——✧✧——✧✧——✧✧——Desembarco del rey, 111 d. de
la conquista del Dragón
El olor metálico de la sangre, el visceral sonido del parto y los quejidos inundaban los aposentos de la amante de rey Viserys Targaryen.Los gritos de dolor hacían eco en las paredes y quejidos y maldiciones salían de la boca de la Targaryen, debido al dolor tan insoportable que padecía.
— Un poco más, señora. ¡Puje!
Ni siquiera podía pensar en cómo hacerlo, el dolor que inundaba su cuerpo era tan agonizante que no podía hacer otra cosa más que sollozar.
Viserys apretaba su mano derecha, dándole apoyo y Rhaenyra, la hija de su rey, sostenía la otra; mientras murmuraba palabras de apoyo hacia ella.
— Tú puedes, Shi, sé que puedes lograrlo.— pronunció en voz alta.
Shiera solo alcanzó a regalarle una sonrisa amarga, con los ojos brillantes por las lágrimas; antes de gemir y pujar lo más fuerte que podía. Era su primer parto y solo podía pensar en que quería que todo aquello acabase.
— El niño no sale, su majestad- habló la partera, en dirección al rey.— Necesito que la señora puje con más fuerza.
Pujó y pujó, hasta que la habitación se quedó en absoluto silencio dónde lo único que se oía era su respiración agitada y la voz de la princesa.
Esperó a oír un llanto, pero nunca llegó.
Cuestionándose qué era lo ocurría con su descendiente, pudo apreciar como Viserys salía de la habitación junto a las personas que la estaban ayudando a parir, y lo supo.
La tristeza inundó su pecho.
Dirigió entonces su mirada a Rhae, como le gustaba llamarla y le dio una sonrisa casi sincera, que no llegaba a sus ojos.
— Cariño, necesito que me prometas algo; un cosa muy importante.
— Cualquier cosa por ti, Shi.
Shiera estuvo a punto de echarse a llorar en aquel mismo momento. Quizás sería la última vez que escucharía ese apodo de los labios de su preciada chica, a la que quería como una hija.
— Necesito que me prometas que, cuando nazca mi bebé...— se aclaró la garganta, pero pareció no dar resultados.— Lo cuidarás muy bien y le darás todo lo que necesite. Sé que lo más seguro es que no tenga a nadie, y necesito que tú seas su ángel guardián, mi preciosa niña. Ella necesitará a alguien tan bueno y noble como tú en su vida.
— Te lo prometo, pero ¿cómo sabes que va a ser una niña y no un niño?
— Porque lo siento aquí dentro.— le agarró la mano y la puso en su corazón, donde Rhaenyra pudo sentir los latidos de su corazón.
Ambas observaron la entrada del rey, quién se situó de nuevo al lado de su amor, y la mujer acarició la mejilla de su hija antes de que las parteras la sacasen de la habitación.
— ¡Cuídala como si fuese tu hija, Rhaenyra! — alcanzó a gritarle.
Viserys le besó la mano, mientras soltaba algún que otro sollozo. Le pedía perdón una y otra vez, reviviendo la situación que había pasado en el parte del segundo niño que había tenido con su difunta primera esposa.
— Está bien, Vis, está bien.
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The dance of hearts
Fanfiction"No matter what we breed, we still are made of greed... This muy kindom, come... This my kingdom, come..." Un fanfic de Aemond y Aegon Targaryen