NORTH || Joshua Bassett [#4]

Capítulo 14

JOSHUA'S P.O.V

Miré mi reloj una vez más, habían pasado varios minutos desde que quedé con ____ verme en este lugar, y con minutos me refiero a casi más de 40 minutos. Desde que tengo memoria, y desde que la conozco hace 5 años, Breslow casi no llegaba tarde a ningún lado, casi cuando despertaba tarde o sus amigos no la dejaban llegar temprano. 

Así que una parte de mi no se preocupaba por eso, pero la otra parte no me impedía pensar en todo lo que podría estar pasando de las razones de que llegara tarde. 

Quizás hay tráfico, concedido; el metro puede estar en reparación, también concedido, aunque eso no tendría mucho sentido porque literal vive a unas calles de aquí y le gusta caminar; podrían estar grabando alguna serie entre las calles y por eso está bloqueado todo... 

Okay tenía que dejar de pensar en excusas tontas. Mi mente no me dejaba creer que tal vez se había arrepentido y no quisiera verme, aunque después de muchas salidas eso podía ser casi imposible. 

Joder qué buenas salidas habíamos tenido. Todo este tiempo era como si el tiempo no hubiera avanzado y ella y yo seguíamos... juntos. Mierda. 

—Oye, ¿vas a entrar?— me preguntó el encargado del zoológico. 

—Sí, estoy esperando a alguien— respondí. 

—Bien, entonces muévete porque las personas van a querer entrar—. 

—El lugar está vacío—. 

—Eso lo decido yo, ahora muévete—.

Qué amables estas personas. Me moví del lugar antes de que ese tipo me odiara más; se supone que los newyorkinos son buena onda. 

Bajé la cabeza de nuevo al reloj, otros 5 minutos habían pasado. No lo iba a admitir pero estaba empezando a desesperarme. Afortunadamente sentí el alivio cuando vi a ____ venir hacia mí, y no pude evitar sonreír; con las manos dentro de los bolsillos de su abrigo, una bufanda alrededor de su cuello, las botas de invierno que se le veían demasiado bien y bajando la cabeza porque hacía un poco de frío. 

Suerte que no nevaba.

—¡Hey!— levanté una mano saludándola y mostrando una sonrisa —Por un momento creí que no vendrías, pero tenemos suerte, el zoológico casi está vacío—. 

Sin embargo, ____ no dijo nada. Mostró una ligera sonrisa de lado en sus labios, pero por alguna razón seguía con la mirada baja. 

—¿Estás bien?— le pregunté extrañado. 

Al momento en el que Breslow levantó la cabeza sentí como mi corazón se encogió en segundos. Sus ojos estaban cristalizados, como si estuviera a punto de llorar y hubiera reprimido esas ganas toda la mañana. 

—¿____?— volví a cuestionar. 

—Mi mamá llamó—. 

 Y lo comprendí. No lo dudé dos veces para tomarla entre mis brazos y formarla en un abrazo, claro que fue el primer instinto que tuve, y antes de que dijera algo o me siguiera el gesto, la solté de golpe para mirarla a los ojos mientras la tomaba por los hombros. 

—Lo siento, ese fue mí...—. 

Pero antes de que me dejara terminar, pasó lo que jamás creí que pasaría. Abrí mis ojos por sorpresa cuando ____ rodeó mi cuerpo con sus brazos y pegó su cara a mi pecho. Me afligí al sentir mi sudadera humedecerse por sus lágrimas, lo que causó que yo la aferrara más a mí y recargara mi cabeza sobre la suya. 

Ahí estábamos los dos, en medio de una burbuja en Central Park donde nada más existíamos ella y yo. Tomándonos en un abrazo que fue más que necesario, aunque ninguno lo supiera; traté de engañarlo diciendo que era algo por su madre, pero la verdad es que era un abrazo que ambos necesitábamos desde que nos reencontramos.