"Caminos Encontrados"

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Betty y Jughead eran apenas dos adolescentes cuando se conocieron; atravesaban su tercer año en la secundaria y empezó como una amistad, y hacían sus tareas juntos.

—Solo le falta un detalle. Ya está— Aseguró Betty, con la computadora del chico frente a ella en la oficina de ambos.

Jughead tomó la computadora y sonrió. —Gracias, Betts. No se que haría sin ti—

—Tampoco yo se que harías sin mi— Contestó Betty, encogiéndose de hombros.

Jughead sonrió y la miró por un momento. Sus miradas se cruzaron y guardaron silencio, solo comiéndose con la mirada.

—Bueno, ya terminamos. ¿Te parece si salimos a dar una vuelta? Solo si quieres, claro— Propuso Jughead, algo nervioso.

—¿Pop's?— Sugirió la rubia.

Jughead se encogió de hombros y asintió. —Claro, en realidad tengo hambre y creo que tú también—

Betty asintió, feliz, y ambos empezaron a caminar hacia Pop's. Reían mientras hablaban de cualquier cosa, y en realidad disfrutaban estar juntos.

Betty estaba riendo, pero dejó de hacerlo cuando notó que Jughead la miraba fijamente. —¿Que pasa?— Le preguntó.

—¿Que pasa con que?— Preguntó el ojiazul, confundido. Al parecer no sabía lo que estaba haciendo.

—¿Por que me mirabas de esa manera?— Preguntó Betty.

Jughead abrió los ojos como platos, avergonzado. —Yo... yo... perdón. No sabía que...

—Hey, no pasa nada— Lo tranquilizó, sonriéndole. —Ya llegamos—

Llegaron a Pop's y Jughead pidió sus hamburguesas mientras que Betty prefirió solo una malteada de fresa.

Jughead devoraba sus hamburguesas mientras Betty lo miraba, riendo, y eso lo confundía.

—¿Y ahora que?— Preguntó Jughead, mirándola, divertido.

Betty dejó de reír, mirándolo mientras se tomaba un trago de su malteada. —Nada, nada. Es que creo que no hay nada en el mundo que ames más que una hamburguesa—

Jughead sonrió, divertido. —Yo no diría eso— Negó, tomando un trago de su malteada.

—¿Que?— Preguntó Betty, alzando una ceja. —¿Entonces hay algo que ames más que las hamburguesas? Imposible—

—Eso no lo sabes, Cooper— Aseguró Jughead, aún tomando de su malteada.

Se divirtieron mucho ese rato que pasaron en Pop's, y cuando estaban así, juntos, para ellos el tiempo no pasaba y ya había anochecido.

—Oh por favor... odio irme a mi casa así. No me di cuenta de que estaba anocheciendo— Confesó Betty, mirando a su alrededor después de salir del Pop's.

Jughead la tomó de la mano y le sonrió. —Oye, está bien. Voy a acompañarte hasta tu casa—

—No es necesario— Negó la rubia, mirándolo.

—Oye, de ninguna manera permitiré que te vallas tú sola. Es peligroso— Respondió el chico, posando una mano en su mejilla.

Betty suspiró y aceptó la propuesta del chico. Ambos caminaban por las calles, tomados de la mano.

A ella le asustaba caminar por las calles a esas horas y solo se sentía segura con el.

—Muy bien, esa es mi casa— Señaló Betty, deteniéndose frente a la hermosa gran casa y mirando al chico. —Gracias, Juggie—

One Shots "Bughead" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora