Capítulo 1: Despertar - Tercera parte: Reanimar

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El mismo hombre que había estado salpicando con agua sucia el nombre de Wèi WúXiàn en la Casa de Té se encontraba al frente del grupo de cultivadores. ― Sabía que no eran mocosos normales desde que entraron a la Casa de Té. ―

Gāo JūnShān resopló. ― ¿Quién es el tonto al que se le ocurrió subirse a una plataforma tambaleante para dar un discurso? ―

Estaba molesto porque después de la forma tan ridícula en la que cayo nadie lo tomó en serio y se fueron sin escuchar todo lo que tenía que decir. ― No te han enseñado a tratar a tus superiores. ―

Lo miró con burla mientras hacía un sello en la bolsa con sus dedos. ― ¡Empecemos! ¿Porqué no vienes lames mis botas? ―

El hombre se llama Jīn GuāngQiáng¹, miembro de la rama secundaria de los Jīn. ― ¡JÁ! Mereces morir por ensuciar el aire que respiro. Dame la bolsa ahora. ― Extendió la mano y la miró con amenaza ¿Por qué los perros del Patriarca YíLíng habían traído a una mujer si son débiles, patéticas y arruinan todo? No debían ser muy inteligentes, sería fácil vencerlos.

Un par de cultivadores se atacaron a los muchachos desde un punto ciego, Zhào DúMéi frenar el ataque de uno con un par de movimientos mientras el segundo saltó buscando abalanzarse sobre el objetivo más débil, Gāo JūnShān se coordino para herir con una estocada a su atacante mientras pasaba la bolsa a Mò XuánYǔ, quien ya se había alejado un par de metros para lanzar un talismán al primer atacante, a una velocidad casi imperceptible para el ojo inexperto.
Mò XuánYǔ jugó con la bolsa en sus manos. ― ¿Para qué la quieres? ¿Arreglar tu impotencia? —

Jīn GuāngQiáng era bastante conocido en la secta por sentirse muy digno tratando de cerrar burdeles, hostigado trabajadoras y avergonzado a cualquier mujer que considerara sucia e indigna. Amargado de ya no poder disfrutar de esos lugares después del accidente que tuvo en su juventud. Fue una de las personas que contribuyó a que la vida de Mò XuánYǔ fuera un infierno en la Torre JīnLín por considerar a su madre una seductora que quería aprovecharse del Jīn GuāngShàn para subir de estatus y dejar de ser una "zorra mediocre llena de lodo".

"Eres demasiado tierno y fácil de intimidar ¿Cómo podría resistirme?"
"Escuché que su madre engañó a Jīn-zōngzhǔ... No es de extrañar que tenga un aire tan seductor".
"¡¿Cómo te atreves a comportarte de esa forma con un miembro mayor?!"
"La manzana no cae lejos del árbol".
"Era de esperarse, alguien como él nunca obtendría el favor de Jīn-zōngzhǔ".
"Eres una vergüenza  para  la Secta  Jīn ."

Mò XuánYǔ escuchó todo eso mientras estaba tirado en el suelo, con las túnicas desgarradas y él mirándolo con inferioridad, como si no fuera más que un asqueroso insecto que merecía ser pisoteado.

Jīn Zhén. — ¡No te atrevas a insultar al Señor Jīn hijo de puta. — El chico se veía de su edad, probablemente uno de los muchos hermanos de Mò XuánYǔ tratando de ganar mérito de manera rápida.

Portando pequeños regalos y otras cosas que para Jīn GuāngShàn eran baratijas sin valor al igual que sus otros hijos y las madres de ellos, pero estos eran un símbolo de preferencia hacia ellos por lo que se esforzaban por mantener su favor, creyendo que algún día se convertirían en el próximo líder o esposas principales. Y a Jīn GuāngShàn eso le divertía mucho.

Como su madre, que pensaba que si Mò XuánYǔ se apresuraba en destacar él volvería por ella.

El segundo cultivador retrocedió y presionó la herida en el hombro que le proporcionó la espada de Zhào DúMéi. — Mò XuánYǔ... Ni siquiera porque eres el hijo del honorable Líder Jīn. Conoce tu lugar. —

El guardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora