Capítulo ocho : Driftmark

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Miro a lo lejos la fortaleza de Driftmark, entonces y solo entonces se puso a pensar que le diría a Lucerys, porque ciertamente había actuado por puro impulso, ni siquiera sabía lo que sentía, bueno si lo sabía pero pensarlo para él era una cosa, pero ya decirlo en voz alta, significaba que lo había aceptado y que deseaba algo por parte de Lucerys, y él no sabía exactamente que deseaba de su sobrino, no podía tener una relación con él ya que eso involucrará el matrimonio que por cierto no será bien visto, ¿entonces que era lo que deseaba?¿con qué fin volaba hasta allí? Solo para hablar con él y confesarse y luego nada.

Todo lo que llevo a Aemond ahí ya no importaba, tenía que tomar una decisión y tal parece esta ya se había tomado sola, ver y hablar con Lucerys.

Cuando llegó toda la guardia Velaryon estaba esperándolo.

"Lykiri, Vhagar" camino hasta los guardias y anunció que venía a ver al príncipe Lucerys.

Lo escoltaron hasta la sala del trono donde pudo ver a la princesa Rhaenys esperándolo.

"Príncipe Aemond, de la casa Targaryen, solicita una audiencia con el príncipe Lucerys" el caballero se inclino ante la princesa cuando está lo envío de regreso.

"Así que solicitas, hablar con mi nieto. ¿Cuáles son tus motivos, príncipe?" Pregunto Rhaenys y a Aemond le pareció que se veía incluso más imponente sentada en ese trono.

"Me temo princesa, que estos son personales y deseo tratarlos con el príncipe directamente" Rhaenys se levanto del trono y caminó hasta Aemond quien por un momento quiso buscar donde esconderse, luego se dio cuenta de que Lucerys tenía el mismo caminar de su abuela, elegante y firme, el solo pensar en eso lo hizo olvidar lo que había dicho.

"Dejaré que hables con Lucerys, pero no te atrevas a pasarte de listo príncipe Aemond, un solo golpe y todo la guardia Velaryon se alzará en tu contra" la amenaza lo hizo temblar, si, ¿por qué? pues simple, estaba el solo, así sea un buen espadachín no podría con toda la guardia Velaryon, estaba claramente en desventaja y aquí dentro Vhagar no lo podría salvarlo.

"Llamen al príncipe Lucerys, díganle que necesito verlo" la princesa Rhaenys volvió sentarse en el trono mientras el se quedó parado frente a ella, ambos mirándose fijamente, la princesa tratando de saber que era lo que quería de su nieto y Aemond pensando que por muy ilegítimo que Lucerys decían que era, sus abuelos lo amaban.

"Príncipe Lucerys Velaryon, de la casa Velaryon"

*****

Decir que estaba sorprendido era poco, su corazón latía descontrolado al reconocer a Aemond parado frente a su abuela, trató de contener su emoción y sorpresa, caminando hasta posicionarse al lado de su abuela.

"Tío Aemond ¿que te trae por aquí?" Quiso parecer casual, que no le importaba el motivo, pero al mismo tiempo estaba nervioso ¿Qué hacía su tío aquí? Se suponía que no lo vería durante mucho tiempo, por eso lo besó.

"Si me lo permite princesa Rhaenys, me gustaría hablar en privado con el príncipe" Aemond se inclino ante la princesa y Lady de Driftmark para mostrarle el respeto que se merecía y también para que le dejara un rato con a solas con su nieto.

"No creo poder cumplir su demanda príncipe, a lo mucho dejaría que Lucerys se acerque lo suficiente para yo no pueda escuchar lo que tenga que decir" Aemond miro a Lucerys como diciéndole que no diría nada si no estaban solos.

"Abuela, por favor, solo será un rato" Lucerys miro a la princesa suplicante.

"No confío en ese príncipe" Aemond pensó que la princesa tenía suficiente motivo para desconfiar de él, él mismo no se dejaría solo con Lucerys.

Two hearts in the middle of warDonde viven las historias. Descúbrelo ahora