Don Gruñón ♡

Nine

Un día más en la academia, Felix se encontraba en el baño mojando su cara.

Y bueno, queridos lectores, en las historias siempre debemos añadir un poco de drama, ¿cómo lo conseguimos? Pues... Añadiendo un villano.

Felix sintió una presencia tras él, así que levantó la mirada al espejo, encontrándose así con Shin Ryu Jin, quien también estaba en la clase de baile. Felix y ella nunca se habían llevado bien, solo porque Ryujin sentía a Felix como una competencia, como una piedra en su camino.

—Felix.

—¿Necesitas algo?

—Me enteré de que te darán un solo este año...

Felix solo se mantuvo en silencio asintiendo una vez.

—No lo mereces...— susurró Ryujin.

—¿Qué?

—¡Qué no lo mereces!¡No te has esforzado lo suficiente, no como yo!

—¿...Qué no me he esforzado lo suficiente...?— Felix miró con desagrado a Ryujin.— ¡¿Qué no me he esforzado lo suficiente?! Bailo desde los 6 años, mí papá me rechazó por elegir esto y se marchó, me he lesionado decenas de veces, pasé por una etapa muy dolorosa en mi vida, tuve que trabajar y estudiar al mismo tiempo solo para seguir mi sueño de ser bailarín, ¡me he esforzado hasta no poder más durante toda mi puta vida, así que no vengas a decir que no me he esforzado, porque lo he hecho y he derramado cada gota de sudor y sangre, cada lágrima, he mostrado cada sonrisa a pesar de sentir dolor solo por el baile, para que vengas tú a decir cosas sin sentido!

Felix salió furioso de ahí, dejando a Ryujin atónita. Luego de que la chica entrara a la sala se enteró de que el profesor obligó a Felix a irse a su casa a descansar. Vió a Minho acercarse a ella con el ceño fruncido.

— Ryujin, por eso no eres tan buena bailarina, no dejas de competir con quiénes son tus compañeros.— antes de que la pelinegro pudiera decir algo Minho siguió.— No vuelvas a meterte con Felix.

Y así se alejó por la puerta.