Capítulo 13 "Lazos"

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Aleska

Había llegado el viernes y no había indicios del paradero de Stephan. Mi angustia se había acrecentado a tal punto, que la búsqueda y el caso ya lo llevaba la policía, sus diversas divisiones y escuadrones y los otros detectives que había contratado para buscarlo.

Me había pasado toda la semana en vela, sin dormir, y si lo lograba, los sueños se encargaban de regresarme a mi fatiga. El directorio ya se empezaba a preocupar por sus inversiones y habían propuesto una reunión de urgencia para que yo asumiera el cargo de presidenta de manera momentánea.

Rufino, que se encontraba almorzando en la cocina, recibió una llamada, debido a la preocupación, la atención que le presté a su conversación fue nula.

-¡SEÑORA! ¡SEÑORA! -Gritó Rufino 

-No hagas ruido por favor, no tengo ánimos de nada. -Contesté sin entusiasmo

-Creo que esto se lo devolverá. -Dijo

-¿Ah? -Respondí

-Rolo dice que ha encontrado al patrón. -Dijo con una sonrisa.

Cuando Rufino dijo "Patrón", mi mente se reactivó y de un brinco me levanté del sofá.

-¿DÓNDE ESTÁ? -Dije

-Está en un lugar alejado, no me dio detalles pero ha mandado la ubicación. -Respondió.

-¿Y qué esperas? VAMOS -Exhorté.

Rufino tomó el auto y partió rumbo a la ubicación que se le había dado. A mitad de la carretera nos cruzamos con un auto que parecía dirigirse a la finca, mas por la prisa que llevábamos no le presté atención.

Transcurridos unos 30 minutos, llegamos a un lugar muy alejado de la ciudad, al parecer era un tugurio. Rufino me indicó que no bajara del auto hasta que él me diera la orden, debido a que este era un lugar poco concurrido. Pasados unos 10 minutos Rufino volvió y me invitó a bajar.

-Patrona, puede decender. -Dijo extendiendo su mano.

-La zona parece limpia, pero le recomiendo mantener su arma cargada y asegurada por si las dudas.  -Sugirió.

Rufino y yo dejamos la camioneta estacionada junto a un lugar que llevaba en su frontis un letrero que decía "Licorería", debo admitir que por su decoración y ambiente, eso parecía más un prostíbulo que una licorería.

- Aquí es señora. -Dijo Rufino

-¿Cómo es que Stephan llegó hasta aquí? -Dije para mí misma.

La puerta del establecimiento estaba cerrada, toqué un par de veces y un hombre alto pero muy joven, abrió la pequeña ventana que había en el centro de la misma.

-¿Qué desea? -Preguntó con algo de desagrado.

-Disculpa hijo, vengo a buscar al Señor Stephan. -Respondí. -¿Crees que me puedas dejar pasar?

-No sé quién es él. -Replicó. -Además. mujeres no pueden pasar, salvo para trabajar. -Dijo antes de cerrar bruscamente.

-Que tipo para grosero. -Le dije a Rufino.

-Desde luego que sí mi señora.- Respondió.

-Me alcanzas mi bolso, por favor. -Solicité

-El pequeño hombre me acercó el bolso, saqué mi billetera y extraje uno de los billetes que estaban cuidadosamente ordenados en ella. Volví a tocar la puerta y el chico volvió a salir.

-Ya le dije que mujeres no pueden ing...

-Ostav' sdachu sebe, synok (Puedes quedarte con el cambio, hijo) -Le dije en Ruso

Amarte Hasta La EternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora