Shuichi Saihara estaba saliendo de su universidad, en camino a la comisaría. Sus superiores le dijeron que tenían un tema importante que hablar con él.
Éste joven había empezado su trabajo como detective a los 16 años, pues su gran intelecto llamó la atención de la policía con gran rapidez, y al ser el sobrino de uno de los altos cargos, fue asignado detective en poco tiempo.
Le solían encargar casos simples al principio, pero, a medida que crecía y avanzaba en su trabajo, le iban asignando tareas más adecuadas a su edad.Ahora tenía 17 años, seguía con sus estudios, y a veces era complicado mantener su trabajo y la universidad, pero era capaz de organizarse bastante bien. Su trabajo le parecía muy sencillo, no le quitaba demasiado tiempo.
Pero esta vez, estaba tanto emocionado como nervioso. Le iban a asignar un nuevo caso de más nivel, y pensó que podría ser interesante.
Llegó a la oficina, e inmediatamente le empezaron a mostrar el caso, todos los incidentes provocados, sospechosos, características, y de más información que el detective necesitaría para empezar a trabajar en el caso.
Trataba sobre un ladrón. Un ladrón muy peculiar. Todo lo que robaba era muy valioso y estaba asegurado con avanzada vigilancia, sin embargo, era capaz de conseguir todo lo que quería como su fuera un juego de niños.
Nunca ha sido visto, por lo menos, no de cerca.
Siempre jugaba al gato y al ratón con la policía, se tomaba el tema como si fuera un chiste. Siempre permitía que le persiguieran, siempre dejaba ver su silueta, pero nunca su rostro. Esa larga capa y ese sombrero de copa, ese traje formal y blanco, siempre impoluto y perfecto. Y su máscara, su característica máscara de payaso.Todos sus hurtos ocurrían por las noches, y siempre dejaba obvias pistas para que la policía fuera a ese lugar. Es como si se riera de ellos, siempre están tan cerca, pero nunca lo suficiente. El ladrón les tiene en la palma de su mano, y sólo está jugando con ellos.
Al ver toda la descripción de este criminal, Shuichi no pudo evitar pensar en que quizá estaban exagerando. Era imposible que fuera tan difícil, y más aún cuando siempre deja ver su silueta después de cada robo.
Estuvo ojeando las páginas del informe con los detalles, pero no vio nada que pudiera servirle a empezar. Pensó que esperaría a que ocurriera el siguiente robo para empezar a fondo su investigación.
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Al día siguiente, en el metro de camino a su universidad, estaba revisando de nuevo el informe con los detalles del ladrón. Por algún motivo, se sentía observado.
-¿Ese es un nuevo caso?
-Ah! Oh, buenos días Kaede, lo siento, estaba concentrado... Y sí, este es un caso nuevo, pero no te puedo decir mucho, lo siento...
Se apresuró a decir el peliazul para después empezar a guardar los papeles.
-Está bien, ¿Y este está más interesante que el resto?
-Si, está bastante bien, espero que no sea demasiado difícil...
-No seas así, siempre dices eso y siempre terminas resolviendo el caso en muy poco tiempo. Suerte, Shuichi.
-Gracias Kaede..
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A veces, la mejor estrategia es aliarse con el enemigo, o por lo menos, esa es la que llevaba a cabo el joven ladrón.
"Ambos estamos tan cerca..."
Pero aún así, no le era suficiente, necesitaba arriesgarse, necesitaba adrenalina.
Ya sabía su próximo movimiento, dentro de muy poco...______________________________
562 palabras
Bueno, esta es una nueva historia, se me ocurrieron un par de cosas y pensé hacer esto, espero poder hacerlo no muy mal
Aún pueden darme un poco de inspiración para mas historias, se lo agradecería mucho porque no sé qué escribir. Estoy abierta a todo, gracias! Y espero que disfruten<3

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El ladrón sin rostro - Saioma
Fiksi RemajaEl joven detective Shuichi Saihara es asignado con uno de los casos más difíciles que se están llevando a cabo. Es un ladrón capaz de robar todo tipo de objetos, sin nunca ser atrapado. Mientras, el ladrón desarrolla un fuerte interés hacia este de...