El guardián de los astros (Terminada)

Epílogo (Editado)

Pasó más de un año desde que las cosas llegaron a su fin luego de aquel incidente en el museo, la pelea se hizo pública obviando las partes en donde aparecía mi identidad y se nombraba la de Lynx. Aunque al final este mismo se dio a conocer ante todos el día que se realizó una limpieza general en aquella zona, por obvias razones el desastre quedó intacto para ser limpiado.

Las afectaciones de algunos prodigios no pueden ser restaurados con el de la creación. La guardiana y yo intercambiamos conocimientos que habíamos adquirido a lo largo de los años ella como heroína y yo como aprendiz.

Mi abuelo estuvo al tanto de todo una vez se calmaron los problemas, me quedaré a terminar mis estudios y una carrera universitaria, gastos que habían sido costeados entre él y el anterior guardián. Tuvo todo planeado, incluido mis estudios finales.

Lynx por su parte realizó todos los trámites para poder trabajar y residir aquí en París. Vive junto a mí, en el departamento que alquiló donde los Dupaint. No les molesta o extraña nuestra relación en cierta forma, aún sigo trabajando en la panadería, aunque a menos tiempo que antes por los estudios.

Los demás kwamis del zodíaco griego tuvieron que presentarse ante Ladybug y Chat, estos querían pedir disculpas por lo ocasionado ante todos y retomar los lazos que alguna vez tuvieron las cajas. De igual forma conocí a los del chino en la misma noche.

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— Buenas noches, querido guardián — decía el gato tras aquellos árboles.

— Hola gato tonto — respondía Lynx tras de mí.

— Hola avecita, no te haríamos presente en esta reunión de guardianes.

— Estoy cumpliendo el mismo papel que tú — dijo antes de quedar en silencio.

— Dejen de pelear ustedes dos, quedaron de malas luego de ese día; no los culpó — decía Ladybug llegando algo tarde — Bueno, Aster a lo que venimos, decía antes de llevarme a un lugar secreto para el encuentro.

El lugar no era tan secreto, pero se halla lejos de los ojos curiosos. Debíamos hablar de varias cosas y tenía que confirmarle sus dudas de hace algunas semanas.

— Como te había dicho, debo aclararte las dudas sobre el prodigio de la noche y la luz. El prodigio de la noche te da el poder sobre la luna y las sombras, es un kwami muy poderoso que en su tiempo fue debilitado, manteniendo una parte de su poder el control sobre las sombras; no sabemos la razón de que su arma se trate de la 'transfiguración' proceso en el que el alma abandona tu cuerpo y toma una forma animal, es algo indoloro y este último se mantiene con vida durante un tiempo indefinido. De ahí que mantengan conexión.

— Entendemos que hay de tu pequeño compañero — menciona Chat.

— El kwami de la luz u Ophiucus como se llamaba antes de su renombre, fue una reliquia familiar que estuvo en la familia de Lynx, de ahí que conozca mi secreto desde varios años. Este kwami te da el poder del Dios Asclepio con quien se le confundía varias veces, su arma es el bastón de este mismo dios y cambia a varias armas del conocimiento del portador; su poder es de la sanación y se da ante la persona de varias formas, siempre que se mantenga contacto con este.

— Algo que nuestro señor no les quiere decir es el precio a pagar de nuestros prodigios, uno que varía y debido a esos ambos están marcados — menciona Ophi ante mi ocultación de datos.

— ¿A qué se refiere con aquello tu amigo? — pregunta curiosa Ladybug.

— No es la gran cosa, solo tengo mi vida acortada junto a Lynx, por no esperar a sanarme con el prodigio — decía contento.

— Y eso es algo para que te contentes, morirás más rápido que otras personas — menciona molesta Ladybug.

— Tú sabes que nuestras vidas se alargan por proteger estás cajas, y no disfrutamos el resto de nuestros días hasta elegir a alguien más. Mi familia no se salva de ello; los guardianes viven varios años después de entregar el título a sus nietos y no hijos como se creería.

[****]

Lynx e Ikki dejaron de lado la identidad de Nocturn. Debido a traumas obtenidos aquel día, están en terapia, aunque el último solo las escucha para luego ponerlas en práctica junto a sus amigos en la caja.

— Amor sigues con el grimorio — me interrumpe Lynx de mis pensamientos, mismo que saludo con un pequeño beso en las mejillas antes de guardar aquel libro.

— No solo pensaba las cosas que han pasado en el último año, hace pocos días que se cumplió un año del incidente, recuérdame avisarte las cosas con semanas de anticipación para evitar estos problemas. Hola Ikki, veo que les fue bien en la sesión.

— Lo mismo de siempre Señor Aster, tenemos pequeños avances junto al señorito. Aunque estamos demorando desde mi punto de vista, la terapeuta dice que es normal.

— Cuándo dejarán de llamarme así todos ustedes — me desagrada la formalidad, más por mi edad apenas tengo 18.

— El día que deje de ser el futuro guardián, mi señor — decía orgullosa mientras se reverenciaba.

Mi abuelo me mintió cuando me mando con la caja, sin saberlo había aceptado el cargo que me tocaría en algún futuro. Soy temporal al menos mientras él siga de pie, pero dejó en claro las condiciones para que se dé el traspaso total como guardián. Aunque no a demorar que presente los primeros síntomas, la pérdida de memoria con todo lo referente a los kwamis.

Tengo la ubicación de todos los kwamis elementales, no les podré recuperar hasta que mi abuelo llegue a la ciudad y dado lo que ocurre, tendré que esperar al traspaso de títulos. Cuando ese día llegue actuaré como mi deber mande.

— Están listos para irnos a la fiesta del barco, escuche que darán un concierto como el de la última vez que fuimos Señor Aster — esta vez era Ophi, quien junto a unos dulces preparaba sus souvenirs.

— Eso fue hace mucho tiempo ya, ¿Aún lo recuerdas? — le preguntó.

— No olvidamos fácil mi señor — tendré que encantarlos si siguen diciéndome así.

Me había olvidado, se supone hoy daba oficial el conocimiento de Lynx ante todos. Aunque pienso ya lo deberían saber, pues como me ven ellos desde lejos cuando ando con él por algunos lugares.

Y así los días avanzaban en esta ciudad que protegida por diversos héroes seguía en pie hasta que el mal sea destruido. Aquel mal que maquinaba un diferente plan cada día desde las sombras y un nuevo lugar. Dado que ha escapado por un pequeño inconveniente en sus planes, una estrella que junto a la luna llegaron el mismo día a esta ciudad.

Desde entonces está atento a que lo puedan atrapar y con cada conocimiento que reúne en sus ataques, se prepara para obtener lo que tanto anhela. Los prodigios que le den el poder de cumplir su deseo...