𝗜𝗠𝗠𝗢𝗥𝗧𝗔𝗟𝗦 ━ ᴅᴀᴍᴏɴ sᴀʟᴠᴀᴛᴏʀᴇ

031. RECONCILIACIONES FORZADAS ☑️

CAPÍTULO TREINTA Y UNO
RECONCILIACIONES FORZADAS

Año 2019...

NARRADORA'S POV

               Cuando Alexa por fin despertó aquella mañana de domingo, estaba sola en la cama. Sin embargo, con una nota sobre su mesa de noche esperando por ella. Bostezó y estiró su cuerpo, girando sobre la cama, tomándose unos minutos para despertar, antes de percatarse del trozo de papel. Lo agarró y pasó sus ojos sobre la letra, reconociendo la -algo- descuidada caligrafía de Damon.

"Escuché que tu tía venía y me fui. Lo siento."

Frunció el ceño y sonrió suavemente, algo confundida. ¿Damon Salvatore de verdad le estaba pidiendo disculpas, y dándole explicaciones? Guardó la nota dentro de su libreta, y se levantó con lentitud, con un escalofrío recorriendo su espalda cuando puso sus pies sobre la fría madera.

Había algo que se sentía bien sobre estar de regreso en su habitación, su cama, y a la vez, había algo horriblemente bizarro acerca de ella, algo que no podía explicar. Pasó sus dedos por las sabanas, haciendo puños en la suave tela, y respiró aliviada, abriendo sus ojos de golpe al recordar a Vicki. Había matado a Vicki.

Las ganas de llorar la invadieron, su labio inferior tembló, y de repente, la desesperación se apoderó de su cuerpo. Pánico, sentía pánico. Puso su mano en su pecho y luchó por respirar, mirando alrededor, incapaz de encontrar alivio, con la sensación empeorando a cada respiración que daba. Había matado a Vicki. Era una asesina, y ya no había nada que pudiese hacer para cambiarlo.

La puerta se abrió, y eso la asustó, pero, para su suerte, solo se trataba de Elena, que, al verla en ese estado, buscó una camisa en el armario, acercándose para entregársela, sentándose a su lado. Alexa se puso la prenda, y pronto una mueca se apoderó de su rostro. Era de Vicki. Acercó la tela a su nariz y cerró los ojos, llorando en silencio.

────La maté, Elena. ───susurró, su gemela suspiró y le sobó la espalda. ───Maté a Vicki, y jamás la volveré a ver. ───sollozó, frustrada.

Elena se quedó en silencio, mirándola condescendiente. No tenía nada que decir al respecto, no se le ocurría ninguna palabra de aliento que pudiese ser suficiente, porque era cierto. Alexa había matado a Vicki, y aunque lo había hecho en defensa de Jeremy, eso no lo hacía menos cierto, y, antes que hacer sentir peor a su hermana, prefirió quedarse callada, apoyándola como podía.

Permanecieron por largos minutos, en completo silencio, hasta que las lágrimas de Alexa por fin pudieron detenerse, aunque, aun así, ninguna habló. Luego de tres años sin hablarse demasiado, era difícil poder comunicarse de forma efectiva, sin comenzar a hablar de lo complicado que se les hacía tener condescendía la una por la otra. Aun así, fue Alexa quien tomó la iniciativa de hablar:

────¿Jeremy está bien? ───preguntó, limpiándose la cara.

───Sí, no recuerda nada de lo que pasó, solo piensa que Vicki se fue. ───confirmó, dándole un intento de sonrisa reconfortante. ───Lo que sea que Damon haya hecho, lo hizo bien.

───Menos mal. ───murmuró, relamiendo sus labios, levantándose. ───Bueno, si Jer está bien, y nadie sabe nada, yo- Yo tengo que poner mi mierda junta y encerrar mis emociones en un armario. ───aseguró, forzando una sonrisa.

───No puedes solo pretender que no lo sientes. ───opinó, acercándose de nuevo a su hermana.

───Hablaré de ello con Stefan, él más que nadie sabe sobre dolor silencioso. ───prometió, casi intentando bromear. ───Hablando de Stefan, ───dijo, cruzándose de brazos. ───Hoy es su cumpleaños.

───¿Qué? ───replicó, frunciendo el ceño. ───Él-... Jamás dijo nada, ¿cómo lo sabes? ───preguntó, recelosa, a pesar de haber terminado con el rubio la noche anterior.

La mayor elevó sus hombros, intentando recordar cómo se había enterado de aquello. Ladeó un poco la cabeza y fue hasta su mesa de noche, agarrando su libreta, pasando las hojas donde tenía su calendario hasta dar con el mes de junio, pasando sus dedos sobre la marca que indicaba el cumpleaños de Damon, sonriendo de lado.

────Damon me lo dijo, es buen conversador cuando está borracho. ───dijo, girándose hacia su hermana.

───Él es la razón por la que estamos en esta situación. ───opinó, cruzándose de brazos. Ella jamás había visto esa sonrisa de enamorada en Alexa.

───Lo sé. ───aseguró, colocando su cabello tras sus orejas, elevando sus hombros. ───Pero, él... Damon es como un imán para mí, y no importa cuánto intente alejarme, solo quiero más y más de él. ───confesó. ───Tienes que entenderme, sé que sientes lo mismo por Stefan.

───Sí, lo entiendo. ───confirmó, con una pequeña sonrisa. ───Lo entiendo a la perfección, pero Damon es peligroso y malo.

───También lo sé. ───dijo. ───Me gusta el peligro que él tiene para ofrecer. ───admitió, bajando la mirada, avergonzada. ───De todas formas, él quiere a Katherine y yo jamás seré ella.

───¿Quién?

Alexa frunció sus cejas y miró curiosa a su hermana, manteniéndose en silencio por un momento, tratando de poner en orden todos sus pensamientos. ¿Qué tantas cosas le ocultaba Stefan a Elena? Ella sabía que tenían que haber algunas, sería imposible que su hermana siguiese con él, si supiese toda la historia, pero, ¿qué tantas partes de la historia había omitido?

────Es... ¿La ex de Damon? No estoy muy segura. ───mintió. ───No importan, yo voy- Voy a salir, esta casa está llena de recuerdos de Vicki, y eso me afecta. ───dijo, caminando hasta su armario. ───¿Tú vas a hacer algo?

───Voy a ir a desayunar con Caroline y Bonnie.

Alexa asintió, y Elena fue hasta la puerta, dudando si despedirse, quedándose en el marco por un momento mientras ambas se debatían en como proseguir. Su relación era bastante extraña para este punto. Ninguna quería mencionar todo lo había pasado entre ellas, porque Elena no quería pedir perdón y Alexa no quería forzarla, pero, ignorarlo solo mantenía la incomodidad.

────Saluda a Caroline de mi parte. ───pidió, antes de que su gemela saliese del cuarto. Elena asintió y cerró la puerta, dejando a Alexa sola, con sus pensamientos y preocupaciones.

Abrió el armario y miró toda su ropa, haciendo hacia un lado todo lo que tuviese una conexión profunda con Vicki, agarrando finalmente una falda larga negra. Frunció sus labios y pasó sus dedos por la tela, tirando la prenda hacia la cama para buscar una camisa negra, incapaz de poder pensar en otro atuendo, más que uno que, de cierta forma, le guardase luto a Vicki.