Capítulo 8

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"No matter what happens, no matter what you decide to do, I'm going to love you, until the end of time". 

-Lexie Grey

(...)

JOSHUA'S P.O.V

Saqué de mi abrigo las llaves de mi casa lo más rápido que pude hacerlo, o mejor dicho, de la forma en la que mis manos me permitían hacerlo. No dejaba de temblar, las trataba de tomar pero se caían de mis manos, resbalaban por el sudor frío que emanaba, aunque no sabía si era por la nevada o por lo que acababa de pasar. 

Parecía ser tan surreal y mi cerebro seguía analizándolo. Cada uno de sus movimientos, cada una de sus facciones, la forma en la que sus labios se entreabrían por el aire que soltaba, y eso gracias a la sorpresa, como lo seguía haciendo después de muchos años. 

Sus ojos todavía tenían ese brillo que el invierno le daba, y aunque físicamente no había cambiado, las mechas rubias en su cabello le daban una línea de madurez que antes no tenía. Se veía muy... muy...

Cerré mis ojos con fuerza, al mismo tiempo que recargaba mi cabeza sobre la puerta, mis puños se apretaban y por más que lo intentaba, no podía dejar de pensar en ella, ni en lo que acababa de pasar. 

Caí lentamente hasta quedarme sentado en la puerta. Abrumado por mis pensamientos, abrumado por lo que pasó, abrumado por todos los recuerdos, todos esos recuerdos por los que lloré meses, por los que escribí mis últimas tres canciones. Tres años de los que traté de seguir con mi vida. 

Y aquí estaba otra vez. 

—Josh, ¿Estás bien?—. 

Abrí mis ojos de golpe por el sonido que se escuchaba a lo lejos, como si fuera un eco retumbando en mi cabeza una y otra vez. 

Alcé la mirada, donde me encontré con Ciara, quien me veía parada a lado de mí, y con demasiada confusión en su expresión. 

—Te ves muy pálido—. 

—Estoy bien— respondí, mi respiración estaba desnivelada —. Sí... eso creo—. 

—Ven, hay que entrar, te ves muy mal—. 

Con ayuda de Ciara, logré levantarme del piso. Ella abrió mi departamento y juntos entramos a la casa, sin dejar de soltarme ni un solo momento. Me podía mantener de pie yo mismo, pero mi cabeza no dejaba de dar vueltas. 

—Siéntate— me dejó caer en uno de los sofás, de la forma como si fuera un cuerpo en una bolsa negra de basura —. Okay, Joshua, me estás asustando, dime qué te pasó—. 

Levanté ligeramente mi cabeza, y por mera inercia sonreí. No tenía ni idea de por qué lo había hecho, o cuál era la razón de esa sonrisa, aunque podía imaginarlo, simplemente sonreí. Sonreí y sonreí, hasta recliné mi cabeza en el respaldo de mi sillón. Logrando que ese shock fuera desapareciendo poco a poco, y ahora mi corazón no dejara de latir. 

Si antes mi mejor amiga se preguntaba si estaba por completo loco, ahora lo podía asegurar. 

—Tienes problemas— suspiró Ciara —¿Cuántas veces te he dicho que no te metas con los adictos de Brooklyn?—. 

La miré desconcertado —No me metí con el grupo de adictos— volví a reclinar mi cabeza —. Es sólo que... no puedo creer lo que acaba de pasar—. 

Ciara caminó hasta a mí y me lanzó uno de los cojines de mi sala, con mucha fuerza. 

—¡Hey!— le reclamé —¡Eso por qué fue!—. 

NORTH || Joshua Bassett [#4]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora