025. AQUELLA VEZ QUE ME HICISTE DAÑO ☑️

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CAPÍTULO VEINTICINCO
AQUELLA VEZ QUE ME HICISTE DAÑO

CAPÍTULO VEINTICINCOAQUELLA VEZ QUE ME HICISTE DAÑO

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Año 2019...

ALEXA'S POV

Bostecé y estiré mis brazos en la cama, girando sobre mi cuerpo, aun con los ojos cerrados, sintiendo el brazo de Damon rodeando mi cadera. Sonreí y pasé mis manos por mi rostro, bostezando una vez más antes de abrir los ojos, encontrándome con Damon frente a mí.

Todavía se sentía como un sueño febril, como si en algún momento fuese a despertar en mi cama para darme cuenta de que nada sucedió, que no fue más que una de mis fantasías, pero, seguíamos aquí, juntos, o algo así, y aprovecharía cada segundo de esto mientras pudiese.

Lo vi dormir por algunos minutos, en silencio, con una sonrisa en mis labios. No iba a negarlo, me sentía como una enamorada de su primer amor, y la verdad, lo era. Había tenido uno que otro intento de relación con otros chicos, pero jamás había sido así, jamás se había sentido como amor. Aunque, sabía que él iba a hacer algo para arruinarlo, porque ese era Damon Salvatore.

Pero, tenía una eternidad para cometer errores, ¿no?

Exhalé, y giré sobre la cama para levantarme, moviéndome con cuidado para no despertar a Damon. Agarré la camisa de botones del suelo, y me la puse, abotonando solo la parte baja. Estiré mis brazos y sentí mis huesos tronar, pasé mis dedos por mi cabello, tratando de peinarlo, y caminé hacia la puerta.

Salí del cuarto y revisé si Stefan había regresado, sin sorprenderme al notar que todavía no estaba. Era bastante predecible que él pretendía quedarse todo el día custodiando a Elena, incluso cuando Damon no podía salir de la casa, por la falta de anillo solar.

Bajé las escaleras y me dirigí a la cocina, sin embargo, deteniéndome al encontrarme a alguien en el sofá. Fruncí el ceño y me acerqué, abriendo los ojos, alarmada, al darme cuenta de que era Vicki, con un paño lleno de sangre en el cuello.

Tensé mi mandíbula y fui hasta la cocina, busqué un cuchillo en las gavetas, y me detuve a mirar unas ramas de verbena sobre la encimera. Cerré la gaveta con fuerza cuando agarré el cuchillo y me mordí la lengua al agarrarlas, subiendo de nuevo al cuarto de Damon en segundos. Me puse sobre él y coloqué el cuchillo contra su cuello.

────Eres un bastardo, Damon Salvatore. ───escupí, y él parpadeó, adormilado, intentando acostumbrarse a la luz.

───¿Y ahora que hice? Ayer estábamos muy... ───se interrumpió a sí mismo, sonriendo ladino. ───Ya la viste.

───¿A quién? ¿A mi amiga moribunda en tu sofá? No es muy discreto, que digamos. ───gruñí, y él puso sus manos en mi cadera.

───Tampoco lo es el que no lleves nada bajo esa camisa. ───replicó, cerrando los ojos. ───Ya, suelta el cuchillo, Chucky. ───dijo, agarrando mi muñeca. Cambié el cuchillo de mano y la pase sobre su muñeca, obligándolo a soltarme. Me bajé de la cama y clavé el cuchillo en su abdomen. ───Mierda. ───se quejó, sacando el cuchillo. ───¿En serio era necesario manchar las sábanas blancas?

𝗜𝗠𝗠𝗢𝗥𝗧𝗔𝗟𝗦 ━ ᴅᴀᴍᴏɴ sᴀʟᴠᴀᴛᴏʀᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora