𝗜𝗠𝗠𝗢𝗥𝗧𝗔𝗟𝗦 ━ ᴅᴀᴍᴏɴ sᴀʟᴠᴀᴛᴏʀᴇ

049. ATAQUES INJUSTIFICADOS ☑️

CAPÍTULO CUARENTA Y NUEVE
ATAQUES INJUSTIFICADOS

Año 2019...

ALEXA'S POV

Dos semanas atrás, le había confesado a Elena el secreto que guardaban nuestros padres, y desde entonces, me sentía verdaderamente aliviada. Sin embargo, Elena seguía debatiéndose si contarle a Jeremy toda la verdad, porque él era el único que todavía no lo sabía, y yo no opinaba en aquello, porque al final, el secreto la concernía más a ella que a mí.

Esta noche, era el baile de décadas, que por decisión del comité era de los 50s. Desde nuestro freshman, Elena y yo asistíamos al baile, ya que mamá lo adoraba y siempre nos conseguía ropa preciosa. Así que, este año, no haría menos que honrar su memoria y su gran aprecio por el baile, con un hermoso vestido al estilo de Marilyn Monroe.

Me miré en el espejo de mi cuarto, y acomodé el escote para que no se viese inapropiado, luego pasando mis manos por la falda color perla, pomposa, y por encima de los tobillos. Sonreí satisfecha con mi apariencia y me acerqué al espejo, asegurándome de que mi pintalabios rojo estuviese bien puesto, girando la cabeza cuando Elena entró a mi cuarto, luciendo preocupada.

────¿Sabes si el reloj te detecta desde abajo? Porque está volviéndose loco. ───dijo, mostrándome la brújula de Jonathan Gilbert.

Agarré el artefacto y fruncí el ceño, mirándolo confundida. Literalmente estaba volviéndose loco, apuntando en dos direcciones y la aguja sin poder decidir donde se encontraba el vampiro. Esa brújala no solo estaba detectándome a mí.

Miré a mi gemela, y le entregué el reloj, pidiéndole que se quedase ahí. Bajé las escaleras, descalza, buscando alrededor de la sala, en busca de alguien que estuviese activando el reloj también. Grité adolorida, cuando me jalaron del cabello, y traté de golpear a mi agresor, siendo detenida cuando me agarró del cuello.

Me levantó del suelo, por algunos metros, y traté de luchar contra él, intentando recitar cualquier hechizo, pero hacerlo mientras estaba siendo ahorcada, no era precisamente sencillo. Conseguí darle una patada en el estómago, y en el momento en que me soltó, Stefan apareció, tacleando al vampiro desconocido. No tanto.

Le di una aneurisma al hombre, y este empujó a Stefan, desesperado por el repentino dolor, saliendo de la casa en un parpadeó. Puse mi mano sobre mi cuello, e hice una mueca al sentir el dolor desaparecer de a poco de la zona.

────¿Estás bien? ───preguntó Stefan, acercándose a mí. Asentí, respiré agitada.

───¡Alex! ───llamó Elena, bajando las escaleras por fin, mirándome preocupada. ───¿Quién era?

───El repartidor. ───reconocí, tosiendo. ───Llama a Damon. ───pedí, mirando aun a Stefan.

El mayor asintió con rapidez y sacó su teléfono, alejándose para ir a llamar a su hermano. Le di un intento de sonrisa tranquila a Elena, y le avisé que iría a arreglar mi cabello de nuevo. Una vez en mi cuarto, agarré mis tacones del suelo y me los puse, sentándome en la silla de mi escritorio, todavía bastante agitada.