Capítulo 14 "Travesía"

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STEPHAN

-¿Estás despierto? -escuchaba entre sueños, parecía que había mucha gente a mi alrededor. Poco a poco iba regresando en mí, era como si mi alma hubiera salido del cuerpo y llegara totalmente extenuada.

-PATRONA NO NO NO. -escuché que dijeron 

-¿Aleska? -traté de hablar hasta que escuché unos pasos y luego sentí como mi rostro se empapaba de lo que parecía ser agua.

-Si quiera recuerdas mi nombre. -escuché que dijo la Rusa, parecía estar enojada.

Al abrir los ojos me di con que estaba parada frente a mí, con la mirada fija en mis pupilas, al parecer tenía lágrimas en los ojos. Era como esos juegos que solíamos hacer. 

-¿Estamos jugando? -pregunté con la voz quebrada producto del licor -digo, para poder darte un beso. -sonreí antes de caer al suelo.

Aleska echaba fuego por los ojos, todos los hombres estaban atrás de ella en silencio.

-Ni siquiera puedes ponerte en pie. -recriminó.

Poco a poco fui comprendiendo lo que estaba pasando y solo atiné a callarme.

-Llévenlo a darse un baño para que se le quite la resaca. -ordenó

El letargo en el cual me había encontrado sumergido producto del alcohol había entorpecido a tal punto mis sentidos que no podía caminar por mi cuenta, sino que Rufino y Rolo me habían llevado al baño casi cargado.

-La patrona no se la va a perdonar fácil patrón. -dijo Rolo mientras caminábamos por el pasillo

-Está furiosa. -agregó Rufino

No sabía que responder, así que solo me quedé en silencio.

Entre dormido y despierto logré ducharme y recuperar un poco la lucidez.

Pasada una hora, regresé a la sala ya más consciente de mí. Aleska permanecía cruzada de piernas y sentada en su sillón, con un libro en sus manos. Cuando sintió mis pasos, levantó la mirada, producto de la inclinación de su lectura y el constante mirar hacia abajo, los anteojos habían caído un poco y por encima de ellos me plantó la mirada, como desafiándome.

La Rusa levantó el dedo índice y acomodó los anteojos en su rostro, para luego cerrar el libro con fuerza, haciendo sonar la tapa y las hojas del mismo. Debido al silencio sepulcral que invadía la sala, aquel sonido se escuchó con total claridad que más parecía un trueno.

-Posterior a ello dejó el libro sobre la pequeña mesa que reposaba al lado suyo, al mismo tiempo, se retiró los anteojos y los dejó sobre el libro.

Los hombres aún permanecían alrededor de ella.

-Retírense todos, quiero hablar con el señor. -ordenó

-Todos hicieron caso a sus palabras y se retiraron de la habitación.

-Aleska, yo no quería...

-¿CÓMO TE LLAMAS? -interrumpió.

-Axel Stephan D'angelo Ortega. -respondí.

-¿CUÁNTOS AÑOS TIENES? -preguntó 

-Veinticinco. -volví a responder.

-Eres un hombre hecho y derecho, ¿acaso tengo que estar detrás de ti para que te comportes bien?, yo no soy tu mamá. -dijo.

Cuando Aleska mencionó la palabra "Mamá" dirigí la mirada hacia los cuadros que estaban colgados alrededor de la sala. En uno de ellos me encontraba junto a mi madre, la fotografía  había sido tomada en Italia, justo cuando me había graduado. Las lágrimas fueron incontenibles y sin darme cuenta mis ojos se desbordaron en llanto.

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⏰ Última actualización: Oct 26, 2023 ⏰

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