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Las horas habían pasado volando, no había puesto nada de atención a las primeras 2 clases, me las había pasado debatiendo si lo mejor sería alejarme de Mau o seguir con nuestra -si se podía llamar así- amistad.

Sergio y Pablo no me quitaban los ojos de encima desde el tal encuentro, habían mirado todo desde la entrada del aula, de alguna forma me intimidaban.
Terminé de apuntar lo último que el profesor dictó y tocaron la campana indicando que la clase había terminado. Aguarde mis cosas en mi mochila, saque mi celular y tenía dos mensajes, no estaba de humor. Para contestarlos. Todos habían salido ya del aula, incluso el profesor, aguarde de nuevo el aparato y levante la vista. Casi me da un infarto al ver a Pablo frente a mi con una sonrisa de oreja a oreja, sus ojos emitían ese brillo que me gustaba y su cabello estaba un poco despeinado por el viento que hacía.

-Esta vez no escaparás de mi, si eso creías. -sonrió y yo hice lo mismo.
-No tenía planeado hacerlo, solo lo había olvidado. -pestañeé varías veces y lo mire a los ojos.
-Pues vamos. -sonreí e inclino su brazo hacia un lado indicándome que pasara.

Cuando salimos a los pasillos sentí la mirada de Mau, estaba del otro lado del campus, donde esta el área de los de universidad. Alzó una mano en forma de saludo y sonrió, yo solo gire la cabeza y lo ignore. Me sentí mal pero sabía que era lo mejor, tanto para él como para mi.

-Entonces... ¿Ya pensaste en lo que te dije sobre la fiesta? -sí, definitivamente era lo mejor, ya no dirigirle la palabra, no quería causar problemas, pero... ¿Por qué me importaba? -Acacia, ¿estás ahí? -digo, no era mi tipo, su actitud me causaba gastritis y su voz de niño ricachón me enfermaba, aunque no del todo. -¡ACACIA! -me detuve en seco, Pablo me veía con una sonrisa burlona y movía su mano frente a mis ojos. -te saliste de órbita.
-Perdón, tengo muchas cosas en mente, de veras perdón.
-No importan... ¿Qué tel te parece la escuela?
-Me agrada, el área verde es espectacular, la comida de la cafetería no es tan... -pensé en la palabra correcta- rara, me agrada. -sonreí y el también lo hizo, entramos a cafetería y el se inclinó un poco quedando a mi altura.
-Me gusta tu sonrisa, es tan natural. -me regalo una de sus sonrisas y note el ardor en mis mejillas, su piel se había tornado algo roja también y me miro a los ojos, gire hacía el frente y me encontré con quien creo que sería Diego, Mauricio, Sergio y varios muchachos que portaban la camisa del equipo de fútbol de la escuela.
-¡Vaya, una nueva parejita! Qué galán me saliste, hermanito. -dijo Diego.
-Basta, Pastor. -agregó Mau que estaba sentado a su lado, su mandíbula estaba tensa. Diego calló y río por lo bajo. Mire a Mauricio confundida y luego a Pablo que tenía una sonrisa de lado.
-No, no somos pareja. -Admitió Pablo entre risas, Diego se paro, y camino hacía mi, al ponerse en frente de mi, me miro sonriente y extendió su mano.
-Diego Pastor, mucho gusto. -tome su mano y la apreté en forma de saludo, sonreí de lado y la solté.
-El gusto es mío.
-Ahora que se conocen, Diego, he invitado a Acacia a la fiesta que estas organizando para este fin. -abrí la boca y mire a Pablo, él tenía un aire risueño, se giró para mirarme y alzo los hombros. Un estruendoso ruido que provenía de la charola de Mau nos hizo girar a mirarlo, este agarro su charola y se levanto, su mandíbula parecía que iba a quebrarse, con paso apresurado salió de la cafetería sin antes dar un puertazo, cosa que hizo que en el lugar hubiera un silencio total. Diego y Pablo arrugaron la nariz y luego Diego se giró hacía mi.
-Será un gusto tenerte allí.

Love will remember. » s c r e a m a u «Donde viven las historias. Descúbrelo ahora