vez.

—Solo le he dado un puñetazo. Joder mamá, ese tipo a de ser entrenado para defenderse, con tanto dinero que tiene su padre...—río tratando de cambiar el ambiente pero cuando ella golpea la mesa, se que he dañado todo y me preparo para el discurso habitual

—¡¡Nos pueden quitar la granja si de verdad has cabreado a ese chico!! ¡¿No te das acaso cuenta de los problemas que tenemos?!

Hostigada me levanto

—No es como si yo golpeara a cualquier tipo que se me cruzara. Además, para eso estoy en el equipo de béisbol

Sus ojos se entrecerraron y maldije mi falta de paciencia

—Te prohibí el béisbol—grita pálida— ¡Estás castigada!

—Mamá— chillo montada en cólera—¡¡Solo soy la manager!!

Ah. Maldito sea Damian Wayne