Two hearts in the middle of war

Capítulo dos: El caballero de Drifmark

Antes de llegar a sus aposentos Luke logró deshacerse de Jace, abrió las puertas encontrándose con Sir Jackson.

"Mi príncipe, ¿que sucedió?" Pregunto acercándose a él, para ayudarlo a caminar.

"Mi tío me encontró e hizo que me atendieran" fue la única explicación que dio "Gracias por su ayuda Sir, puede descansar " dijo Luke para molestarlo.

"Luce..." se movió tratando de tocar al príncipe pero Lucerys retrocedió.

"Nada es seguro bajo estos muros" susurro Lucerys, sin embargo tocó la mano del Sir, ante el toque el caballero sonrió y llevó la mano del príncipe a sus labios para depositar un beso.

"Que descanse mi príncipe " susurro aun con la mano del príncipe en sus labios.

La puerta se abrió sorprendiendo a ambos.

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El maestre había con el apuro olvidado darle la poción al joven príncipe, por lo que regreso a los aposentos de Aemond, el príncipe mayor se ofreció a llevársela a su querido sobrino personalmente.

El no tenía idea de porqué lo hacía pero sentía que tenía que hacerlo él.

No vio a ningún guardia custodiando la puerta así que la abrió el mismo.

La sorpresa que se llevó al encontrar a un caballero Velaryon dentro de los aposentos de su sobrino, esta solo se incremento cuando vio que este le tomaba la mano a Lucerys ¿Cuanto atrevimiento para un simple Sir? No tenía idea de porqué pero aquello le enojó.

Vio el rostro del menor pasar de la sorpresa a la confusión, este rápidamente le quito su mano al Sir.

"Príncipe Aemond " el caballero se inclino ante él, pero no se digno a mirarlo.

"Retírate " fue lo único que dijo, vio a este voltear a ver a su príncipe y el menor asintió, así que salió dando reverencia.

"Tres veces en un día tío. ¿A qué debo el honor de ver otra vez al príncipe Aemond?" Habló Lucerys tan tranquilo que eso solo lo enojo más.

"¿Qué hacía en tus aposentos?" Pregunto en su lugar.

"No te debo explicaciones, Aemond" respondió Lucerys llamándolo por primera vez por su nombre "¿Qué haces aquí?"

"Ten es para que el dolor no sea fuerte durante la noche" dijo como si no fuera algo obvio, Lucerys sabía el motivo por el cual su tío cada que tenía oportunidad mencionaba fuerte, lo sabía, pero aún así fingía no saberlo.

"No lo tomaré " comenzó a quitarse la capa para alistarse e ir a la cama, había sido un día largo.

"¿Por qué si lo envío el maestre?" Respondió Aemond mirándolo, Lucerys había cambiado desde que se fue ahora tenía diesiseís y sus rasgos se habían vuelto más finos y delicados, su cabello castaño rizados contrastaba perfecto con su piel blanca y sus mejillas que siempre tenían un tono rosa muy leve, por los dioses Aemond también noto que había crecido mucho podía decir que el aún le sacaba una cabeza pero dentro de poco la diferencia sería mínima, Lucerys tenía el cuerpo de un verdadero jinete de dragones era delgado pero fuerte y él casi podía afirmar que su piel era tersa y suave.

Pero...aun así le tenía odio, resentimiento, celos y muchos sentimientos negativos más, no importaba lo muy lindo, dulce o amable que fuera y el estaba convencido que una disculpa no arreglaría nada en su relación actual. Si estaba en sus aposentos era porque algo más fuerte que él lo había impulsado hasta allá, pero eso no cambiaba nada.

Aunque ahora que lo piensa Lucerys es la única persona que le ha hecho sentir algo más que desagrado o repulsión.

"Si lo hubiera mandado él, estoy seguro de que me la traería " su abuela Rhaenys, dijo una vez que confiaba demasiado, así que poco a poco fue desconfiando de las personas que no estaban a su alrededor constantemente.